En efecto, como disciplinados alumnos asisten a las clases de las varias escuelas de surf que ejercen en nuestro balneario. Es así, como la Escuela de Surf “Lobos del Pacífico” se destaca en su acción con su instructor Ignacio Vargas Celis; quien tras convertirse en un avezado en el arte de dominar las olas, se ha dedicado de un tiempo a esta parte a dictar didácticas y prácticas clases a niños y adultos.
En una labor permanente -en invierno enseñando a niños y jóvenes pichileminos- hoy se dedica preferentemente en época estival a quienes están disfrutando en nuestras playas.
Su labor de instructor, la destaca hoy el Diario VI Región, parte del artículo que transcribimos en forma textual.
APRENDIENDO A DOMINAR OLAS
Las clases se dividen en clases teóricas y clases prácticas de surf. Lo primero es conocer todo sobre el equipamiento (tabla, traje) y datos prácticos sobre el mar y cómo manejarse ante cualquier infortunio. Conocido esto, se da a conocer lo práctico, la preparación física, acá se da a conocer la rutina de ejercicios para antes de entrar al mar, como tomar una ola, la forma de pararse en una tabla y como deslizarse en una ola.
Para “Nacho” este deporte hace años que dejo de ser moda. “El Surf es un deporte como el fútbol y mucho más, contamos con competencias de gran nivel, pero lo más importante que todos los elementos que están involucrados en esto, se relacionan como una gran familia, el Surf es una gran familia”, afirmó.
La escuela esta abierta durante todos los días del año y para todo aquel que quiera aprender este deporte. Teniendo un horario desde las 10:30 de la mañana hasta las 12:30 de la tarde, clases teóricas y practicas y desde las 16:30 hasta las 18:30, solo trabajo en el mar, con un valor de $10.000 por clase. – (S.H.A.S)
UNA VENTAJA MÁS
Este hecho es una más de las tantas ventajas que significa veranear en Pichilemu. Usted, como sus hijos, aparte de tener la posibilidad de andar en “cabritas” y coches, realizar cabalgatas por la orilla de la playa, puede -además- incursionar en el deporte acuático del surf y premunido de traje y tabla, aprender las nociones elementales para ir -de a poco- conociendo el comportamiento de las olas y llegar, como muchos, a dominar las encabritadas olas.
Quizás no llegará a los talones de nuestros actuales campeonaes: Ramón Navarro, Cristian Merello, Fabian Farías, o parecido a la lola Jéssica Anderson, también pichilemina; pero podrá decir en el día de mañana “yo también he surfeado y me he parado arriba de una tabla de surf”. Y no soñar -como otros- que está surfeando y “corriéndose” un tubo mortal y amanecer todo mojado.
Venga a Pichilemu y aprenda a surfear de ¡¡verdad!!
