IDÍLICAS Y DESCONOCIDAS PLAYAS DE CHILE Y DE NUESTRA REGIÓN

IDÍLICAS Y DESCONOCIDAS PLAYAS DE CHILE Y DE NUESTRA REGIÓN

La fotografía principal y (su) texto, de la edición del Diario La Tercera, nos dio la clave para realizar este artículo sobre «las mejores y más desconocidas playas del litoral chileno», las que dicho sea de paso NO ESTÁN ABIERTAS A TODOS LOS CHILENOS, en contrario a lo que dicen autoridades y funcionarios cuando estamos ad portas de una nueva temporada estival.
El año pasado ya lo dijimos, al refutar los dichos de la Seremi de Bienes Nacionales, por cuanto en nuestra región aunque no tengan título de «playa privada», las hay y es cosa de recorrer el litoral para comprobar que no a todas las playas, a menos que ….
En la comuna de Navidad, en un sector próximo al mar hay letreros que tenían dibujada una calavera y escrito «Zona Minada». A ese extremo. Por cierto no pasaba de ser un letrero, pero que inhibe, «inhibe», menos a las vacas que pastaban como si nada en «ese campo minado».
Pero de eso hablaremos más adelante …
La fotografía a que hacemos referencia de La Tercera, sirve para introducir -en la página 20- a playas de norte a sur un tanto desconocidas y donde destacan a nueve en una infografía desde el norte grande La Liserilla (Arica y donde no hay que confundir con La Lisera, al sur y tras El Morro), Punta Rieles (5 kilómetros al sur de Mejillones), saltándose a la playa La Virgen (está en Puerto Viejo, a 40 kilómetros al sur de Caldera). Desde ahí, destacan a la playa El Francés (a solo 2 kilómetros al sur del puerto de Coquimbo, en el fundo Lagunillas, muy cerca de Las Tacas).
Entre esa playa y la zona central, salta nada menos que a nuestra «costa cardenalina», donde se menciona a la playa de Topocalma (donde hasta el más ignorante sabe que a esta playa no entra cualquiera, si no es con el Vº Bº de los dueños de la propiedad del Fundo del mimo nombre). Desde este punto otro salto -de casi 500 kilómetros- hasta la playa Ramuncho (en la comuna de Hualpén, a 21,5 kilómetros al norte de Talcahuano) y un poco más al sur, la playa Millareco (Millaneco) que está a 3 kilómetros al norte de Lebu. Mientras que desde esta comuna, 15 kilómetros al sur, está Morhuillase.
Y en el extremo sur continental, otro salto para llegar a Pangal, en la región de Los Lagos, a 7 kilómetros al oeste de Maullín, lugar donde están o han estado «hombres de mar» pichileminos trabajando, como en Carelmapu y otros puntos continentales y del archipiélago.
Cabe señalar que en el reportaje de La Tercera se destaca a la costa de Región de O’Higgins, donde se destacan las características de Navidad y Matanzas para la práctica de surf, windsurf, la natación , pesca deportiva. Como también las playas de Las Brisas y La Boca, con dos fotos (Matanzas y La Virgen, imagen antes de llegar al pueblo de La Boca, junto al río Rapel).

PLAYAS PRIVADAS
Aunque a veces hay que contradecir a las autoridades, la verdad se impone. Pero tanto en las comunas de Paredones, Pichilemu, Litueche y Navidad hay «playas privadas», donde los accesos están a través de las propiedades que colindan con el mar y generalmente tienen Portones con llave, donde hay que llegar con una autorización escrita y expresa para que abran y eso, por cierto, no lo logra cualquier persona, cualquier mortal, cualquier ciudadano de este país. A ocurrido que ni Carabineros ha podido entrar (hay casos, aunque no muy recientes, pero hay).
En la Constitución Política del estado está garantizado el libre acceso de los ciudadanos por el territorio, pero eso es en la letra. En la práctica no es así. En muchos casos, hasta quienes se ganan el sustento diario a la orilla del mar -los pescadores, buzos, recolectores de algas, etcétera- deben contar con las «bendiciones» de los dueños o de los «administradores» de los Fundos, donde en algunos casos, éstos se consideran «dioses» y mandan más que el patrón.
Los gobiernos regionales -cuando hay controversias al respecto de los accesos hasta el borde costero- tienen las facultad para «fijar vías de acceso», pero en algunos casos éstas tampoco se respetan. Y a lo largo de casi 40 años en más de alguna ocasión hemos denunciado acciones coercitivas e, incluso, de agresiones y amenazas de los resabios de «señores feudales» en contra de hombres de mar; casos que por cierto tenemos en nuestros archivos para exhibir a quienes ponen en duda lo que decimos.
Sobre el letrero en Navidad, lo vimos cuando junto a Don Antonio de Petrel y su familia buscábamos la playa Los Arcos. De eso hace unos seis años o más.
Felizmente en estos tiempos, no ocurren situaciones como las indicadas, pero incluso actualmente hay lugares donde acceden solo algunos «hombres de mar», regalones, que tienen la exclusividad para llegar a través de los caminos a través de propiedades particulares. Y la mayoría, lo hace por la orilla de la costa, sorteando las dificultades que presenta la costa. Costa nuestra que guarda hermosas e idílicas playas, sobretodo hacia el norte de Pichilemu, la mayoría conocidas hasta Panilonco (1968). Como también, Tanumé (1976) y Topocalma (1980).

Total
0
Shares
Realiza una donación a la Enciclopedia Colchagüina para poder preservarla
Publicaciones relacionadas
Realiza una donación a la Enciclopedia Colchagüina para poder preservarla
error: Content is protected !!