Hemos leído una nueva columna del arquitecto Jorge Godoy Rojas, en el web www.elcachapoal.cl, donde ilustra e informa sobre los Planos Reguladores Comunales en nuestra región, 52 delos cuales -dice el articulista- están en diversas fases de desarrollo y donde, desde el año 1999, el gobierno regional ha invertido un total de mil quinientos millones de pesos.
“pichilemunews” sin el ánimo de rebatir la información, puede con un solo ejemplo decir que son más los recursos gastados en ello. Pues el Plano Regulador de Pichilemu se tuvo que hacer dos veces para llegar a la instancia de tener aprobado un nuevo instrumento de planificación, como el actual, publicado en el Diario Oficial en el verano de 2005.
El primer Plano Regulador Comunal de Pichilemu se aprobó y publico en el año 1984; pero diez años después ya estaba obsoleto y el primer gobierno comunal, tras el año 1992, contrató los servicios de un equipo interdisciplinario liderado por el profesional rancaguino Eric Ungerer, equipo que hizo una serie de talleres, estudios y diagnósticos previos, para plantear una propuesta que permitiera un ordenamiento a corto, mediano y largo plazo, previendo un crecimiento hacia el sur y determinando un límite hasta Cáhuil. Es decir, con ello, quedaba cubierta toda el área costera hasta esa localidad lacustre, cautelando y ordenando el territorio, con una serie de normativas que así lo aseguraban y previendo a todos los ciudadanos los accesos al borde costero.
Se fue al CORE y allá, una sola persona, fue capaz de revertir e influir en los demás el rechazo al proyecto por estimarlo “entre otras consideraciones- demasiado ambicioso.
Se corrigieron las observaciones hechas por ese consejero; pero así y todo, no lo dejaron satisfecho e impuso su sabiduría y conocimientos.
Casi diez años después, realizado por URBE -junto a otros Planos Reguladores ganados en Licitación Pública- se aprobó el instrumento de planificación de Pichilemu y Cahuil. Planos Reguladores que no difieren mayormente entre una y otra propuesta; pues “pichilemunews” participó como ciudadano en el proceso de ambas fases de participación ciudadana y donde hicimos observaciones y propuestas -verbalmente y por escrito- muchas de ellas acogidas.
Volviendo al inicio de nuestras palabras, nos llama la atención de la larga dilación en el estudio de muchos Planos Reguladores Comunales, excediéndose en el tiempo más de lo que razonable, con las secuelas que ello significa. Y eso lo deja establecido muy claramente el articulista.
Por dar un ejemplo. Según sus cálculos financieros unos 157 millones de pesos significa la pérdida patrimonial de los recursos regionales; recursos que podrían servir para adquirir más de diez ambulancias completamente equipadas y favorecer a centros hospitalarios de la región.
Usando otra metodología, el profesional llega a la conclusión donde “aumenta notoriamente la “pérdida” virtual, a unos 484 millones de pesos, equivalentes a 8,6 salas cunas ó no atender a unos 266 niños”.
Tras estas conclusiones, el profesional aclara que “Las pérdidas mencionadas son solo conclusiones financieras, no dineros extraviados”.
Pero la parsimonia y lógica de la administración pública -por desgracia- permite que estas cosas sucedan.
Otro ejemplo que podemos mencionar es el PLANO INTERCOMUNAL DEL BORDE COSTERO que empezó con la participación de un equipo de urbanistas y profesionales de la Universidad de Santiago; pero que nunca -tras ser entregado según los términos del Contrato- ha sido aprobado finalmente, pues una y otra cosa, impide que este se oficialice.
La pregunta que surge, es ¿quién o quiénes se hacen responsable que este aparataje estatal y burocrático siga entronizado con todas las secuelas negativas de su persistencia?
PLANOS REGULADORES ORDENAN LAS CIUDADES Y PUEBLOS ¿QUIÉN ORDENA A LAS AUTORIDADES?
