¿CÓMO SE ENCUENTRA LA MORAL? MUY ALTA, MUY ALTA, SOBRE LOS 8 MIL METROS DE ALTURA DIJO EL MONTAÑISTA

¡CÓMO SE ENCUENTRA LA MORAL? MUY ALTA, MUY ALTA, SOBRE LOS 8 MIL METROS DE ALTURA DIJO EL MONTAÑISTA FERNANDO MILLAR

El pasado mes de julio, una nueva expedición chilena llevó nuestra bandera a una de las 14 cumbres más altas del planeta y que se elevan por sobre los 8 mil metros. Esta vez fue el Narga Parbat, en los Himalayas y sus vencedores: un equipo de la rama de Andinismo de la Universidad de Santiago.
El equipo de experimentados montañistas lo integraron Luis Álvarez, Andrés Jorquera, Fernando Millar, Jaime Cartagena, Adolfo Dell’Orto y Álex Cattan, quienes el 9 de julio clavaron el pabellón nacional, dándole satisfacción al andinismo chileno y tributo a Claudio Gálvez, el maestro de la rama de Andimismo de la universidad santiaguina, muerto en una expedición -dos años antes- cuando después de hacer cumbre sufrió una mortal caída.
No fueron los únicos, pues como sucede hoy, en prácticamente todas las rutas de montaña, se juntan a veces decenas y decenas de expediciones de diversos países. Y esta vez no fue la excepción. Alrededor de una decena de equipos de otros países, incluso integrados -algunos- por montañistas de dos o tres países.
No podemos dejar de mencionar que, montañistas de la UC, también hicieron cumbre el mismo día, con los cuales se encontraron y compartieron, antes y durante de atacar finalmente la cumbre del Narga Parbat de 8.225 metros de altura.
Todo ello lo conocimos ayer, de voz de uno de sus protagonistas -Fernando Millar- quien fue invitado por segunda vez a entregar su fascinante experiencia. Apoyado por un video y espectaculares fotografías, fue relatando los aspectos más relevantes de todo el recorrido desde el momento mismo que despegan desde el Aeropuerto Comodoro Arturo Merino Benítez, el 30 de Mayo, y que los llevó a Sao Paulo, Londres, Qatar y Pakistán, desde donde iniciaron su periplo expedicionario, aprovisionándose de mil quinientos kilos de vituallas, las que trasladaron primero, en vehículo hasta el Campamento 1 y, desde ahí, ayudado por alrededor de sesenta «portadores» que son los hombres que a pié y bestias suben los alimentos y equipos.
Contrariamente a la idea que uno tiene, la tecnología de hoy permite subir muchos elementos que hasta hace unas décadas eran impensados para acometer este tipo de empresas, pero la materialidad de algunas cosas hace que las cosas sean muy diferentes y más llevadera la permanencia de semanas en condiciones mucho más confortables. Tal como lo oímos, es como estar en su propia casa, obviamente, salvando las proporciones; pero disponen de Carpas que son transformadas en cocinas debidamente equipadas, carpa comedor para alimentarse cómodamente, etcétera. Y huelga decir que la ropa no es la de antes, sino la apropiada a las diferentes condiciones climáticas. Y al respecto habría que decir, de paso, que las temperaturas oscilaban entre 12 grados bajo cero y, en la ciudad, Islamabad -la capital de Pakistán- hasta 47 grados. De hecho a las 6 AM algunos días se registraban hasta 38 grados lo que en verano -acá en Chile- nos dejaría «asados».
No solo pudimos conocer de la experiencia de estos deportistas, sino también de algunas de las costumbres de los lugareños y «portadores» que son hombres de una contextura totalmente diferente a los «sherpas» que son los habitantes del valle del Khumbu y más conocidos en este tipo de expediciones. Es así, como vimos una jornada de juegos y ejercicios donde demuestran su agilidad, pese a estar en alturas difíciles para una persona común y corriente. Incluso para los mismos montañistas que están entrenados para caminar, ascender, escalar, pero no para saltar, no para correr, ya que el oxígeno es escaso a esas alturas. Y la falta de ello, incluso para quienes toman las medidas y precauciones provoca descompensaciones que pueden provocar la muerte.
De hecho, dos integrantes del equipo de la USACH, estando ya en las etapas finales del objetivo debieron rehusar. Uno por un eventual edema pulmonar y el otro por acompañarlo en el descenso. Un tercero, Millar, debió devolverse solo a la última Base por complicaciones que hacían poner en riesgo su vida.
Millar explicó: «Son decisiones duras de tomar, pero cuando se trabaja en equipo, está -por un lado- la vida -y por otro- el éxito de la misión. Quizás podría haber seguido con mis dos compañeros, pero quizás no estaría contando esta experiencia».
No obstante a la frustración personal de no haber llegado a la cumbre -a escasos metros de alcanzarla- está la satisfacción mayor del éxito del equipo. Lo que es el premio a toda una planificación de dos años. Y que gracias al apoyo de varias empresas pudieron lograrlo, todas las cuales son mencionadas en el video.
Tras los aplausos de la concurrencia a esta charla técnica, realizada en una cómoda sala auditórium de la ACHS, representantes de empresas auspiciadoras se refirieron a sus productos y materiales con los cuales están hechas las prendas de vestir que usaron en esta expedición. Y, a la vez, respondieron varias preguntas realizadas por los oyentes, todos del mundo industrial y textil, por cuanto se trataba de una reunión diferente de la Asociación Gremial de Químicos Coloristas y Textiles de Chile, donde un pichilemino -Manuel Pacheco, ex presidente de ese gremio- ofició de presentador y quien cursó la invitación a «pichilemunews».
Finalizada la charla tuvimos la ocasión de felicitar al montañista Fernando Millar, y Dios mediante, esperamos concretar la entrega de material gráfico, como mayores antecedentes de lo que fue esa experiencia y, en consecuencia, entregarla con un nuevo artículo y/o una galería fotográfica, que muestre parte de las maravillas de los Himalayas.

