El transantiago desde hace ya más de un año -junto con las expectativas que genera al gobierno, por su contribución a la modernidad- genera una molestia y hasta rechazo por las improvisaciones a que nos tiene acostumbrados la administración de los gobiernos concertacionistas.
Muchos que -aunque no anduvimos con pasamontañas- que adherimos de una manera u otra al retorno de la democracia nos hemos desencantado no con el término, sino con quienes la ejercen y que en algunas actuaciones no tiene nada o muy poco de democrática.
Y si bien se avanza en varios aspectos, vemos permanentemente que Puentes -construidos con moderna tecnología, como el Loncomilla, colapsan- pero no solo ese, sino “se caen obras emblemáticas” antes de construirse, pese a que fueron por uno y otro Presidente o candidato, prometidas falsamente sin que se cumplan. Es más ejemplos de estos Puentes, tenemos el de Paniahue, en el acceso a Santa Cruz, donde deberán invertirse cerca de 140 millones de pesos para repararlo. También el Puente nuevo del río Cachapoal, en la Ruta 5 Sur, solo en nuestra región.
Hoy, el Transantiago tiene vuelto locos a los santiaguinos y ya veremos cómo será a la vuelta de vacaciones y clases de los estudiantes. Y todo aquello, pese a una campaña publicitaria “informativa” donde lo único que no explican cuántos millones de pesos y para dónde van los que recibe ese ídolo que de ello, cada día tiene menos.
El editor Mauricio Pérez Araya, del portal informativo de la región, www.elcacahapoal.cl nos trae un artículo que refleja en parte la impotencia acerca de este problema que tendremos también los habitantes de regiones.
Vamos a leerlo:
Transantiago y las regiones
Por Mauricio Pérez Araya
Es verdad que la modernidad tiene sus inconvenientes, pero también es verdad que debemos hacer participar a todos nuestros habitantes.
Se me ocurrió preguntar al Seremi de Transportes cual es la cantidad de personas que se movilizan durante el año hasta la capital. Grande fue mi sorpresa cuando se me informó que estadísticas del año 2002 señalan que entre la sexta región y Santiago se movilizan más de 12 millones de personas al año.Es decir (casi) un millón doscientas mil personas al mes entre estudiantes, trabajadores, comerciantes, y visitantes.
Me parece realmente de mal gusto que el gobierno de Chile invirtiera 550 mil dólares en Iván Zamorano dejando de lado todas las ciudades cercanas a Santiago y donde necesariamente debe haber información de este nuevo sistema de transporte.
Muchos políticos hablan de la descentralización, sin embargo al momento de invertir en difusión para que TODOS LOS CHILENOS SEPAMOS QUE PASA CON EL TRANSANTIAGO, las campañas se reducen sólo a los grandes medios nacionales y el resto chauuuuuuuuuuu.
Vergüenza es lo que siento cuando me preguntan mis coterráneos sobre el famoso plan de transporte:”no tengo la menor idea”, pregúntele a Zamorano él debe explicar cómo poder movilizarse en Santiago.
Nunca me he preocupado de las inversiones que desarrollan los privados con deportistas o estrellas de la farándula, pero en este caso se trata de dineros de todos los chilenos,dineros que día a día recopilamos en le famoso IVA (19%) y que se le utiliza en algunos personajes que por cierto no sufren de apreturas económicas.
No se que pensar a estas alturas, democracia para quién, socialismo para quienes,¿o será que hay chilenos de distinta clase?
En lo personal creo que la concertación se ha transformado en el nuevo PRI de Latinoamérica , nadie pierde su pega, los cambian de trabajo pero siguen generando dinero.
El Transantiago es una muestra más de este modo dictatorial de hacer las cosas, mientras en regiones seguimos pensando que Santiago es Chile.
Ahhhh se me olvidaba el mejor balneario para surfear de Chile ( Pichilemu) no tiene alcantarillado.
