Entre el 27 de Diciembre de 1998 y el 6 de Enero del 1999 se realizó en Chile, Picarquín (San Francisco de Mostazal, VI Región) el 19° Jamboree de Scout Mundial; reuniendo a más de 30 mil jóvenes de 132 países, el último del siglo pasado.
Pues bien, los dirigentes –pero más las autoridades gubernamentales de la época- se engolonizaron con la idea y lo sacaron adelante. Sin embargo, la inversión que hubo que realizar allí fue de miles de millones de pesos, en la construcción de alcantarillado, una Planta de Tratamiento de Aguas Servidas, diversas instalaciones, Casinos, Servicios Higiénicos, salones, mejorar caminos, construir un Paso Sobre Nivel en la Carretera 5 Sur, etcétera, etcétera.
Cabe señalar, como información al margen, que se dispusieron Fondos para el Jamboree Mundial, a través de iniciativas aprobadas por el Senado, donde el senador Nicolás Díaz Sánchez (DC, de la VI Región) se convirtió en el principal impulsor. El proyecto de acuerdo aprobado por el Senado pide se oficie al Presidente de la República para que, si lo estima procedente, presente al Congreso un proyecto de ley especial que permita disponer de los recursos necesarios a la Asociación de Guías y Scouts de Chile para la organización del XIX Jamboree Mundial, que reunirá a unos 40 mil jóvenes de entre 12 y 18 años de edad, provenientes de 132 países. El evento mundial se efectuará en Chile durante los meses de diciembre de 1998 y enero de 1999, (según Diario La Tercera del 29-11-94).
Hoy esas dependencias –según algunas publicaciones que han recibido la inquietud de habitantes del sector La Punta, próximo al lugar, aquellas instalaciones son ahora usadas para realizar allí todo tipo de “fiestas” donde el alcohol y drogas son parte de la oferta. Así lo explicita el Portal www.granvalparaiso.cl (ver nota al final).
Pese a ello y a que el lugar es subutilizado, durante el año 2005 se le hicieron nuevas instalaciones como, por ejemplo, un nuevo comedor con una capacidad para recibir a 550 personas, el que funciona en Picarquín desde el finales de 2005. Cuenta con un sistema de enfriamiento que mantiene una temperatura agradable en verano, y dispone de calefacción para la temporada de invierno.
HERMOSO ELEFANTE BLANCO
Bajo el lema “Construyamos la paz” se desarrolló el mega evento, en Picarquín, a 61 kilómetros de Santiago, en una propiedad de 3 mil hectáreas de superficie, la que posee montañas que alcanzan los 2.300 metros de altura vegetadas con bosque nativo. Es un lugar privilegiado, pues existen lugares espectaculares para realizar excursiones con una maravillosa vista de la cordillera de Los Andes, hacia la cordillera de la Costa y el valle central del país.
No obstante, los visionarios que se la jugaron por ese proyecto hoy se desentienden y se dice que hay enormes problemas para solventar los costos de operación de esas instalaciones. Y, aparte de ello, una deuda que sigue creciendo.
La consulta es entonces, por qué las autoridades de gobierno se la juegan con todo –a veces- para darse un gustito y no son capaces de hacerlo por algo que es realmente necesario como lo es la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Servidas y el Alcantarillado de Pichilemu, el que viene postergándose por décadas. Y, hoy, cuando se anuncia una solución es la que lejos de no contaminar, seguirá ahora contaminando el mar a vista y paciencia de nuestros ojos.
¿Se acuerda de Picarquín? (www.granvalparaiso.cl)
La zona es hermosa, brutalmente hermosa. Se ubica al este de San Francisco de Mostazal, junto a los faldeos cordilleranos, con lomajes suaves y una grama de verde intenso que es acompañada por árboles autóctonos que otorgan al lugar características de postal. Allí se realizó el ‘Jamboree Mundial’ que recibió a miles de boy-scouts y girl-guides provenientes de los cinco continentes, y para tales efectos Picarquín fue diseñado.
Uno de los impulsores de la idea fue el entonces senador Nicolás Díaz –que actualmente se desempeña como concejal por Rancagua- convencido de que Picarquín era una extraordinaria iniciativa para dotar a la juventud de la región y del país de un escenario adecuado para la práctica del scoutismo o, simplemente, para realizar allí importantes encuentros y actividades juveniles.
Mantener ese parque no es barato, como tampoco resulta fácil evitar que se internen en sus parajes algunos grupos de antisociales que realizan allí encuentros de consumo de drogas, bacanales e incluso cacería de aves y animales menores. Picarquín no cuenta en la prensa nacional ni regional con promoción de sus atributos; poco se sabe respecto de quiénes están usando esas instalaciones, como tampoco se conoce cuál es el gasto mensual o anual que exige su mantenimiento. Lamentaríamos mucho enterarnos de que el otrora orgulloso ‘Parque Picarquín’ se ha transformado en un elefante blanco al que pocos pueden ingresar para el disfrute de los pequeños, los jóvenes y los adultos de cualquier edad.