Los pichileminos no pagarán más por el tratamiento de las aguas servidas, que lo que pagan otros usuarios de la región, declaró director regional de la CONAMA al referirse a la solución que finalmente tendrá Pichilemu: Una Planta de Tratamientos de Aguas Servidas, en lugar de la solución de un emisario submarino que proponía la empresa sanitaria.
“No van a pagar más que lo que paga por tratamiento un vecino de Nancagua, en Placilla o Marchigue” señaló enfático el director regional de la CONAMA, Héctor González Medel al dar respuesta a una consulta periodística en torno a la tarifa que deberán pagar los pichileminos, al contar con una Planta de Tratamientos de Aguas Servidas.
De esta manera, el funcionario regional despejó la información -errónea- de que por el hecho de cambiar la alternativa del sistema Emisario Submarino a una Planta de Tratamientos de Aguas Servidas, los usuarios pichileminos deberían pagar más.
Las declaraciones realizadas al diario El Rancaguino, señalan además: “El sistema de tratamiento no les va a significar grandes cambios a ustedes (los usuarios pichileminos), que lo hagan distinto al resto. Lo más importante es que el esquema tarifario no va a ser un problema para la comuna. No van a pagar más que lo que paga por tratamiento un vecino de Nancagua, en Placilla o en Marchigue. Y eso, obviamente, permite despejar el tema de la amenaza de puesta en marcha de un emisario submarino”. Acto seguido, el personero indicó: “Una playa como Pichilemu tiene características especiales, no reproducibles en otro lado, y obviamente que aquí hay todo un proyecto de desarrollo en base a eso. Así que se ha respetado eso. La comunidad ha participado activamente en la solución y creo que objetivamente, revisados los antecedentes, es la mejor solución para Pichilemu (Planta de Tratamientos de Aguas Servidas). Por lo tanto es una buena noticia para la comunidad”.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
El personero, en la ocasión destacó la participación ciudadana al indicar que esto “es el fruto del trabajo de la comunidad organizada”, mencionando -por ejemplo- el trabajo de la Agrupación Ciudadana por un Pichilemu Limpio, con el cual dijo se reunieron.
Recordó: “Empezamos hace tiempo a evaluar un Emisario Submarino a través de una declaración de impacto ambiental que nos presentó Essel. Y nos dimos cuenta que ello no era suficiente para evaluarla”. Posteriormente, añadió, que “la empresa ESSBIO nos presentó un Estudio de Impacto Ambiental para un Emisario. Y ahí nos reunimos con la COREMA Regional”; para acto seguido recordar las palabras que habría dicho un parlamentario de la oposición: “En ese momento dijo que todo esto estaba arreglado, y que en el fondo esta consulta que estábamos haciendo no tenía sentido. Y la verdad que esto no fue así. Escuchamos a la comunidad y nos reunimos entre otros con la Agrupación por un Pichilemu Limpio que preside Luis Pavez, y nos entregaron numerosos antecedentes que nos hicieron dudar que el emisario submarino pudiera hacerse cargo de todos los efectos. Eso también lo entendió la empresa, y producto de eso, ésta cambió la alternativa de emisario por una planta de tratamientos de aguas servidas”.
No obstante, en honor a la estricta verdad, no fue tan así ni casualidad de este cambio, o porque ellos -la CONAMA o la COREMA se dieron cuenta y ahí la empresa cambió su proyecto- fue porque la comunidad reaccionó: sus organizaciones, empresarios, comerciantes, surfistas, entre otras instituciones -excepto los dirigentes políticos y sobretodo de la Concertación, donde la mayoría agachaba la cabeza y estaba con la solución que proponía la empresa- quienes se agruparon y dieron vida a la Agrupación Ciudadana por un Pichilemu Limpio, la que ha liderado la oposición a un Emisario Submarino en lugar de la Planta de Tratamientos de Aguas Servidas como la que había anunciado -el año 2001- el Presidente Lagos, al señalar en Cáhuil ante toda la comunidad reunida en el puente en construcción, que él la inauguraría antes que expirara su mandato; amén, del alcantarillado integral de Pichilemu.
Debemos señalar, por otra parte, que Héctor González precisó que la ubicación de la Planta de Tratamiento estará alejada de poblaciones y que ya tienen visto una alternativa que cumple con esos requisitos, lo que a su juicio será valuado rápidamente para que se implemente la solución para Pichilemu. Ello también, precisó, fue una determinación tras escuchar a habitantes de la Población Los Jardines quienes expresaron su aprensiones.
Finalmente, respecto de las tarifas no hay que olvidarse que estas las propone la empresa respectiva, pero en definitiva la que las aprueba es la Superintendencia de Servicios Sanitarios, el organismo que fiscaliza a las empresas sanitarias. Y, por suerte, ya no está en ella Juan Eduardo Saldivia (actual subsecretario de Obras Públicas), quien estaba totalmente de acuerdo con el emisario submarino y quien trató a la comunidad de muy mala forma porque se oponía a esa “brillante solución”.
Cabe recordar que ese mismo personero mintió a una delegación del Concejo Municipal, cuando le fuimos a plantear la posibilidad de que la Concesión para el Tratamiento de Aguas Servidas las pudiera obtener la Municipalidad o una Cooperativa, como acontece con algunas municipalidades.
En la ocasión, dijo que ello no era posible porque ya la concesión estaba concedida. Fue a buscar -el documento que lo acreditaba- y se demoró, se demoró, se daba vueltas y finalmente dijo: “No la encontramos; pero se la enviaremos ….”
La envió varios meses más tarde. Efectivamente la habían entregado; pero posteriormente a nuestra consulta, ya que los documentos tenían fecha posterior a la reunión que habíamos sostenido con él en Santiago.
Parece que la mentira es un mal en algunos funcionarios que alcanzan cargos como estos. No es el primero que miente, ni será el último.
