PROVERBIAL GENEROSIDAD CHILENA SE HACE PATENTE EN PICHILEMU

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PROVERBIAL GENEROSIDAD CHILENA SE HACE PATENTE EN PICHILEMU

Dos mil quinientos “sesenta y nueve” metros cuadrados -ni más, ni menos- es la cantidad de metros de superficie que tiene la propiedad del ex Hotel terraza que hace muy poco acaba de comprar el empresario Mauricio Blanco Stevenson a la rancaguina Blanca María Isabel Astorga Moreno, por la no despreciable suma de 120 millones de pesos.
Así lo dice el título inscrito en el Conservador de Bienes Raíces de Pichilemu -en cuanto a la suma pagada por él- pero nada dice de la superficie,
¿De dónde la sacó “pichilemunews”?
La respuesta es sencilla. Desde las Escrituras originales que supongo el Notario Conservador las tuvo a la vista; pero que no fueron transcritas. La pregunta que asalta de inmediato es si fue “un olvido” o a solicitud del comprador.
¿Es raro o no?, porque me imagino que cuando un comprador compra quiere dejar -de acuerdo a los títulos y escrituras- hasta donde alcanzan sus propiedades para que otro vecino no se las discuta; pero aquí -lo que no sería raro en Pichilemu- algo no calza.
Las Escrituras originales señalan los siguientes deslindes: Al Norte, en 50 metros con terrenos de la Sucesión Ross; al Sur, en línea quebrada en 24 metros y 37 metros con Bajada a los Baños de Tina y Ducha; al Oriente (es decir hacia el lado del Parque), en 61 metros con prolongación de la calle Jorge Errázuriz o sea calle de por medio con el Parque (en donde esta la Escalinata que recorre de Sur a Norte); y al Poniente, con línea irregular en 24 metros con Paseo de bajada a los Baños de Tina y Ducha (se refiere a los Baños Tibios de Mar que funcionaron en La Terraza).
Otra pregunta: ¿Se les fue en collera la operación aritmética para calcular los metros cuadrados? Pues si es así, aquí el resultado que le pregunté a un “niñito de Escuela Básica”: El rombo de 50x61x24x37x24 de acuerdo a las medidas dadas, da EXACTAMENTE la cantidad de 2.569 m2. ¿Acaso no es lindo el numerito?
Por otra parte, me pregunto si en la Municipalidad de Pichilemu no hay un profesional que pueda sacar, calcular, estas sencillas operaciones aritméticas me parece sumamente raro. ¿Qué estaba haciendo el Director de Obras Municipales a la hora de dar línea de cierro a la propiedad que el Sr. Blanco está cerrando?
¿Observó este profesional arquitecto y los concejales -generosos ellos, excepto uno- que aprobaron que el Sr. Mauricio Blanco ofreciera “hacer algunas obras” a cambio de cerrar terrenos que no le corresponden?
Con no cierta impotencia me pregunto ¿por qué los concejales no le convida UN METRO CUADRADO de sus propiedades a sus respectivos vecinos, en lugar de entregar terrenos que son de todos?

