Cada cierto tiempo, Pichilemu suele salir en medios de comunicación, donde se destaca generalmente por hechos y situaciones protagonizadas por personas del ámbito político y, por desgracia por cosas negativas.
Por suerte no siempre es así, pues también aparece por cosas positivas. Y cuando ocurre esto último, casi siempre es porque los protagonistas son “de afuera”, pero radicados por algún tiempo en nuestros feraces parajes que nos ha regalado la naturaleza. Muy pocas veces por genuinos pichileminos.
Pero lo importante es que gente de afuera hable bien y reconozca algo y declare qué lo ha motivado a permanecer en nuestras patria chica.
No con poca alegría hemos vuelto a una “verdadera embajadora” de Pichilemu:la artista y escultora Macarema Yrarrázaval Correa, quien nuevamente es destacada -junto a otras personas que han optado por irse a regiones- para crear en un mejor ambiente, libre de la vorágine de las grandes ciudades.
Hojeando la revista +Decoración -que aparece los días sábado junto al Diario la Tercera- nos trae un reportaje a diversos artistas: pintores, escultores, arquitectos, entre otros, que han elegido lugares apartados de Santiago para crear en libertad y sentirse libres.
ESCULPIENDO AMISTAD
Así subtitula la revista, la nota periodística que está dedicada a Macarena Yrarrázaval. Veámosla:
La podemos observar buscando materiales a la orilla del mar o en los bosques aledaños a la localidad de Pichilemu, junto a quienes siempre la ayudan y se han transformado en sus verdaderos amigos. Se nota que la quieren, y nos dimos cuenta cuando la acompañan a sacarse la fotografía al lado de los pescadores orilleros, Marzo y Lucho, quienes, además de entregar una gran amistad, se han transformado para Macarena en pieza clave a la hora de requerir ayuda para la búsqueda de piedras en los salvajes acantilados de la zona.
“Son personas que me conocen de toda la vida, son los amigos que tengo, conversamos mucho”, cuenta esta escultora, quien hace catorce años decidió partir a vivir a esta playa, siguiéndola incluso hoy algunos cercanos familiares, para emprender vuelo con lo que por siempre ha sido su gran entusiasmo: el arte de la escultura.
“Trabajo con el alma de la materia”, nos describe esta artista, y para ello explica que sólo faena con materiales que la propia naturaleza ha desechado, logrando así en sus obras una entretenida mezcla de elementos que terminan formando un gran cuerpo, caracterizado por la fuerza y dinamismo que entrega.
El cantar de los pájaros, las caminatas por la playa, el contacto con la naturaleza y todo lo que significa estar en torno al mar le apasiona a Macarena, y ese es el motivo que la entusiasma para seguir habitando en este balneario. “Aquí me siento segura porque la vida es totalmente sana”, confiesa muy agradecida esta escultora.
La nota está complementada con una foto donde aparece junto a dos de sus amigos, su taller y vistas de dos de sus obras, una de ellas es la que está en las proximidades de Cáhuil, obra titulada “Cardumen”, financiada por el Fondart hace poco tiempo.
MARÍA DE LOS ANGELES
Y, en la misma revista, la joven ejecutiva que ha recorrido “mucho mundo” María de los Angeles Paúl -a toda página- sale declarando que “las mejores olas se corren en Pichilemu y Puertecillo”, agregando que “la verdad es que hay varias lugares, tenemos una costa muy generosa”, dando muestras que de este deporte es conocedora y por qué no una incipiente cultora.
Dos notas que ayudan -sin duda- a mejorar nuestra alicaída imagen. Y que obviamente, se agradecen.
