Dos importantes pasos -a poco más de siete años de su creación- se están concretando en el presente año en los objetivos de la Banda Instrumental Municipal, que nació como una instancia para darle relevancia a los actos oficiales en la comuna, como también contribuir a ser un medio en la formación de niños y jóvenes y, a futuro, en la base de una Orquesta Sinfónica de Pichilemu.
Objetivos muy altos para algunos, imposibles de lograr para otros; pero todo ello se está acercando por hechos que solo ayer pudimos conocer de voz de uno de sus artífices y que han contribuido a que ello sea una realidad muy cercana.
DOS MÚSICOS
En efecto, desde el 3 de febrero recién pasado se encuentran dos jóvenes pichileminos como integrantes de la gran Banda Instrumental de la Fuerza Aérea de Chile. Ellos son Ignacio Fuentes Villalobos (18) y Carlos Alvarez Galáz (18), quienes ingresaron a la Banda Instrumental Municipal de Pichilemu siendo unos niños sin saber ABSOLUTAMENTE NADA de música.
Al cabo de casi siete años, ellos rindieron un exigente examen de admisión junto a cuarenta jóvenes de igual edad de todo el país, pasando todas las etapas, quedando al final entre ocho seleccionados; los cuales pasaron a integrar las filas de la Fuerza Aérea, con grado y sueldo. Y, por cierto, podrán seguir subiendo y superándose en una carrera que depende de ellos terminarla, jubilándose como lo hizo quien fue su maestro, Eduardo Moyano Espinoza, hasta jubilar en la institución. Su carrera le permitió, además de crecer como persona, recorrer todo el país con la Banda Instrumental, estar en las Jornadas Musicales de Frutillar, formar su familia, entre otros logros.
Todo ello estará dentro de la bitácora que iniciaron a partir de su ingreso a la Fuerza Aérea de Chile, y quizás llegar más alto, si se lo proponen y superar los obstáculos de una carrera que tiene exigencias de estudio y superación.
Cabe señalar que Ignacio aprendió a tocar el Trombón y Bajo; en tanto, Carlos, aprendió a tocar la Trompeta y Batería.
PROYECTO DE CUERDAS
Otro de los pasos conseguidos es -a través de un Proyecto de Cuerdas presentado por la Agrupación Cultural y Artística, que integran los padres y apoderados de los niños y jóvenes de la Banda- haber ganado recursos del Gobierno Regional para adquirir quince instrumentos musicales de cuerdas, los que ya se encuentran en Pichilemu. Con dichos recursos se adquirieron nueve violines, tres violas y tres violonchelos; lo que permitirá formar la Orquesta Sinfónica Municipal.
«Material humano hay de sobra», nos dice entusiasmado el músico y maestro director, Eduardo Moyano. Hay al menos cuarenta niños deseosos de empezar a aprender a tocar; pero lamentablemente esto no esta resuelto aún.
¿Cuál es la razón, no hay recursos para contratar a los profesores?
Eso mismo. Hasta ahora no está presupuestado la contratación de un profesor, aunque tenemos uno cercano y que saldría muy barato porque él es pichilemino. El es el violinista Diego Cordero Ramírez quien hace clases en el Instituto Regional Federico Errázuriz. IRFE, de Santa Cruz; pero también estaría dispuesto a enseñar a los niños de su comuna, a un valor muy conveniente. Por 200 mil pesos mensuales él podría enseñar no solo violín. Y aunque él no es ejecutante de viola y violonchelo, podrían enseñar lo básico, mientras se contempla dejar recursos para profesores específicos de esa especialidad.
Más adelante, el profesor Moyano nos expresa su confianza en una conversación con el Alcalde Vargas, para lograr darle una solución al tema de los recursos para empezar con las lecciones en los instrumentos de cuerdas.
Esperamos sinceramente que -en el arte de hacer lucir los recursos- encuentre la fórmula para sacar algún zángano y contrate a una persona que permitirá formar a nuevos músicos, un producto con sanos valores y que le dará -sin duda- satisfacciones y orgullo no solo a los padres de éstos, sino a toda la comuna, tal como la Banda Instrumental Municipal se los ha dado con creces a la comuna; pero que así y todo la municipalidad ni menos sus autoridades han sabido valorar plenamente.
A propósito, ¿sabe usted, porqué la Banda Instrumental Municipal no estuvo contemplado este verano en NINGUNA ACTIVIDAD ARTÍSTICA y CULTURAL?
En honor a la verdad, la respuesta NO ES porque la municipalidad no los haya incluido.
¡NO, de ninguna manera!!
Lo que ocurrió, fue que el noventa y tantos por ciento de los niños y niñas de la Banda TRABAJARON durante todo el verano, para ayudar a sus padres, para -cada uno- adquirir vestuario, útiles escolares, entre otras cosas personales. ¡Ese es el motivo!! ¡No hay otro!!
¿Se recuerdan los señores concejales cuando un ex colega vuestro abogaba por darles algunos incentivos a los niños de la Banda Instrumental, como una manera de que se sintieran «valorados», y su motivación fuera creciente en lugar de desmotivarse como ocurre con algunos?
Cabe agregar que estos incentivos NO ERAN EN DINERO, si equivalentes a todos por igual en vestuario, ya se salida o escolar.
Señores: el verdadero apoyo a la cultura se demuestra con hechos, no con palabras.
Para concluir esta nota, solo dos cosas: felicitar a los jóvenes que están siguiendo su carrera de músicos formando parte de la Fuerza Aérea de Chile, como también a sus padres que les apoyaron y, desde luego a su profesor que abrió las puertas de su ex institución, dejándola abierta a otros jóvenes que se aprontan a ingresar más adelante.
Y, a quienes realmente creen en un proyecto cultural que -antes de crearse estuvo tres años -sin que se le diera la pasada- puede cada vez en mayor medida proporcionar satisfacciones y orgullo a nuestra comuna, lejos de la mala imagen que -por otras causas- Pichilemu tiene en otros ámbitos pero que repercuten negativamente a todos.