Nos referimos a la edición del domingo pasado de El Mercurio, donde en el cuerpo de Reportajes hay una entrevista a Angela Jeria -madre de Michelle Bachelet- que se ilustra y complementa con dos fotografías, donde la actual Presidente (a) aparece en primer plano en la arena cahuilina, mientras van pasando carretas por la orilla de la laguna de Cáhuil, llevando las míeces para una trilla (¿?), y, en otra, en brazos de sus padres, cuando tenía escasos dos años de edad.
Mientras que, en otra página hay una crónica relacionada con quien -ayer- resultó electo como rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez Vera.
Estuvimos a punto de resaltar estos dos hechos el mismo domingo, pero algo nos distrajo de ello y hoy, sin duda, tenemos un hecho importante para resaltar: su elección, ante Luis Riveros, quien permaneció por ocho años frente a la casa de estudios superiores del país.
Debemos agregar que sus padres, ambos profesores sanfernandinos, tuvieron una casa de veraneo -hasta mediados de los años ’80- en la calle Camilo Henríquez, la que vendieron. No obstante, siguieron viniendo a veranear a Pichilemu, para lo cual arrendaban casa cerca del Gimnasio Municipal.
ANÉCDOTA
¿Por qué recordamos este hecho?
¡¡Ah!!, porque el ’84 u ’85 conocimos a una hermana del electo rector, justo el día de mi cumpleaños. No diré que ella fue un regalo, pero sí que era una estupenda trigueña que muy bien podría haber sido modelo.
Venía llegando a Chile, desde Estados Unidos donde estaba residiendo. Vino a ver a sus padres y hermanos. Y, ella, que pasó sus mejores veraneos en Pichilemu, no quiso desaprovechar la ocasión para hacer una visita a esta tierra que le traía tantos recuerdos hermosos.
Así nos lo confesó, mientras apareció una torta junto a otras personas.
¿Qué importancia tiene todo esto? Digamos que –quizás- nada, para dejar tranquilos a algunos. Pero si fue una bonita anécdota, cuyos detalles no los voy a revelar.