A raíz de nuestros artículos, en que una vez más denunciamos y defendemos el patrimonio de todos, y que posteriormente son -publicados también por el portal rancaguino www.elcachapoal.cl- y leídos en Radio “Entre Olas”, sabemos que el Sr. Blanco llegó con sus documentos a la emisora pichilemina a mostrar lo que él ha comprado.
Por otra parte, el “pichilemunews” a raíz que se informó que el único concejal que no aprobó la propuesta y ofrecimiento del Sr. Blanco -a que hicimos referencia- fue el concejal Héctor Cornejo Galarce, enviamos copia de los documentos que obran en nuestro poder y que, a su vez, son copia de los que están en el Municipio local. Hoy sabemos que estos documentos ya están en manos del concejal Roberto Córdova Carreño. Ya veremos cuál de los dos tiene más pantalones para defender el patrimonio de todos.
En principio, supimos que el tema lo iban a tratar en el día de ayer; pero al parecer cambiaron de planes y lo harán más tarde; pero todo lo que se posterga no siempre es bueno. Al contrario, debían actuar con celeridad en estos casos ….
Por de pronto, lo primero que debían hacer, es solicitar en el Concejo y aprobarlo -consecuentemente- que se PARALICEN LAS OBRAS que está haciendo el Sr. Mauricio Blanco, en tanto no se aclare la situación jurídica de la propiedad, por una parte, y otra, que el Consejo de Monumentos Nacionales se pronuncie con respecto a las “obras” que se están realizando allí en lo que forma parte de la Zona Típica, o al menos, está colindante con ella. No olvidarse señores que -justamente para proteger la obra y legado del impulsor del balneario, don Agustín Ross Edwards- el 22 de Diciembre de 2004 fue declarado oficialmente -en el Diario Oficial- la ZONA TÍPICA.
¿Lo sabían, lo recuerdan? Si no se acuerdan, “pichilemunews” fue uno de los impulsores de esa iniciativa y se encargó de varias gestiones, llevando personalmente la documentación correspondiente ante el Consejo de Monumentos Nacionales. Es más, solicitó expresamente que el Decreto fuera publicado -ojala- en el día aniversario de la creación de la comuna; lo que fue acogido (tenemos los mails guardados que respaldan nuestra solicitud, dirigida al Secretario Ejecutivo -de entonces- Angel Cabeza Monteira).
Y póngale ojo a la actuación de ciertos funcionarios municipales o a honorarios, ya que están demostrando una actitud abiertamente contraria a los intereses municipales si es que no se han dado cuenta.

BIEN NACIONAL DE USO PÚBLICO
Aunque ya nos habíamos referido, también, al “nuevo Bien Nacional de uso Público” que la comunidad pichilemina ha perdido, la Prolongación de la calle Jorge Errázuriz, en el tramo que va de Avenida Agustín Ross (ex Avenida La Marina) hasta la playa), en una extensión de 61 metros y un ancho aproximado a los siete metros; que representan 423 m2, hoy nuevamente debemos volver al tema.
Pues -tal como ya lo habíamos informado- el Sr. Mauricio Blanco Stevenson también llevó a la Radio “Entre Olas”, los documentos que acreditan que él compró ESA PROPIEDAD. Es decir los 423 m2. en la suma de 20 millones de pesos, que también le vendió la vecina rancaguina indicada, viuda, madre de tres hijas y un hijo varón de profesión abogado.
Aquí es donde queda patente -una vez más- la generosidad de algunas entidades públicas, como lo es Bienes Nacionales con lo que es de todos, en todo tiempo. Ayer y hoy (pérdida de terrenos dentro del Bosque Municipal, por dar solo un ejemplo).
Pues que quede claro. Esto ocurrió el año 1983. No sé qué argumentos habrá usado esta señora, porque ella compró 2.500 m2 aproximadamente, según las Escrituras originales; pero el caso es que logró sin mayor trámite el Título de Dominio sobre esa extensión de terreno y que -ojo- aún sigue saliendo en los documentos actualmente inscritos por el Sr. Blanco; lo que -a mi juicio- debiera servir para que UN BUEN ABOGADO defienda los intereses municipales y lo recupere. O al menos quede el precedente -que en otros casos el ex alcalde Vargas no quiso dejar- que los concejales o autoridades municipales no son idiotas y al menos defienden lo que les corresponde -en su rol de fiscalizador- hacer como concejales.
Quedan tiradas las cartas. Esperaremos que hará el Concejo Municipal: si defenderán esas propiedades o aprobarán quedar de brazos cruzados que sigan produciéndose estas situaciones, como ocurrió con los 64.000 m2 del parque San Antonio y que compró un vecino de Pichilemu, el año 1993.
En ese caso, fue “pichilemunews” quien propuso dar la pelea judicial, pero el alcalde Vargas y la mayoría del Concejo Municipal “aconsejado por el abogado Esteban Cuello Mena, de poco feliz recuerdo- optó por no hacer nada “a esas alturas”.
Ante ello, fue “pichilemunews” quien logró -al menos- dejar el lugar conocido como Parque San Antonio, como área verde. ¿Hasta cuándo?

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