AGUAS REVUELTAS EN ESSBÍO TIENE MOLESTOS A TODA LA COMUNIDAD PICHILEMINA

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Mientras los miembros del directorio de la empresa sanitaria ESSBÍO, con su casa matriz en la capital de la Octava Región, Concepción, está sentados en mullidos sillones y por cierto muy bien pagados, los habitantes del balneario pichilemino están recibiendo aguas intomables, pese a que dicen ser “agua potable”; pero con un color café y sabor a cloro en un porcentaje mayor al que se estima como normal.
En efecto, Jorge Carey Tagle (Abogado) Presidente de ESSBÍO; Edward Vallejo Cárdenas, (Economista) vicepresidente; y como directores: Jorge Leiva Lavalle (Ingeniero Comercial), Víctor Hugo Selman Biester (Ingeniero Civil Industrias), Luis Manuel Rodríguez Cuevas (Abogado), Claudio Caraves Lyng (Abogado), Gregory John Holland (Ingeniero) están -al parecer- totalmente ajenos a la situación que afecta permanentemente a la comunidad local. Y, ahora, además, a los visitantes y turistas que acuden al balneario en sus vacaciones.
Paralelamente a este problema, más de medio centenar de familias del sector de Punta de Lobos están sufriendo la falta del vital líquido, al ser cortado el suministro de una matriz provisoria -por varios años- sin que la empresa en el intertanto haya hecho absolutamente nada por resolver la falta de cobertura para un extenso sector que cada día crece.
La empresa hasta ahora ha argumentado no tener la obligación de entregar el suministro de agua potable al sector de Punta de Lobos -como a otros- por estar fuera de su radio operacional, lo que se ajusta a la verdad. Sin embargo, omiten tomar su responsabilidad como empresa de entregar servicio a sectores que A TRAVÉS DE AÑOS EN FORMA PERO MÁS QUE EVIDENTE TIENEN UN CRECIMIENTO; reflejando la empresa una falta de visión -aunque más de comodidad y falta de voluntad en invertir- por cuanto exigen a quienes quieren agua potable, a asumir los particulares las altas inversiones en la construcción de matrices.
Es lo que le ocurrió hace ya varios años al empresario Carlos Von Unger, quien para otorgar agua potable al Complejo Turístico “Dunamar” de su propiedad, debió él financiar la construcción de matrices de un alto costo y que la empresa se ha negado a reembolsárselas. Asimismo, fue este empresario quien para resolver momentáneamente el problema de vecinos más alejados, permitió que éstos pudieran desde ahí consumir agua potable, hasta llegar a una situación insostenible y que derivó -en días pasados- a que estos decenas de vecinos a quedar sin el servicio de agua potable que a través de este sistema estaban optando, ante la nula preocupación de la empresa sanitaria.
Esta misma situación es la que están sufriendo esforzados integrantes de comités de Vivienda, a quienes se les está exigiendo altos pagos, por parte de la empresa sanitaria ESSBÍO, para hacer los trabajos que les permitan obtener agua potable a sus viviendas, algunas en etapa de construcción.
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