PLANIFICACIÓN
Así como estos deportistas planificaron con dos años de antelación su viaje a Pakistán y hacer cumbre en el Narga Parbat, esta agrupación de profesionales chilenos está organizando el XIX Congreso Latinoamericano de Industriales Químicos y Textiles, el que se llevará a efecto durante la segunda quincena de octubre de 2008. Es decir, están trabajando hace rato -meses a decir verdad- en esta empresa y desafío, donde esperan una concurrencia de 750 personas. El último de ello, efectuado en Buenos Aires, tuvo una asistencia de 650 y naturalmente la meta chilena es igualarla y superarla.
Es por ello que la charla de ayer, fue una de las tantas maneras de motivar a los chilenos del sector puesto que -pese a la bonanza económica que conocemos de voz de los personeros oficialistas- la industria textil chilena prácticamente no existe, gracias a las importaciones de textiles asiáticos, entre otras razones.
Un ejemplo, Machasa, la mayor industria textil de Chile, hoy no es chilena, sino brasileña. Y así podríamos entrar en otros ejemplos, pero definitivamente el sector no está pasando por sus mejores momentos y profesionales que trabajaban en la industria, muchos están haciendo otras cosas.
No obstante y pese a ello, los dirigentes chilenos del sector aceptaron el reto y deseo de otros colegas extranjeros para que la sede del próximo año fuera Chile. Y ahí están trabajando, arduamente, para que éste sea un éxito y el nombre del país quede bien parado.
Un desafío no menor, donde no solo pueden participar exclusivamente ingenieros textiles, ingenieros químicos e industriales afines, sino quienes colateralmente tengan una relación, adhiriéndose como expositor y/o sponsor, para lo cual puede comunicarse a: www.textileschile.cl donde encontrará información al respecto.

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