CONOCIMOS EL "CARDUMEN", LA OBRA ESCULTÓRICA DE MACARENA IRARRÁZAVAL

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Después de varios meses pasé por la localidad lacustre de Cáhuil. Deseaba ir o pasar por allí, sobre todo para conocer “in situ” las esculturas de Macarena Irarrázaval Correa, que fueron inauguradas en meses pasados.
Ayer en viaje a Boyeruca pude ver las esculturas pero tan rápidamente como para quedar “con gusto a poco”. Y, si no me equivoco, esta debe ser la sensación de todos quienes pasan por la carretera hacia Cáhuil y por la cual se accede directamente al Puente que atraviesa la laguna del mismo nombre.
No me cabe duda que son de la calidad y valor artístico que macarena le imprime a sus obras sean esculturas o muebles; pero LAMENTABLEMENTE el lugar elegido para instalarlas no es el más apropiado. Por último, si estuvieran más distantes -una de otras, ya que son varias- podrían APRECIARSE mejor, porque uno pasa y ve un verdadero chorizo de esculturas y no puede detenerse en el vehículo para apreciarlas verdaderamente.
Y conste que no es la única opinión al respecto. Es por eso mismo que quería salir de duda, si era tan así como se comentaba.
Espero que se estudie otra ubicación. Quizás más cercanas a la entrada de Cáhuil pudieran instalarse, de tal forma que las personas puedan detenerse en sus vehículos y apreciarlas de mejor forma.
Coincidentemente con este viaje de ayer -hoy- buscando una información distinta me encuentro con un hermoso reportaje y entrevista a Macarena publicada el 2 de Diciembre de 2005 en Las Últimas Noticias, el que transcribimos a continuación. Lamentablemente, las fotos no van, pero lo mejor es venir a Pichilemu y conocerlas.

ÚLTIMAS NOTICIAS:
Macarena Alejandra Irarrázabal Correa, escultora y ganadora del Fondart
“Cardumen será mi legado y homenaje a Pichilemu”
Viernes 2 de diciembre de 2005
La artista de reconocida trayectoria a nivel nacional trabaja arduamente para completar su obra, un punto de inflexión en su carrera. “Creo que es el momento de partir”, comentó en medio de su taller ubicado frente al ex casino Ross.
A pesar de ser una calurosa tarde de sábado, Macarena Irarrázabal viste una gruesa cotona azul oscuro. Su aspecto parece más el de una soldadora que el de una escultora de renombre. Su habilidad en el manejo del soplete y la sierra no hacen más que acrecentar esta impresión. Pero sólo basta una mirada más analítica a su taller (ubicado justo al frente del ex casino Ross de Pichilemu) para percatarse del talento de esta artista ganadora del Fondart 2005.
Su primera experiencia con el Arte fue a través del teatro, estudió dos años en la escuela de Gustavo Meza, donde descubrió su esencia y decidió dedicarse a la escultura. Primero en forma autodidacta en el taller del escultor al cual ella modelaba, luego en la escuela de Arte Mulato Gil de Castro, donde tomó cursos de dibujo, historia del arte y escultura y finalmente en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde cursó la especialidad de escultura durante dos años.
Luego de varias exposiciones en distintas ciudades de nuestro país y después de años de trabajo en la total soledad marina de Pichilemu, donde se especializó con un herrero del pueblo en la forja del fierro, Macarena logra ser favorecida por los fondos concursables del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Gracias a esto es que Macarena ha podido concretar una obra que se transformará en un punto de inflexión en su carrera, quizás poco conocida a nivel local, pero que ha gozado de un respetable éxito en los circuitos artísticos de Santiago. Se trata de “Cardumen”, una propuesta esculpida en roca que asemeja un bosque de peces, con más de 20 figuras puestas a tres metros de altura.
Para la artista, este trabajo significa algo más que la concreción de un proyecto largamente estudiado. “La verdad es que este será mi legado y mi homenaje a esta tierra, al lugar que me ha acogido durante tanto tiempo”, explicó. Esta reflexión capta en esencia la trayectoria y la vida de Macaraena: sus raíces están fuertemente ligadas a Pichilemu y sus alrededores, a pesar de que su carrera se ha desarrollado casi exclusivamente en la capital del país.
“Cardumen”, que estará ubicada en el sector de Cahuil, es un concepto que pretende transformarse en un icono para los habitantes del lugar. “Quería hacer algo que fuera fácil de captar para la gente, una cosa muy figurativa. Así nace la idea de moldear un bosque de cardúmen, en que los peces asemejan las copas de los árboles”. De esta forma no es sólo un homenaje al lugar, sino que también para su gente y una de sus principales actividades económicas.

DE LA MANO DE LA NATURALEZA
Una de las características más representativas de la obra de Macarena es su tinte “orgánico”, siempre apegado a la naturaleza, y no sólo desde el punto de vista creativo e inspiracional, sino que también desde la materialidad. “Yo siempre he trabajado a través de la naturaleza. Por eso siempre he utilizado los elementos que la tierra me da, sin depredar ni causarle daño”.
“El no tener recursos para financiar mi obra me llevó a buscar mis materiales potenciando una filosofía orgánica, la que mantengo hasta hoy”, explicó antes de encender una vez más el soplete para terminar una nueva figura, esculpida sobre una roca recogida del sector de Cahuil.

EL DILEMA DE LA PARTIDA
Cuando Macarena habla de legado también habla de despedida. Después de pasar casi toda su vida unida a la materialidad del balneario de Pichilemu, se ha dado cuenta que el final de un ciclo es inminente, si es que no se ha cumplido ya.
“Estoy en un dilema -confiesa-, ya que siento que es tiempo de partir, de alejarme un tiempo. No sé cuanto, pero necesito evolucionar y encontrar nuevas fuentes de inspiración. Creo que ya he hecho lo suficiente con la materialidad que me ofrece este lugar”.
Pero las despedidas nunca son fáciles, y Macarena antes de partir sueña con entregar una última obra para la capital de Cardenal Caro. “Quiero dejar algo en Pichilemu, en el sector de La Puntilla. Sería una obra diferente, algo más abstracto, más lúdico, relacionado con el viento y el agua”.
Se acerca el final de la tarde. Debe cerrar su taller y volver a casa. Un día más de trabajo que la acerca al final de su proyecto y la prepara para el gran cambio que se acerca en su vida.

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