PROYECTO MUSICAL -A DIEZ AÑOS DE SU IRRUPCIÓN- SIGUE EN PIÉ DANDO SATISFACCIONES

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PROYECTO MUSICAL -A DIEZ AÑOS DE SU IRRUPCIÓN- SIGUE EN PIÉ DANDO SATISFACCIONES Y SE APRONTA A DAR OTRAS

El año 1997, a poco de integrarnos al Concejo Municipal, una de las iniciativas que propusimos en la mesa, fue entre otras, la formación de una Banda Instrumental Municipal, como una forma de rescatar valores y talentos en los niños y jóvenes de la comuna.
Pese a contar con el apoyo del Concejo Municipal, no fue hasta los primeros días de Enero de 2000, cuando logramos -con el apoyo del músico y director de la Banda de San Vicente de Tagua Tagua, Manuel Toro- el envío de un músico para exponer nuevamente ante los concejales y el alcalde de las ventajas de contar con ese tipo de institución musical.
La idea era formar la Banda Instrumental -con participación de niños de todas las escuelas y Liceos de la comuna- y que esta sirviera de base para una futura Orquesta Sinfónica Juvenil: un sueño -para muchos imposible- que por cierto puede llegar a ser una realidad, así como varios ejemplos de comunas a lo largo de todo el país.
Felizmente, la iniciativa contó con la aprobación municipal y, sin instrumentos, el profesor y músico Erasmo Peña Leiva, inició su trabajo teórico mientras por uno y otro lado se postulaba a recursos para que los niños empezaran con sus clases prácticas. En el Fondart y con fondos de la Intendencia Regional -en la gestión del Dr. Raúl Herrera- se lograron recursos para instrumentos nuevos y usados y la Banda Instrumental debutaba en Septiembre de 2000, mostrando a poco andar con dos o tres marchas y el Himno Nacional que los niños tenían pasta. Y así, en cada ocasión de una presentación evidenciaban progreso y mayor repertorio, incluyendo también temas populares y de moda.
Por la Banda han pasado ya cientos de niños, desde 9 años a 18 años, egresando varios de los distintos establecimientos y, unos cuantos, siguen hoy diversas carreras en la Universidad e Institutos de Formación Técnica; mostrando que pertenecer a la banda Instrumental no es un obstáculo para estudiar. Es así, como hay jóvenes -de ambos sexos- que estudian pedagogías: Paulina Aravena Cornejo y Esteban Moraga Alvarez (Matemáticas); Cristóbal González Ramírez (Intérprete de Instrumentos y Dirección Orquestal); Ricardo Palma Calderón y Sebastián Vargas Celis (Música), Héctor Arraño González (Leyes), Karen Calderón Vargas (Construcción Civil), Omar Lizana Cerón (está haciendo su Servicio Militar en la Armada de Chile). Y los dos últimos: Ignacio Fuentes Villalobos y Carlos Alvarez Galaz, que son parte de la Banda Sinfónica de la Fuerza Aérea de Chile y de los cuales hicimos una nota en días pasados.
Es muy posible que algunos se escapen a este listado. La intención no ha sido otra que mostrar, con algunos ejemplos, cómo la Banda lejos de apartarlos de los estudios, ha servido en su formación personal; brindando paralelamente a la comunidad orgullo y satisfacción.

ORQUESTA SINFÓNICA
Desde hace unos cuatro años a la fecha, la Banda Instrumental sigue -ahora- con la dirección del músico y profesor Eduardo Moyano Espinoza, donde aparte de su labor ha seguido presentando proyectos a diversas instancias (siempre con el apoyo de los padres y apoderados, bajo el Centro Cultural y Artístico que debieron constituir), logrando éxito en algunos.
Es así, como al concursar a recursos de la Intendencia, obtuvieron -en la gestión de Héctor Leiva Polanco- recursos para adquirir quince instrumentos de cuerdas; contando a la fecha con violines, cellos y violonchelos.
Más de 35 niños están aprendiendo lo básico con el pichilemino, el intérprete de Violín, Diego Cordero Ramírez, cuyos honorarios cancelarán el Centro Cultural y Artístico, ya que el municipio pichilemino “no cuenta con recursos” para profesores de instrumentos de cuerdas.
Lo que de cierta manera indica que las finanzas sí están “por las cuerdas”, ya que sabemos la mezquindad con la cual se trata a la Banda Municipal; contemplando escasamente en el Presupuesto los honorarios del Profesor y Director de la Banda; pero para reparación de instrumentos y otros ítem: adquisición de música (partituras de nuevas marchas y temas musicales) deben conseguirse por contactos personales.
Dos o tres años que la Banda no recibe una subvención -del sistema de Parquímetro- que era usada para repuestos y reparación de instrumentos.
Todo eso debe hacerse por iniciativa ajena al municipio.
¿Uniformes?
Desde que fue creada la Banda, una o dos veces -acaso- se dio aporte municipal, el que alcanzó para adquirir buzos para cuando viajaban los niños a presentaciones dentro y fuera de la comuna. Todos los demás uniformes que han tenido se han logrado por el trabajo de los padres y apoderados, con rifas, bingos y actividades juntando peso a peso; mientras tanto, las felicitaciones llegaban a la autoridad comunal, como si fuera mérito propio.
Aún con todas estas muestras de mezquindad -a la que se agrega una actitud indiferente de algunos funcionarios municipales- la Banda Instrumental Municipal sigue en pié, quizás a pesar de algunos, trabajando arduamente, aparte del nuevo contingente.
Conversando con jóvenes de la Banda, nos hemos enterado que uno de los proyectos más próximos es preparar una presentación -quizás para la última semana de las Vacaciones de Invierno- con integrantes antiguos (que ya dejaron la Banda) y los actuales. Y dar un recital a la comunidad, como tantas veces lo han proporcionado en distintos puntos de la comuna, como también, presentaciones en la TV, en Santiago (en La Moneda, en la Estación U. de Chile, en la Plaza de Armas, en la comuna de La Pintana), como en diversas ciudades y comunas de la VI Región.
En tanto, el debut como Orquesta Sinfónica Juvenil sea para el 22 de Diciembre, aniversario de la comuna, como un regalo musical de sus hijos a esta comuna que “ha hecho tanto por ellos”.

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