Entre quienes han declarado están el propio alcalde Vargas -quien está acusado por el delito de Cohecho- como la comerciante Lidia Catalán -la demandante- y dos personas que «por arte de magia» hicieron una declaración jurada en la Notaría de Pichilemu sin que efectivamente la -declaración la hayan hecho ellos-, sino con un servicio inédito en la Notaría, un funcionario muy diligente y creativo, tenía LISTAS tales declaraciones, para que estos importantes personajes -que venían desde otras ciudades, en un Taxi- firmaron en un abrir y cerrar de ojos, sin siquiera saber qué es lo que estaban firmando.
Pues bien, desde ayer quedará en evidencia que lo que ellos declaran es más falso que Judas.
Entre otras «perlitas» señalan estos señores que se armó un complot para perjudicar al Sr. Alcalde y que para ello -los complotadores- se reunían en una Carnicería donde ambos trabajaban. Supuestamente en ese lugar, la Sra. Lidia Catalán -que era a la sazón, la «patrona» de estos señores- se ponía de acuerdo con terceras personas para grabarle al alcalde Vargas conversaciones que -de hecho- se hicieron y cuyo peritaje arrojó más del 90% de certeza que las voces de la grabación pertenecen al alcalde Vargas y de Lidia Catalán.
Sin embargo, las grabaciones según los hechos que están consignados en el expediente se hicieron ANTES que estos señores estuvieran trabajando en la mencionada Carnicería, la cual la empezó a trabajar, tras tomarla en arrendamiento, después de la temporada veraniega en que se sucedieron los hechos en cuestión.
BOLA DE CRISTAL
Que se sepa estos testigos de la defensa del alcalde Vargas, no tienen BOLAS DE CRISTAL. Menos se dedican a leer las Cartas, no son CLARIVIDENTES ni adivinos. Mal entonces pueden haber conocido lo que sucedió en determinado lugar, señalando que ellos fueron testigos de «oír cuando la Sra. Lidia Catalán, su patrona, se ponía de acuerdo con terceras personas para grabarle al alcalde Vargas». Ellos, a la fecha de la grabación, no existían, pues no estaban trabajando en la mencionada carnicería, a la que llegaron después cuando efectivamente fue tomada en arriendo por la Sra. Lidia Catalán.
Tal como lo adelantamos -en meses pasados- estos testigos serán un verdadero Boomerang para el equipo de defensores del alcalde Vargas. Y, por otra parte, no cabe dudas, que la Notaría de Pichilemu tendrá que dar más de alguna explicación por su exclusivo servicio «de Declaraciones Juradas».
Habrá que esperar en los próximos días o semanas, la Sentencia en este caso que lleva un buen tiempo en los tribunales de Justicia.