La encontramos en la Estación del Metro de la Universidad de Chile, hace un par de años, cuando el Secano Costero mostró sus productos estrellas, tales como: los aceites de oliva -donde estaba Magaly Calderón, con su marca Altagracia- el cordero, la quinoa, la carne de avestruz, etcétera. Y, por cierto, también, artesanía y la oferta turística de nuestra comuna.
En esa ocasión, “pichilemunews” publicó una nota al respecto; puesto que fue una sorpresa encontrar a esta pichilemina -miembro de la familia Calderón Caro- y más aún, en una actividad de empresaria y productora de aceite de oliva, actividad en la que trabaja junto a su marido en una parcela cercana a Pichilemu.
CREMA
En la nota del Suplemento PYMES, se le destaca porque está siendo pionera en un nuevo producto, en el país: CREMA DE ACEITE DE OLIVA.
Aparte de felicitar a esta empresaria y de desearles más éxito en sus proyectos, no vamos a decir nada más, excepto transcribir la nota íntegra para que sirva de ejemplo a otros que quieren incursionar en otros rubros y demostrarles que !se puede”. ¡Eso simplemente …!
Magaly Calderón fabrica el unguento en la Sexta región
EMPRESARIA APUESTA POR LA CREMA DE ACEITE DE OLIVA
También elabora aceite de oliva que ha enviado a Bélgica y Alemania gracias a la red de Comercio Justo.
Un negocio familiar que se inició casi por casualidad, es el que tiene Magaly Calderón (Caro) en la Sexta región, donde produce aceites de oliva y cremas utilizando este producto como base para la fórmula.
Utilizando unos terrenos heredados, Magaly y su marido se volcaron a la confección de aceite extra virgen bajo la marca Altagracia, con la idea de aprovechar las 10 hectáreas y el dinero que obtuvieron luego de postular a una ayuda de la Corporación para la Innovación Agraria.
Hasta el momento la producción es pequeña pero aun así han logrado exportar algunas partidas de su marca Altagracia a Bélgica y Alemania, gracias a la participación de su empresa en la red de Comercio Justo.
“El proyecto de las cremas a base de aceite de oliva nació gracias a la inquietud de una clienta de nuestro aceite. Ella insistió mucho en que necesitaba una crenma de aceite de oliva, ya que en el extranjero le habían comentado de las propiedades cosméticas y nutritivas de las vitaminas contenidas en él, y su médico se la había sugerido”., explicó Calderón, quien por estos días es una de las expositoras en una muestra de pequeños y medianos empresarios en Alto Las Condes.
Según ella, para la concreción de la idea (que se habría originado en Turquía en el siglo primero despu´+es de Cristo y que hoy en Europa cuenta con productos que incluyen hasta champú), fue clave lo aprendido en un viaje a España. “Fuimos a una feria de acietes de oliva y nos dimos cuenta que allá lo utilizaban en otras preparaciones que jamás habíamos visto: aceites para masajes, jabones, cremas y hasta para helados, en lo que se refiere a repostería”.
“Entonces empecé a buscar documentación y así nos lanzamos a fabricarla, en un pequeño taller que tenemos en Pichilemu”., recordó añadiendo que este producto, rico en vitamina E y antioxidantes naturales, es recomendado para pieles maduras. “Y muy solitada en la cuenca del Mediterráneo”.
-¿La están produciendo para la venta o todavía está en etapa experimental?
– No, ya la estamos produciendo y vendiendo y eso que ha sido muy difícil adaptar los procesos productivos, que de momento sólo estaban adaptados al aceite. De momento nos encontramos en el proceso de certificaciones pero ya la pueden adquirir (Fono: 231 3997) por 8.500 pesos el frasco.
-¿Qué pasa si alguien de regiones quiere tener este producto?
– No hay problemas, nosotros hacemos envíos a provincias por bus y el pago se realiza vía transferencia de fondos. No importa que sea solo un frasco, nosotros lo mandamos igual.
