– En el Siglo XIX y a principios del Siglo XX las calles de las ciudades se pavimentaban con huevillos. Después se derivó al uso de adoquines y años después con hormigón y asfalto.
Para abaratar costos, pichilemunews propone usar huevones, material que abundan en nuestro país.
¿Quién responde por las decisiones equivocadas de los funcionarios gubernamentales, en la puesta en marcha de algunos proyectos?
Sí, aquellas decisiones basadas supuestamente en estudios técnicos realizados por profesionales- y que una vez en marcha, al poco de andar, demuestran algunas o la mayoría de las secuelas negativas anunciadas por quienes se oponían.
Pues eso es lo que está pasando constantemente, y los únicos que pagan las consecuencias son los habitantes de las respectivas comunidades afectadas.
Pero estas decisiones equivocadas no sólo son en el ámbito de proyectos que son sometidos a Estudios de Impacto Ambiental.
Un ejemplo de estos últimos es lo que ya hemos publicado sobre lo que está pasando en la comuna de Ránquil, en la Octava Región, con el funcionamiento de la Planta de Celulosa Nueva Aldea, de CELCO (ver artículo que transcribimos).
Por otra parte, la opinión pública conoce a través de las noticias, de los problemas que va a experimentar la continuación de vías de comunicación que, tarde o temprano, deberán construirse a través de lo que se conoce como Proyecto Ecológico Parque Pumalín cuya propiedad es actualmente de una Fundación, donde Douglas Tompkins, el norteamericano que compró al estado chileno extensos territorios que literalmente cortan nuestro país, sigue teniendo un papel preponderante. ¡Ni más ni menos!
Y ante el solo anuncio de la continuación del trazado de la Carretera Austral hay una discusión y polémica si corresponde o no pagar indemnización por los territorios que aquel trazado determine.
Ante ello surje la pregunta ¿nuestras brillantes autoridades en qué pensaban cuando hicieron tremendo negocio? ¿Cautelaron realmente los intereses de nuestro país, previendo el futuro?
¿O por ninguno pasó por la mente que era necesario conectar nuestro país en esas zonas que se estaban vendiendo?
Por todas las implicancias que tras el proyecto ecológico exísten y que dan material para otra nota, solo daremos nuestra modesta opinión sobre el trazado que debe hacerse y sobre las indemnizaciones.
Más de alguien dirá, ¿quiénes somos nosotros para meterse a opinar en estos temas?
Simplemente porque somos chilenos y nos interesa nuestro territorio. ¿O acaso tenemos que seguir vendiendo nuestro territorio o dejar que lo tomen o anexen como ha suscedido tantas veces, el mismo que otros en el pasado- defendieron con su sangre?
En la impotencia que sin ninguna duda- sentimos miles de chilenos por lo que está pasando, se me ocurre una idea para aplicar. Es muy sencilla y que el comun de nosotros la emplea para resolver problemas por muy complejos que sean: Darle un PLR al gringo ese o quienes sean, devolverles los millones que pagó o pagaron por aquellas tierras y, luego, tomar poseción de los territorios.
Que se vaya o vayan a Irak, o pida a su gobierno que inventen otra guerra en el país de su predilección y se tome el territorio que quiera. En él, con el ojo que se gastan quizás- encuentre petroleo que tanto les gusta ¿o no?
Paralelamente, el MOP o el Cuerpo de Ingenieros del Ejército como ya lo hizo con la Carretera Austral- proyecten las vías que sean necesarias para conectar pueblos y ciudades. Enseguida, las pavimenten como se hacía antañp, a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, no usando huevillos como entonces, sino poniendo en el camino a todos los huevones que queden vivos y que a lo largo del último tiempo han estado tomando en todos los ámbitos- decisiones equivocadas en perjuicio de nuestro país y que, finalmente, no se hacen responsables de nada.
Si es que llegan a faltar huevones, seguir con aquellos que no conformes con sus sueldos, recibían sobresueldos hasta hace un tiempo atrás, como también a todos esos que a espaldas del pueblo se suben el sueldo, no precisamente según el IPC, sino que el 100% de las dietas que ganan la mayoría- por servirse antes que servir a quienes los eligen.
Si es que faltan huevones, lo que dudo, seguir con los frescos car e palo que a título de nada son contratados para hacer asesorías muchas veces inexistentes- por encargo de los políticos.
Después de esa capita de material, recién ahí, poner el suficiente hormigón para que no nazcan eventos como los que aparecieron en la Alameda, a los meses de ser repavimentada.
¿Ven?, una sencilla pero gran solución a grandes problemas que enfrenta el país.
¡¡Y gratis!!, aquí nadie está cobrando por esta idea, que no por venir de regiones, no es digna de considerar. Al contrario, sin falsa modestia, sería una extraordinaria solución.
¡De nada!
