Con un colorido y atractivo espectáculo de más de dos horas, el Conjunto Palomar -que, obvio, se pasó «volando»- conmemoró los 45 años de esa agrupación ayer en el tradicional Teatro Cariola, de calle San Diego, en la capital.
Agrupación que de la mano de la destacada folclorista y Premio Nacional, Margot Loyola Palacios y del profesor Osvaldo Cádiz, aún con períodos de crisis de por medio, lograron sortearlos y llegar a cumplir cuarenta y cinco años de fructífera trayectoria que los ha llevado a recorrer no sólo el país de punta a cabo, sino a muchos países llevando en alto el nombre de nuestro país.
La maciza puesta en escena, apoyada con imágenes en dos pantallas gigantes, fue un deleite sonoro y visual que nos llevó desde el norte grande -con danzas, haynos, coplas, rituales y una serie de bailes en homenaje a la Virgen del Carmen- como de la zona central -con una recreación de la Pascua de Reyes, que se celebraba en Roma, localidad en la provincia de Colchagua, alrededor de los años ’20- y de la zona sureña -con cuadros mapuches, de danzas, solos de instrumentos y cantos- con toda la solemnidad y carácter de la brava raza; y con toda la alegría carnavaleña, como también, con toda la sutil picardía del conquistador y la gracia de la mujer.
Integrantes de todas las generaciones estuvieron presente en el escenario, siendo partícipes de los diferentes cuadros, mostrando con singular aptitud bailes y coreografías que requirieron -como buenos profesionales- muchas horas de ensayos. Y, por supuesto, el público que repletó la sala supo apreciar y, por ende, brindar el aplauso entusiasta ante cada presentación.
«pichilemunews» -que fue invitado por los maestros- y que acompañó a una de las primeras integrantes -cuando se creó Palomar- y que reside en nuestra comuna, fue testigo del tremendo aprecio y respeto que profesan generaciones de folcloristas que han pasado por casi medio siglo por esta verdadera escuela. Lo pudimos constatar, como todo el público, en varios testimonios que se pasaron en la pantalla gigante, como también cuando terminado el espectáculo, fueron invitados a pasar al escenario, la Sra. Margot Loyola y Osvaldo Cádiz. A la par de los aplausos para ellos, flores y distinciones para «los maestros». Y, acto seguido, el público fue invitado a unirse al coro para cantar el CUMPLEAÑO FELIZ.
Y a continuación, a los integrantes más antiguos que actuaron, distinciones; al igual que a nuestra amiga Lia Lazo, como a Antonio Pickett, entre otros, que fueron invitados a subir al escenario a recibir una distinción conmemorativa de nada menos que 45 años.
NUESTRO SALUDO
Tras el término de esta gala aniversario, nos quedamos a esperar que salieran «los maestros»; ocasión que aprovechamos para saludar a la Sra. Margot Loyola, a la que felicitamos y deseamos seguir con esa energía y lucidez que lucía. De hecho, tras recibir nuestro saludo, de inmediato nos dijo: «Esto hijo, a mí me revitaliza. Ver cómo estos integrantes -antiguos y nuevos- cantan y bailan con el corazón», al tiempo que se llevaba su mano derecha al pecho.
Y segundos después fue nuestro saludo al profesor Osvaldo Cádiz, quien tras recibir el apretón de manos, nos dijo: «Gracias por venir ..», para agregar enseguida, «¿cuándo nos invitarán de Pichilemu?»
Debemos decir que, aunque las cosas no están dadas, por ahora, tanto PALOMAR han estado actuando en nuestra comuna. Fue el año 2003 en la Muestra Nacional de Cueca, invitados por sus organizadores, el Conjunto «Petrel» y, posteriormente, la Sra. Margot estuvo realizando una actividad con adultos mayores y visitando a personas del sector rural para conocer del folclore antiguo, como por ejemplo, en Cáhuil, y en el Rancho Campesino, donde tenemos un par de fotografías donde aparece cantando y, en otra, tomando mate y compartiendo.
El mismo año 2003, la tuvimos -también- como invitada de honor en el Festival de Talentos Musicales, donde tuvo elogiosos comentarios para la iniciativa y por el talento que pudo apreciar en los participantes.
¿Qué más podemos decir? Por cierto muchas cosas más podríamos agregar no solo del Conjunto Palomar, sino de la trayectoria de la educadora, pedagoga del folclore, Margot Loyola, que tiene en su casa, cientos de distinciones de todo tipo y que seguramente -más a futuro- serán parte de un Museo o Fundación. Para hablar de ella, como persona, investigadora y cultora del arte tradicional se necesita más de un artículo.
Y, si bien esto último merece más de un par de líneas, no puedo terminar esta nota, señalando que siempre nos ha llamado la atención en este tipo de agrupaciones, donde siempre -siempre- hay más de una razón para admirar al cuerpo de danzas y bailes. A esas bellas, gráciles y simpáticas mujeres que -por cierto- le dan un encanto especial a nuestro folclor. Tres ¡Huifa! por ellas.
