El director regional de la CONAMA, Héctor González Medel “llora amargamente” sobre la leche derramada al contar publicamente -después de varias semanas- que la construcción de la Hidroeléctrica La Higuera está provocando serios daños a la fauna y flora en la cuenca del río Tinguiririca.
Esta es una clara muestra que las medidas “mitigatorias” que la CONAMA -donde sea que las pongan como condición- pone para contrarrestar los daños al medio ambiente, las empresas dicen “a todo sí”; pero a la primera de cambio se “las pasan por ahí mismo”.
¿Qué va hacer la CONAMA ahora? Le darán “unos childritos” o unas “palmaditas” a esos niñitos traviesos. ¿O quizás todas aquellas autoridades que apoyaron, como quienes integran ese organismo, pagarán de algún modo esos daños?
¿Qué aporte real significan para el país la operación de más hidroeléctricas? ¿Acaso baja la energía eléctrica a los consumidores domiciliarios?
Esta es una clara muestra que las medidas “mitigatorias” que la CONAMA -donde sea que las pongan como condición- pone para contrarrestar los daños al medio ambiente, las empresas dicen “a todo sí”; pero a la primera de cambio se “las pasan por ahí mismo”.
¿Qué va hacer la CONAMA ahora? Le darán “unos childritos” o unas “palmaditas” a esos niñitos traviesos. ¿O quizás todas aquellas autoridades que apoyaron, como quienes integran ese organismo, pagarán de algún modo esos daños?
¿Qué aporte real significan para el país la operación de más hidroeléctricas? ¿Acaso baja la energía eléctrica a los consumidores domiciliarios?
ALERTA
Esta situación debe ser una voz de alerta más a los pichileminos ante el proyecto que sigue queriendo imponer la empresa sanitaria ESSBÍO para “solucionar” el problema de las aguas servidas: El emisario submarino al mar.
Para que conozcan el “lloriqueo” de la CONAMA regional, lean el artículo que aparece en la edición de hoy jueves, en el diario El Rancaguino (www.elrancaguino.cl).
