Ingeniero agrónomo afirma que la planta de celulosa vertirá miles de toneladas de toxinas al río Itata.
Fuente: Diario Publimetro ( www.metropoint.com), lunes 3 Jul 2006.
El ingeniero agrónomo Ricardo Merino, quien además es profesor emérito de la Universidad de Concepción, denunció que ha estudiado profundamente el proyecto forestal enclavado en el valle Itata y que no se puede obligar a 45 mil personas a beber aguas contaminadas por los riles de Nueva Aldea.
Asegura que la misma Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), en cifras oficiales, indica que la celulosa Arauco y Constitución (Celco) usará en sus procesos diarios 55 toneladas de hidróxido de sodio, 63 toneladas de carbonato de calcio, 43 toneladas de ácido sulfúrico y 12 toneladas de agua oxigenada, entre otros productos químicos, los que a juicio del académico, inevitablemente contaminarán el río en cuestión.
Llamado a la tranquilidad
Sin embargo, el supervisor regional de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, Rodrigo Riquelme, llamó a la calma a la comunidad, precisando que las inspecciones a la planta no han arrojado nada anormal, y agregó que el río Bio Bio hace años recibe descargas de celulosas y jamás los habitantes de la provincia de Concepción se han visto afectados por el consumo de agua potable.
De todas formas, indicó que la limpieza constante del agua es tarea de la Empresa de Servicios Sanitarios del Bío Bío (Essbío). No obstante, el docente chillanejo Ricardo Merino recordó que hace un par de años la sanitaria señaló que no poseía procedimientos para eliminar compuestos tóxicos y que si llegaran a obtenerlos, el costo adicional lo pagarían los propios usuarios. «Son sustancias muy peligrosas para la comunidad. Ojalá tomen en cuenta estos informes», concluyó.
Fuente: www.tribunadelbiobio.cl, lunes 3 Jul 2006.
Cuestionan solicitud a favor de inicio de operaciones de Celco Nueva Aldea
Celco usa en sus procesos productivos diariamente elementos como ácido sulfúrico (43 toneladas), entre otros compuestos, dijo el académico de la U. de Concepción, Ricardo Merino, según cifras confirmadas por la propia Conama.
El ingeniero agrónomo y profesor emérito de la Universidad de Concepción, Ricardo Merino consideró desatinadas las palabras del diputado Carlos Abel Jarpa, quien pidió a través de los medios de comunicación que la planta de celulosa de Nueva Aldea (Celco) iniciara sus operaciones.
Merino, quien ha estudiado profundamente el proyecto forestal y de producción de pulpa enclavado en el valle de Itata sostuvo que no se puede obligar a 45 mil personas a beber aguas contaminadas por los riles, por cuanto la propia Conama indica en cifras oficiales que Celco usará en sus procesos diarios 55 toneladas de hidróxido de sodio; 63 toneladas de carbonato de sodio; 63 toneladas de carbonato de calcio; 43 toneladas de ácido sulfúrico; 12 toneladas de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), entre otros productos químicos.
«Estos productos, inevitablemente, transformados o no, irán a los riles y contaminarán el río Itata junto a otros compuestos que se agregarán y que son dañinos tales como ácidos resínicos, compuestos organoclorados, fenoles y diferentes metales pesados», aclaró el académico que se ha destacado por iniciar un proceso de información a la población de la zona y que ha sido considerado en importantes debates y charlas.
Merino dijo además que el ex intendente, Jaime Tohá, «estaba más consciente de ello, al declarar por televisión, radios y prensa, que primero estaba la salud de sus habitantes y costara lo que costara, esto se iba a evitar».
INDUSTRIA FORESTAL DAÑA EL EMPLEO
Merino argumentó que expertos de la Universidad Católica, ante consultas del Consejo Consultivo de la Conama, declararon que las viñas son proveedoras de mayor empleo en la zona y que incompatibilidad entre una Planta de Celulosa y la producción de vinos.
«La pérdida de imagen provocó que ya se rechazara una partida de 80.000 botellas de vino orgánico, por esta razón a Suecia, país forestal conocedor del tema», dijo. El valle de Itata tiene una alta productividad agrícola, vitivinícola, ganadera, pesquera y turística, y la instalación de un proyecto forestal industrial de tal magnitud alterará en forma irreversible el sistema socioeconómico de la zona, el que se ha caracterizado por la excelencia de sus productos llegando en el caso de los vinos a tener «denominación de origen».
«Es inconcebible en cualquier parte del mundo, que el Consejo Consultivo de la Conama, constituido fundamentalmente por el Consejo de Ministros, haya aprobado que puedan ser vertidos los riles al río Itata, hasta con un caudal de 3,4 metros cúbicos por segundo, en circunstancias que el caudal ecológico del río son 10 metros cúbicos por segundo», explicó el académico.
Merino expresó que el caudal ecológico de un río es el caudal mínimo necesario para mantener la fauna y la flora de un río.
NO SE ESTUDIO EL LITORAL MARINO
El profesor universitario recordó también que ni en el primer Estudio de Impacto Ambiental, como tampoco en el segundo, para 856.000 toneladas, se estudió el litoral marino, porque se sabía que la plataforma marina era muy baja y que el río en su desembocadura, incluso tenía corrientes circulares hacia la costa y no hacia el interior del océano, sin embargo la aprobación del EIA lo convirtió en un proyecto legal.
«El funcionamiento de la planta puede que llegue a ser legal, pero no es justo para los habitantes del valle. Entre lo legal y lo justo, opto por lo justo», recalcó Merino. Además, destacó el rol de los ciudadanos y los parlamentarios que han sido «fieles custodios», además de ayudar a una mejor calidad de vida de los habitantes de una región, sea ambientalmente concebido y socialmente responsable.