“Bajo la marquesina” y “Servilletas de Papel” son dos nombres de columnas periodísticas que tienen algo en común. Pertenecen -acaso- a dos de los “periodistas” deportivos más renombrados de nuestro país: Julio Martínez y a Renato González (oriundo de Constitución).
Este último ya nos dejó hace algunos años. Y si bien no alcanzó -para nuestras generaciones y las actuales- la nombradía de JM, antiguas generaciones y sobretodo en el ámbito de las comunicaciones la valía de “Mister Huifa”, su seudónimo con el cual firmaba algunos de sus columnas en la Revista “Estadio” y diarios, entre otros el Diario “La Tercera”, donde le conocí frente a la máquina de escribir, está a la par del primero.
Ambos tienen algo más en común: no se creyeron el cuento de “estrellas” como algunos personajes actuales de la Radio, Prensa y Televisión. Y, lo otro, que eran de la vieja escuela de periodismo, aquella que forma y enriquece “haciendo camino al andar” como diría Serrat cantándole a Machado, o blandiendo su pluma y luego las teclas de viejas máquinas de escribir, para hablar, comentar, opinar de los que decían y escribían.
No solo a ellos recordamos. También a Carlos Guerrero, “Don Pampa”, al que también conocimos en las oficinas del diario La Tercera, cuando cumplíamos nuestra labor de Corresponsal para Pichilemu y luego para la provincia Cardenal Caro. Por dar otro ejemplo de periodistas hechos en el rigor.
¿Por qué este articulito o introducción? Porque esta semana, don Julio Martínez Pradenas -Premio Nacional de Periodismo Deportivo, 1995- tuvo preocupado no solo a su familia, sino a todo el mundo, por decirlo de una manera, por el estado de su salud, quebrantada y agravada por un avanzado cuadro de cáncer a la próstata. Felizmente, a la edad de 84 años, ha experimentado una leve mejoría, pero lo cierto es que en cualquier momento se va.
“pichilemunews” en contrario a los otros ejemplos, no lo conoce personalmente; pero sí lo escuchamos a principios de la década de los sesenta, religiosamente en la radio Agricultura en sus comentarios deportivos, donde lograba cautivar con su palabra y sapiencia, pese a que teníamos catorce o quince años. Nos reuníamos muchos jóvenes de similares edades, unos más, otros menos, en la vieja Secretaría del Club “Independiente” tras un ala de la parroquia Inmaculada Concepción de Pichilemu. Club del cual fuéramos socio fundador e integrante del primer directorio aquel recordado 12 de Junio de 1963. Fecha que algunos pretenden desconocer y anteponen la fecha del primer partido oficial -el 15 de Septiembre del mismo año- como si “bautizarse” fuera más importante que “nacer”. De ninguna manera queremos decir que el acto de bautizarse no sea importante; pero indudablemente que para el ejemplo dado es más importante lo primero. Si no se nace no hay bautizo, así de simple.
Nuestra niñez y adolescencia la vivimos -por las tardes- jugando ping-pong, brisca, escoba, pero con la oreja “parada” a los comentarios del Sr. Julio Martínez. Quizás poniéndole más atención que a las aventuras de “El Llanero Solitario” y su fiel indio y amigo “Toro”, otros programas radiales que nos hacían reunir o poner oreja. Como también -a propósito- el otro programa radial nocturno “La Tercera Oreja” que después nos quitaba literalmente el sueño con sus horripilantes historias.
Pero, sin duda, emulando al mundo actual que vive en torno al rating y a las encuestas de todo tipo, los Comentarios de Julio Martínez tenían el más alto raiting en los hogares pichileminos de los años sesenta.
Un modesto tributo a este comentarista de la palabra linda, precisa y certera para emitir sus comentarios y opiniones de todo el acontecer nacional, ya sea deportivo o de otra índole.
VIEJO MAESTRO DEL PERIODISMO NACIONAL -JULIO MARTÍNEZ, JM- EXPERIMENTA LEVE MEJORÍA A SUS 84 AÑOS
