Transitábamos en los primeros años de la década de los años sesenta, cuando de pronto una canción que se repetía en el dial de las emisoras de entonces, era la «Balada de la Tristeza» de uno de los tantos «nuevaoleros» que daban sus primeros pasos. La mayoría de ellos, con temas en español pero traducidos de éxitos de la música gringa. Sin embargo, éste cantaba sus propias creaciones, destacando de inmediato.
Buddy Richard -un muchacho de Graneros, llamado Ricardo Toro- si bien cantaba sus propias letras, no resistió el influjo del inglés y finalmente se impuso y triunfó -con decenas de éxitos- en una carrera que lo llevará el próximo verano a ser una de los artistas invitados al show internacional.
No es la primera vez que sube al escenario viñamarino, pero esta vez es -quizás- para recibir el homenaje a su gran trayectoria. Y, según se dice, anunciará oficialmente su retiro de las pistas, aunque -con muy esporádicas presentaciones, la última en el ROJO VIP- casi siempre estos retiros son con elástico.
Buddy Richard -la mayoría lo sabe- tiene un plus. Puede seguir vigente sin cantar -a través de otros famosos- que en más de una ocasión han grabado e interpretado sus canciones y cuyos temas -si no los alcanzamos a cantar- al menos los tarareamos al oído de una circunstancial fémina.
RELACIÓN CON PICHILEMU
Para muchos -sin duda- esta relación con Pichilemu es desconocida; pero ocurrió paralela a su primer éxito. Hubo una pichilemina, de nombre Lucy -en ese entonces una jovencita- que «enloqueció de amor» y -dicen- que en pleno verano de esos años hubo que hacer las gestiones para que Buddy Richard viajara a Pichilemu y le cantara «Al morir el sol, tras la montaña …, para que esta niña y/o jovencita mejorara y pudiera seguir viviendo. Por cierto que ésta se mejoró, siguió estudiando normalmente, ejerció como profesora y muchos años después emigró a un país centroamericano y se estableció. Se casó, tuvo familia y sigue por esos lares, aunque supimos -tras retornar- que estuvo a principios de este año visitando a algunos familiares.
La siguiente ocasión en que oficialmente vino Buddy Richard a Pichilemu, fue el año 1978 al show del Primer Festival Nacional de Cantautores -donde estuvimos a cargo de la Difusión y RR.PP.- con decenas de notas, reportajes, como testimonio de la cobertura otorgada por los diferentes medios escritos. En la oportunidad, compartió escenario con Tito Fernández, Patricio Renán, José Alfredo Fuentes, Tommy Davis (humorista), Fernando Ubiergo. En el Jurado: Arturo Millán, Luis Poncho Venegas, el músico Reinaldo Urbina, el crítico de arte y periodista José María Palacios, el poeta colchaguino José Vargas Badilla, entre otros.
«pichilemunews» conoció el caso de Lucy por aquellos años muy por encima, y lo guardamos en nuestro disco duro como una anécdota más; pero que con los años y asociada a hechos recientes, cobran cierta trascendencia que sacamos a colación a raíz de una imagen de la hermosa cantante Shakira, en exclusiva y que no teníamos cómo subir, sino hasta buscar una relación meridiana.
Y la tiene si retornamos a Viña del Mar. En efecto, la ahora mundialmente conocida y famosa cantante colombiana pasó por ese escenario como una más representando a su país. Los «ojos y oídos» de los expertos jurados no vieron ni escucharon en ella a la estrella de hoy, que vende no solo discos, recibe premios internacionales, sino también su sensual imagen que, a nosotros, nos ha llegado. Una imagen reciente que no la van a encontrar fácilmente y que nosotros se la mostramos.
Con Shakira pasó algo parecido en Viña del Mar, con la canción que defendió Romuald -representando a Andorra- y que solo obtuvo un segundo lugar. Sin embargo esa canción fue grabada posteriormente nada menos que por el coloso norteamericano, conocido por LA VOZ: Frank Sinatra.