Una sencilla despedida brindaron al Dr. Sebastián Cintolesi Aguirre un grupo de gestores culturales, ante su próximo destino al Hospital de Litueche, dentro de las provincia Cardenal Caro.
La convivencia -realizada en el Aerocasino del Aeródromo pichilemino- permitió compartir con este especial cultor cultural -el Dr. Cintolesi- en un plano diferente, que sirvió para hablar no solo de temas culturales que nos son comunes, sino de diversos aspectos. Pero por cierto, quedó sellado el firme compromiso de seguir unidos y comunicados, para completar metas fijadas en el Plan Estratégico sobre la Cultura Comunal elaborado en el curso del año pasado, mientras se realizaba un Curso de Gestión Cultural, dictado por la Universidad de Playa Ancha, financiado con recursos del Gobierno Regional.
De ahí surgió un importante documento, el que fue entregado a las autoridades comunales -y también al Director regional de la Cultura- el que sirvió para tomar acuerdos y compromisos que están caminando.
Debemos precisar que el Dr. Sebastián Cintolesi fue un importante eslabón en esas gestiones, participando codo a codo en comisiones y como coordinador.
No todos los profesionales que llegan a un servicio público -aparte de su labor profesional- se vinculan con la comunidad. Y, precisamente, el Dr. Cintolesi fue una de aquellas pocas excepciones. Y, por ello, lo destacamos, pues se dio el tiempo para dedicarle tiempo a Pichilemu a través de otra faceta. Como músico y amante de la cultura entregó su tiempo y dedicación para conseguir logros que por años se están reclamando.
Y los pasos que se dieron con su participación si bien hoy no se ven plenamente. En pocos días más serán patentes. Ya estaremos señalando aquello.
Por ahora, “pichilemunews” en representación de los cultores que estuvimos con él compartiendo algunas horas dominicales, les deseamos éxito en su vida profesional, en otra comuna en días próximos y, desde luego, en todo orden.
Hasta pronto Sebastián. Y gracias por tu aporte. Más que el de muchos profesionales -que si bien cumplen con su tarea- opinan y se creen lo máximo, pero no dan la cara. Y también hay otros que no saludan ni a sus vecinos.
La convivencia -realizada en el Aerocasino del Aeródromo pichilemino- permitió compartir con este especial cultor cultural -el Dr. Cintolesi- en un plano diferente, que sirvió para hablar no solo de temas culturales que nos son comunes, sino de diversos aspectos. Pero por cierto, quedó sellado el firme compromiso de seguir unidos y comunicados, para completar metas fijadas en el Plan Estratégico sobre la Cultura Comunal elaborado en el curso del año pasado, mientras se realizaba un Curso de Gestión Cultural, dictado por la Universidad de Playa Ancha, financiado con recursos del Gobierno Regional.
De ahí surgió un importante documento, el que fue entregado a las autoridades comunales -y también al Director regional de la Cultura- el que sirvió para tomar acuerdos y compromisos que están caminando.
Debemos precisar que el Dr. Sebastián Cintolesi fue un importante eslabón en esas gestiones, participando codo a codo en comisiones y como coordinador.
No todos los profesionales que llegan a un servicio público -aparte de su labor profesional- se vinculan con la comunidad. Y, precisamente, el Dr. Cintolesi fue una de aquellas pocas excepciones. Y, por ello, lo destacamos, pues se dio el tiempo para dedicarle tiempo a Pichilemu a través de otra faceta. Como músico y amante de la cultura entregó su tiempo y dedicación para conseguir logros que por años se están reclamando.
Y los pasos que se dieron con su participación si bien hoy no se ven plenamente. En pocos días más serán patentes. Ya estaremos señalando aquello.
Por ahora, “pichilemunews” en representación de los cultores que estuvimos con él compartiendo algunas horas dominicales, les deseamos éxito en su vida profesional, en otra comuna en días próximos y, desde luego, en todo orden.
Hasta pronto Sebastián. Y gracias por tu aporte. Más que el de muchos profesionales -que si bien cumplen con su tarea- opinan y se creen lo máximo, pero no dan la cara. Y también hay otros que no saludan ni a sus vecinos.
