Ayer, con suerte pude oír -solo por unos minutos- parte del programa Opinión democrática y ciudadana ( Roberto, ¿qué pasó con tus compañeros panelistas de la Concertación?. En todo caso tienes a Ximena, una mujer empeñosa y que sabe, y me alegro que siga aportando).
Ahí, pude conocer de la preocupación que te asiste por el Bosque Municipal, referente a la “cabida” de la propiedad que es de los Sindicatos de Endesa y que originalmente fuera de Don Agustín Ross y posteriormente de Don Evaristo Merino Canales de la Cerda, quien fue llevado por el primero como su administrador del balneario y en sus últimos años, alcalde de Pichilemu.
Efectivamente se hizo un levantamiento topográfico a cargo del profesional pichilemino Marcelo Galáz Vargas y ese plano -supongo, debe estar en la Dirección de Obras Municipales, u oficina de proyectos-. Fue en el tiempo en que el suscrito era parte del Concejo y a mi solicitud, ante los problemas y discusión de propiedad de parte de un particular, en el Bosque Municipal, se acordó su confección. Y que por la gestión tan brillante en defensa de los intereses municipales -que caracterizó al Sr. Vargas- se perdió en el Tribunal pichilemino, pese a que le fueron aportados antecedentes de ser aquel sitio (953) parte de esa área verde.
A ultrasnza, como una manera de proteger, también a mi sugerencia, se votó favorablemente en el Concejo Municipal la declaración de área verde a esa “propiedad”, a objeto de que cualquier comprador sepa que NO PUEDE CONSTRUIR, sino destinarlo a área verde. Sin embargo, en este minuto no me atrevo a asegurar que tal condición siga así, pues con lo que se sigue conociendo, capaz que uno de esos “vivos” (o “vivas”) que existen hayan vendido totalmente el Bosque Municipal.
Quiero pensar que sigue en poder del municipio.
PROYECTO DE REMODELACIÓN DEL BOSQUE MUNICIPAL
Se que a algunos molesta el estilo auto referente que debo emplear en algunos artículos. Pero para desgracia de ellos, las cosas son así. Y si no creen que así fueron, busquen los antecedentes, documentos que rebatan los dichos. Es así de simple.
Desde el año 1999 (quizás podría ser un año antes) existen cuatro proyectos en la Municipalidad que fueron financiados por alrededor de 25 socios de la Cámara de Turismo, de la Cámara de Comercio, Corporación de Desarrollo Turístico y de algunos vecinos (que no pertenecen a ninguna de esas instituciones). Estos pusieron -en partes iguales- un millón de pesos; SERCOTEC puso dos millones quinientos mil pesos; y la Municipalidad quinientos mil pesos. Total 4 millones de pesos -pagados por SERCOTEC, ya que los dineros se enteraron allí- al profesional arquitecto Francisco Correa Brheme. Los proyectos fueron cinco en total -aparte de varios más que hizo gratis, solicitados por la Municipalidad de Pichilemu- y fueron los siguientes: Remodelación de Avenida Ortúzar, Remodelación de calle Aníbal Pinto, Remodelación de Avenida Agustín Ross, Remodelación del Estadio Municipal; y Remodelación del Bosque Municipal.
Todos fueron presentados para su financiamiento al MINVU (para llevarlos a la realidad); pero solo el primero fue beneficiado con recursos. Los demás están ahí, para que las autoridades comunales los “chicoteen”, actualicen los montos y se peleen para sacarlos adelante.
Antes de referirme, concretamente al Bosque Municipal, necesariamente hay que aclarar que el proyecto realizado por el profesional Francisco Correa fue CAMBIADO, porque el alcalde de entonces encargó otro proyecto, donde solo se respetaron algunas ideas originales. Y ahí resultó lo que está …. Aclarado ese punto, seguimos.
Pues bien, el proyecto en el Bosque Municipal considera terminación de graderías (en toda la gestión del alcalde Vargas no se pegó ni un clavo. Todo lo que está ahí se hizo en la gestión del alcalde Orlando Cornejo), construcción de Camarines, servicios higiénicos, cafetería, custodia, estacionamientos. Y aparte, de las dos canchas existentes, un Frontón. Asimismo, una pista de Patinaje, nuevas especies arbóreas, iluminación, y al final -frente a las calles Manuel Rodríguez y OHiggins- un gran ANFITEATRO con capacidad para más de siete mil personas. Escenario, camarines, servicios higiénicos, en la parte alta -sobre las galerías construidas en la ladera- un restaurante para doscientas cincuenta personas, servicios higiénicos, boleterias. Todo esto por la calle Paseo del Sol (frente a las Cabañas Santa Irene). Dicho anfiteatro, con todos los elementos para realizar allí todo tipo de espectáculos artísticos, culturales, incluso algunos eventos deportivos, para darle multiplicidad de usos y justificar la inversión.
Pichilemu necesita un recinto para eventos masivos y justamente para ello, se concibió parte del proyecto. El que puede -si hay voluntad real de las cabezas pensantes- reflotarse, de tal forma de rescatar como corresponde esa importante área verde.
El concejal Roberto Córdova sabe de las peleas que tuve que dar cuando ponía estos temas en la mesa. Por ello me extraña un poco que no se haya acordado de haber oído siquiera sobre lo que estamos comentando.
Recordará el Sr. Córdova que mi voto -para arrendar parte del Bosque Municipal, para Entretenciones Mecánicas- siempre lo condicionaba a que esos dineros se REINVIRTIERAN EN MEJORAR EL BOSQUE, terminar de construir la Escala de hormigón; pero a todo el mundo le consta que las platas se iban a otro lado y no a lo acordado en el Concejo Municipal.
Y ahora, con toda la información que estoy dando, hasta que no lo sepa con certeza, diré que le siguió la pista; pues en otros temas similares ha expresado su preocupación públicamente; pero no se sabe qué ha hecho realmente por poner coto a situaciones que van en desmedro del municipio. A remediarlas, a conocer la verdad de las cosas.
Lo digo, porque a él le entregaron información -que también le envié a otro concejal- supuestamente para defender el patrimonio municipal; pero por las informaciones que me llegan todo sigue caminando y consolidándose irregularidades que en más de una ocasión hemos puesto en conocimiento de la opinión pública: propiedades que eran BIENES NACIONALES DE USO PÚBLICO y que ahora aparecen compradas por particulares.
