El portal web más leído del país: wwwgranvalparaiso.cl trae un interesante artículo relacionado con el Sr. Pedro Velásquez Seguel, quien hasta hace muy poco se desempeñaba en Coquimbo, dándole prestigio a su partido, la Democracia Cristiana.
No se puede desconocer que hay servidores públicos que se destacan. Este es uno de ellos, quien en varios años al frente del municipio coquimbano ha hecho una muy buena gestión. Entre ellos, proyectos ambiciosos que ha podido sacar adelante y que se ven, con mucho éxito -Cruz del Milenio y Mezquita- aparte de muchas obras en beneficio de la comuna.
También hay otros, que llevan igual cantidad de años y que -también- han encabezado logros importantes; pero proyectos señeros de una comuna turística -como la de Coquimbo, como de Pichilemu- no se ven.
Pero como no se le pueden pedir “peras al ulmo”, los invito a conocer el artículo a que hacemos mención.
Pedrito fue por lana y salió formalizado
Ex Alcalde de Coquimbo fue destituido por sobrevalorar unos terrenos…al final, parece ser que el lado oscuro de la fuerza siempre triunfa
María Isabel Urízar, ingeniero agrícola
(08/01/07)
PEDRO VELASQUEZ SEGUEL, ex Alcalde de Coquimbo, fue destituido por sobrevalorar unos terrenos, en otra demostración más de que, definitivamente, el dinero y el poder corrompen y por más buenas intenciones que tengan algunos ediles, al final el lado oscuro de la fuerza suele ser más fuerte.
Pedro Antonio Velásquez Seguel llega proveniente de Ovalle a los cerros de Coquimbo siendo todavía un chiquillo. De origen humilde, es el número 6 de 13 hermanos. Comienza su vida laboral a muy temprana edad, cercano a los 10 años, trabajando en diversas actividades como panadero, empacador de almacenes, cuidador de autos y cuanto trabajo le pusieran por delante, aparte de laborar como dependiente de una conocida ferretería porteña. Egresa del Liceo Técnico de Coquimbo como contador. Tiempo después asume la alcaldía de Coquimbo con un amplio respaldo popular, que lo hizo mantenerse por más de 14 años en el cargo. Ya Alcalde, decide seguir estudiando, por lo que se recibe de abogado en la Universidad Bolivariana.
Desde sus orígenes, en los cerros, pudo notar todas aquellas necesidades que esta ciudad tenía. Le reconocemos un gran número de avances y mejorías del puerto, como la implementación de agua potable, electricidad, la pavimentación de casi todas las calles coquimbanas y una extensa lista de obras. Recibió una ciudad muy pobre y la dejó increíble.
Durante su administración se relacionó con el Papa Juan Pablo II, de quien consiguió apoyo para levantar la Cruz del Tercer Milenio y también obtuvo recursos del Rey de Marruecos para la construcción de una gran mezquita, cuyo costo superó los 2,5 millones de dólares y se transformó en una gran atracción para los visitantes. Remodeló, además, el Barrio Inglés y gestionó las obras del puerto artesanal. Todos proyectos muy ambiciosos, pero muy buenos para el desarrollo de esta ciudad. Lamentablemente, el poder y el dinero nublan los nortes y manchó sus manos y su imagen para siempre.
Como coquimbana albergo sentimientos encontrados, ya que hizo por nuestra cuidad muchas obras increíbles, además de apoyar con becas a jóvenes universitarios. Pero también están las acciones indebidas de hacer recortes en las negociaciones del municipio y eso es algo que no se puede dejar de lado a la hora de cualquier balance. Esta vez me gustaría creer en el viejito pascuero, me gustaría que devolviera el dinero que robó y que la comunidad lo perdonara. Como dicen: errar es humano y perdonar divino.
Imagino que este señor vio cómo los peces gordos hacían y deshacían en los gobiernos de la Concertación, entonces quiso hacer lo mismo y su falta de experiencia lo delató; fue por lana y salió trasquilado. Un triste fin para un hombre que al parecer sentía cariño por la ciudad que lo vio crecer, lo vio estudiar y lo vio triunfar, y que ahora lo ve convertido en un delincuente más. Ojalá que hubiera más Pedros Velásquez, pero que no cediera ante los malos ejemplos de sus compañeros de bando. Ojalá que Valparaíso tuviera uno como el Pedro Velásquez de sus primeros años: le vendría bien a esta ciudad tan abandonada y decadente.
