Los pichileminos durante un buen tiempo -en los primeros años de la década del ochenta- miraba con los “ojos de huevo frito” a aquellos tres o cuatro deportistas que llegaron a practicar surf Alvaro Abarca, los hermanos Mandry y Patrick Irarrázaval, premunidos de sus multicolores tablas.
Mucho antes, en el año 1970 varios fueron testigos -diariamente- durante unos meses al ver a un gringo desgreñado que solo con su tabla recorría varias cuadras, desde calle Bulnes a La Puntilla, para nadar donde nacían las olas y luego de remar con sus brazos sobre la tabla, se levantaba y lograba “cabalgar” sobre la cresta de las olas.
Tanto sorprendía por su habilidad, como su capacidad para soportar la temperatura del agua, ya que invierno o verano es fría, y no surfeaba premunido de traje especial, sino con su short.
De estas fechas ya pretéritas “han pasado muchas olas bajo la tabla” y hoy muchos pichileminos -de ser meros espectadores- varios están en los primeros lugares del ranking nacional, encabezándolo el varias veces campeón Ramón Navarro. Le siguen Cristian Merello Padilla, Fabián Farías Lizana. Y más abajo Leo Acevedo, Cristian González y muchos otros de diversas edades en junior y menores que están dando sus frutos.
Para muchos es un espectáculo ver la serie de maniobras que realizan los más experimentados y audaces; en tanto para otros, no le encuentran mayor gracia. Todo ello viene de muchos años atrás, razón que motivó al periódico PICHILEMU -padre de www.pichilemunews.cl- allá por los años 90 a preguntarles a los surfistas qué es lo que se siente al surfear.
Veamos las respuestas de aquel entonces en la víspera de la segunda etapa del Campeonato Estudiantil de Surf que se inició el sábado en las olas de Matanzas (comuna de Navidad, y que concluye mañana sábado 8, en las olas de La Puntilla.
IMPRESIONES
“La mejor experiencia que busco al practicar el sur, es conseguir “entubar” en una ola, pues es la maniobra más excitante. Es como otro mundo sentirse dentro de ella, ver la pared de agua moviéndose al lado de uno, tocándola, sintiendo un sonido diferente, indescriptible y con una vista al exterior, ma-ra-vi-llo-sa. Es una sensación rica en que uno quiere que el tiempo se detenga”. Con estas palabras explicó al periódico PICHILEMU el surfista Joseph Mc Croskey, originario de Santa Cruz, California, EE.UU., cuando aún estaba radicado en Pichilemu en su labor de misionero, allá por los años 1990.
Los surfistas al practicar su deporte, viven en cada ocasión instantes que los hacen vivir experiencias distintas. Y, es por ello que, al preguntárseles ¿qué sienten al surfear?, cada uno tiene una explicación diferente. Quizás algunas palabras pueden repetirse, pero difícilmente serán iguales.
Al menos así fueron las impresiones que recogimos en esa oportunidad en que conversamos con un americano -Joseph Mc Croskey- dos brasileños Álvaro Pereira y Freddy Jacob- y la simpática francesita Marie-Pierre Dabin, de 27 años, de la ciudad de Burdeos.
El deportista paulista y “shaper” (constructor de tablas) brasileño Alvaro Pereira nos dijo:”Es muy difícil de explicar porque la sensación es única y propia que se vive en el momento y aunque se siente un gran placer al correr la ola, no hay una explicación fácil de expresar”.
En tanto su amigo y coterráneo, Freddy Jacob, más canchero y que había oído a su amigo, nos expresó: “Cuando se está surfeando se procura estar en una perfecta armonía entre la ola y uno.Cuando esto sucede se produce un éxtasis … (pausa) -y continúa- te explico: la ola es una cosa que tiene vida propia y cuando uno entra en ella no se sabe qué va a acontecer. En un segundo tú puedes conseguir esa armonía que buscas o caer imprevisiblemente entre la espuma y arena y, vivir, también, segundos interminables; pero al final todo es gratificante”, señala con convicción y acto seguido agrega: ” Una cosa es clara, mientras mayor sea la ola que uno surfea, mayor es la emoción que se vive”.
Por su parte, Marie-Pierre Dabin un tanto nerviosa y que ha escuchado a sus amigos, pero sin entender mucho pues habla poco español, igual nos contestó nuestra interrogante. Eso sí, ayudado por el dependiente del “Completón” (local desaparecido), que tenía Santiago Godoy, y quien entendía muy bien a la francesa y ésta a Santiago en un “franespañol”.
La respuesta que nos dio la francesita -a la que le hicimos una pequeña sesión de fotos- fue la siguiente: “Lamentablemente no alcanzo a sentir nada -en tono risueño y un poquito picaresco, explicando enseguida- porque la ola es siempre más rápida que la tabla”. Dándole un respiro a Santiago, agrega: “Yo la verdad es que practico surf solo hace cuatro meses. Si bien conozco muchos lugares que he estado recorriendo, y donde hay olas espectaculares, no me he dedicado solo a surfear, sino a conocer esos lugares”.
De esa manera graficó porque ella “no siente mucho o nada” al practicar el surf. Luego nos dio a conocer que hace seis meses está recorriendo el mundo y que los lugares donde ha estado, han sido -por ejemplo- Indonesia, donde está la playa Nias y donde está la ola derecha más perfecta del mundo. Bali, Cantaduanes en Filipinas, Islas Martínicas, Brasil y Chile.
TURISMO
A titulo de qué estos recuerdos. Simplemente, los rescatamos a raíz de este campeonato estudiantil de surf que se ha organizado. Y que esperamos sea el inicio de una instancia duradera, de tal forma que se consolide como un torneo que ayude -por una parte- a fomentar este atractivo deporte acuático -en donde de alguna manera desde el primer momento en que apareció por Pichilemu, allá por el año 1984/85, de la mano de Alvaro Abarca, Miguel y Cristian Mandry, y Patrick Irarrázaval- empezamos a ayudar en su difusión, como lo señalan decenas de artículos en ese sentido. Y, por otro lado, con la esperanza que ayude a crear una corriente surfística -no solo con deportistas- sino con los familiares de los estudiantes que lleguen a competir.
Si se cumplen ambos propósitos, de alguna forma se estarán cumpliendo parte de los objetivos de la instauración del campeonato, ¿o no?
