¿HASTA CUÁNDO LA FALTA DE VERGUENZA POR LA INACCIÓN?

El último domingo de Mayo se conmemoró el Día del Patrimonio Nacional, ¿recuerdan?
Ahí vimos a nuestras principales autoridades nacionales, regionales, provinciales y comunales. Y algunos de ellos eufóricos, luchando por el patrimonio arquitectónico que se nos cae, por el patrimonio ferroviario que DESAPARECE pese a que no hacía mucho -el ahora ex Presidente Lagos- anunciaba en la inauguración del Tren del Vino que éste, en una siguiente etapa, llegaría a Pichilemu.
Particularmente, hay que destacar el tremendo rol fiscalizador de los parlamentarios -los que se fueron y los actuales- la mayoría de los cuales en sus campañas OFRECIERON LA VUELTA DEL TREN A PICHILEMU, pero que una vez sentados en el curul de parlamentarios, les llega la AMNESIA, revelando cuán comprometidos son realmente con lo que dicen y hacen finalmente. ¡Nada al respecto!
Hoy nuevamente me he sentido motivado a escribir sobre el tema, para descargar la impotencia al ver la indolencia de estos seudos representantes ante el Parlamento que responden más a los intereses partidistas, el poder y el particular. Pues lo hagan bien, regular o mal, si le es útil al partido, lo seguirán apoyando para que siga mintiendo y engañando a los electores y demostrando «su nula vocación de servicio», sino al revés, su ineficiencia, su prácticamente nula capacidad propositiva, sino más bien su capacidad de manipulación, de negociación, para arreglar situaciones que beneficien a los parásitos que, en todos lados, profitan y se alimentan de réditos pecuniarios.
¿O acaso los ven en algo más constructivo?, parando -por ejemplo- la venta del patrimonio ferroviario como ha estado aconteciendo. Porque digámoslo esto no ha terminado. ¡No!, empezaron vendiendo los durmientes y rieles entre Peralillo y Pichilemu sin respetar siquiera los monumentos nacionales de por medio. Mientras esto acontece, ahora se anuncia que venderán Estaciones y mañana, si es que ya no está ocurriendo, la faja de terreno por donde va -o iba- la vía férrea.
¿Qué tan distinto el régimen de Pinochet al de esta «democracia concertacionist», ante este tema?
Durante el régimen dictatorial pinochetista se empezaron a suprimir los ramales, contra lo cual luchamos por ello. Hoy la barbarie continúa ante la vista «tapada» y oídos «sordos» de nuestras flamantes autoridades y parlamentarios.¿Hasta dónde llegará tamaña indolencia? ¿Es que no tienen vergüenza de su silencio?

DEFENSORES
¿Podremos tener esperanza que estos bárbaros de la modernidad paren su acción? ¡Difícil!, sino imposible.
Es por ello, que desde nuestra desmedrada posición le envío a todos quienes por más de veinte años han estado luchando contra «los desgraciados que detentan poder».
Es más, mis saludos ante los que persisten en ello, como mi amigo sanfernandino Víctor Léon Vargas, profesor, investigador y escritor que viene durante décadas -en diferentes cargos- luchando contra los burócratas de turno del estado y sus parias.
Hoy, precisamente, el Diario VI Región, de San Fernando -uno de los pocos medios regionales- que ha estado proporcionando cobertura a estos hechos que denunciamos, dedica titular y contraportada para exponer lo que está ocurriendo.
Sin embargo, a veces, la labor periodística de algunos medios no cumple con su labor fiscalizadora que se le atribuye al «Cuarto Poder», sino más bien, para dejar consignado un hecho en la bitácora de la indolencia colectiva.
Es de esperar que en esta ocasión, sirva al menos para remecer a las autoridades de todo orden y a los parlamentarios, para que -al menos- analicen su comportamiento de «fiscalizadores» y evalúen SI LO QUE HAN HECHO al respecto es lo que de ellos se esperaba.
Y aunque las palabras del poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht, señalan que: «Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles»; igual concluyo esta nota para destacar a quienes al menos en su momento, asumieron y se comprometieron con la defensa del ramal San Fernando – Pichilemu: Al desaparecido dirigente vecinal pichilemino, Juan Navarrete; a los ex dirigentes del Sindicato de Cocheros, Juan Becerra, Mario Gutiérrez, Héctor Morales; a los carrilanos pichileminos, al Periódico «Pichilemu» que en su momento se la jugó; a los sanfernandinos miembros de la Asociación Chilena de Conservación del Patrimonio Ferroviario, Juan Orellana, Víctor González, entre otros.
Y, por cierto, a los actuales miembros del comité de defensa del ramal. Asimismo, a la radio local «Entre Olas» que permanentemente ha estado atenta a denunciar lo qué está ocurriendo. Como también a la excepción edilicia de Colchagua, me refiero a la Peralillo, que está defendiendo la eventual venta de la estación peralillana.

DIARIO VI REGION

Ante silencio de algunas autoridades
Comité de Defensa Sigue Lucha por Ramal a Pichilemu
Hace algunos días la Municipalidad de Peralillo paralizó la venta por Internet de los terrenos de la estación de esta localidad, cuya línea es parte del conocido ramal de Pichilemu. Los amantes de la historia de ferrocarriles siguen lanzando un S.O.S. para impedir que el ramal a Pichilemu siga sufriendo su destrucción, perdiendo la tradición de muchos que lograron viajar a la costa por sus añosos rieles.
El objetivo principal que en un principio fue volver a ver el humo de la locomotora llegar a la estación del principal balneario de la región, pasó ahora a impedir la enajenación de los terrenos para mantener una faja vía por algún proyecto futurista con rieles tipo Z o K (soldable) para mayor carga y velocidad, con durmientes de hormigón, como EFE proyecta hacer con el ramal Púa – Lonquimay.
En la actualidad, los rieles que se están vendiendo en el ramal a la costa de Colchagua y Cardenal Caro son del tipo J y B (delgados para las exigencias actuales de la empresa de ferrocarriles).
La idea del comité de defensa del ramal Pichilemu es mantener el ferrocarril como alternativa vial por el exceso de carga y pasajeros en camiones, buses y automóviles que congestionan y provocan un alto índice de accidentes carreteros en la ruta I-50. Además, en el aspecto social son necesarias las comunicaciones para evitar más la migración de comunidades campesinas de Cardonal, San Miguel de Las Palmas, El Lingue, Larraín Alcalde, aisladas en la actualidad.
Otro de los problemas que manifiesta este comité de defensa es sancionar el levante de rieles en la Estación de Pichilemu por ser Monumento Nacional, además de solicitar al Consejo de Monumentos Nacionales una delimitación que incluya la histórica tornamesa en esta estación.
Víctor León, uno de los amantes de la historia del ferrocarril, y principal impulsor de esta defensa ha luchado por mucho tiempo en preservar este ramal, incluso hablando con autoridades, parlamentarios y amantes de la historia ferroviaria del país, sin que hasta el momento tenga una solución a sus demandas. Sólo espera que algún diputado tome razón de este problema en lograr el sueño de muchos, que el ramal a Pichilemu y su historia sea resguardada por las autoridades.

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