Una excelente idea -que podría ser replicada en lo que queda de nuestro Ramal- está proponiendo al Director Nacional de Sernatur, Oscar Santelices, nuestro amigo y profesor sanfernandino Víctor León, permanente defensor del patrimonio ferroviario junto a otros sanfernandinos y en cuyas causas “pichilemunews” lo ha apoyado desde los años ochenta cuando le conocimos.
Se trata, en concreto, de convertir el tramo de Peralillo a Pichilemu en una “gran ciclovía”, lo que fue la línea férrea que fue vendida y levantada por orden de la empresa parásita de EFE, Invía, con el gentil auspicio del otrora progresista gobernante Ricardo Lagos Escobar, al autorizarlos mediante un Decreto, firmado en los últimos meses de 2005, después que este mismo señalara públicamente -en la inauguración del Tren del Vino- que esa era la primera etapa y luego vendría la que posibilitaría llegar nuevamente con el tren hasta Pichilemu.
Todos le creímos y le aplaudimos, tal cual como sucedió cuando estando el 2001 sobre el Puente de Cáhuil (en construcción) se comprometió a que “antes que termine mi mandato estaré en Pichilemu inaugurando el Alcantarillado Integral y la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas”.
Ambas promesas fueron parte de su repertorio de mentiras que dijo a lo largo del país, como su compromiso con el proyecto del Corredor Bioceanico “Las Leñas” -en nuestra región- y el Puente sobre el Canal de Chacao, en la Décima Región.
Pero volvamos a la Ciclovía. Basándose en el proyecto en marcha en la Novena Región, donde el otrora Ramal de la Frontera -desde Lebu, en la costa, hasta Lonquimay en la Cordillera- de 250 kilómetros de extensión se pretende convertirlo en la Ciclovía más grande de Chile. Proyecto que está ligado al proyecto gubernamental del Sendero de Chile y que pretende al 2010 tener habilitado al menos 100 kilómetros.
Cabe señalar que el atractivo recorrido cruza sectores de indudable belleza escénica natural e incluye al Túnel “Las Raíces” de más de 4.000 metros de largo, sus 19 Estaciones que serían convertidas en albergues, refugios y museos, entre otros usos y que a excepción de los albergues, sería totalmente gratis el tránsito por ella, la que se asfaltará a todo lo ancho y largo de su recorrido, convirtiéndola en un atractivo turístico de indudable interés.
RAMAL SAN FERNANDO A LA COSTA
¿Por qué no recoger y relicar este excelente proyecto? Por cierto que -si bien no contamos con el paisaje espectacular sureño- acá también se cuenta con paisajes y algo importante que mostrar, especialmente a lo que se refiere el patrimonio ferroviario, que hoy permanece prácticamente abandonado, con unas pocas excepciones y éstas, no precisamente por la preocupación de EFE, sino de organismos privados.
Pues esperamos que la nota que ha enviado nuestro amigo y profesor Víctor León Vargas, sea tomado en cuenta y ojala, alguien de la región recoja el “guante”, aunque -la verdad- tengo muy poca fe de que surgirá alguien que “aganche”. Lo más probable es que salgan detractores a la idea, porque hasta el momento todas las denuncias que hemos hecho sobre la depredación en el ramal San Fernando a Pichilemu han quedado sin respuesta. No ha habido autoridades ni parlamentarios que hayan hecho algo efectivo para defender el patrimonio que tantos millones de pesos significaron al erario nacional su construcción de obras de ingeniería que aún están en pié, estoicas, incólumes, pese a que la ingeniería de 100 años atrás no contaba con los adelantos en equipos y maquinaria para construir puentes, túneles.
Sin embargo, al revés, muchas de las obras que se construyen hoy, sobre todas las realizadas por los organismos públicos “acusan” deficiencias de construcción y de materiales a poco andar de las pomposas inauguraciones.
OBRAS
Para refrescar la memoria a estas autoridades y parlamentarios que tenemos, el ramal desde San Fernando a Pichilemu, en el tramo desde Peralillo a la costa, cuenta con: El Puente Cadenas 1 y 2 (de 45 y 40 metros, respectivamente), San Miguel (42 metros), Puente negro (19,80 metros); los Tuneles La Viña, El Arbol y El Quillay (de 325, 1960 y 177 metros, respectivamente). Y la Tornamesa de Pichilemu de 22,30 metros de diámetro.
Cabe agregar, que el Túnel El Arbol, El Caballo de Agua y la Estación de Pichilemu son Monumentos Nacionales. Los dos primeros declarados el año 1993 y, 1994, respectivamente.
Y nuevamente señalar que EFE, a través de Invía, si bien logró que el Presidente Lagos emitiera y firmara un Decreto para levantar y enagenar un tramo de alrededor de 70 kilómetros de vías y durmientes, entre otros tramos y lugares, esta empresa estatal que -aparte de vender y deshacerse del patrimonio que es de todos- registra espectaculares PÉRDIDAS en su brillante gestión modernizadora, hechos conocidos a través de los medios de comunicación.
Pero lo peor de todo, es que tanto el propio ex Presidente y EFE se pasaron la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales por ahí mismo, para realizar estas “ventas” en las postrimerías de su gobierno. En tanto, el Consejo de Monumentos Nacionales -organismo anacrónico, burocrático- y que ante las denuncias de estos verdaderos atentados al patrimonio, actúa “con paso de tortuga” y muchas veces cuando TODO YA HA DESAPARECIDO, solo para constatar los hechos denunciados y naturalmente “cobrar suculentos viáticos”.
¿Y qué pasa cuando estos hechos son “refregados” a su propio Secretario Ejecutivo? Para él, el abogado Oscar Acuña, son simples hechos que constituyen “la excepción a la regla”, que es lo que nos respondió recientemente al ser abordado en un Seminario sobre el patrimonio y de la labor tan eficaz que realiza el organismo que representa, según lo expresó con elocuencia y seguridad ante la audiencia.
Muy distinto es la teoría de lo que ellos tienen que hacer y muy distinto de lo que hacen en la práctica. Ejemplos hay muchos …, no solamente lo que ha pasado con el patrimonio ferroviario en nuestro ramal.
Concluyendo, esperamos que esta idea planteada a SERNATUR central, sea peloteada por las autoridades y “se peleen” por llevarla adelante. Nosotros estaremos prestos -si ello así ocurre- para felicitarlos …..
No está demás sugerir que los municipios de Peralillo, Marchigue y Pichilemu, como organismos tales, como Cámaras de Comercio, Cámaras de Turismo, debieran -de alguna forma- adherirse a esta posibilidad que sin duda sería beneficiosa; agregándose a los proyectos que cada uno tiene en pos de fomentar el turismo, en cada comuna. ¿O no?
