Por Roberto García Santelices – www.elcachapoal.cl
Santiago, 26/12/07.- Es una gran pena constatar lo fácil que resulta destruir la obra altruista de nuestros pasados con el pretexto banal de conseguir unos pocos $ y distribuirlos en los bolsillos políticamente correctos.
Así se logra erradicar una actividad que es básica para mantener la mirada en el horizonte de muchos jóvenes, la aviación es la actividad que más enérgicamente crece a nivel global, duplicando su energía cada 8 a 10 años.
Pero si sólo nos dedicamos a mirarla desde lejos jamás formaremos parte de ese mundo. Hace falta que los niños quieran ver aviones, que los jóvenes quieran pilotearlos, que los periodistas cubran más noticias aéreas…
Que seamos más proclives a esta actividad que cuesta muchísimo mantener. Así tendremos nuevas generaciones de pilotos, empresas aéreas y empresarios aéreos, se beneficia el turismo y el desarrollo local.
Es cierto que la actividad es bastante costosa, es su naturaleza, pero no es menos cierto que hay público para ella, es sólo cuestión de mirar los ejemplos adecuados, en Australia los surfistas alquilan aviones como los del CAP para lograr llegar a playas desiertas y poder practicar su deporte en las condiciones que buscan, en Chile existe Pichilemu a 45 minutos de vuelo desde la capital donde los mismos surfistas aterrizan próximos a moteles y restaurantes y ya están a sólo pasos de sus olas favoritas…
Pero nadie está dando ese servicio y nadie lo está promocionando, y los surfistas que viajan lo hacen en “panes de molde” y se van con una pobre impresión de país “con pocas ganas de avanzar”.
