EL RECORDADO BALSERO ALBERTO GUAJARDO LEYTON, SE FUE "NAVEGANDO" AL

Tan solo hoy 31 pudimos confirmar lo que nos llegó como un rumor: que había muerto don Alberto Guajardo Leyton, ya casi nonagenario, si no, hombre humilde, un esforzado salinero de antaño que pese a toda una vida en el agua y el barro, siguió -por años- como “balsero” en Cáhuil mientras le sirvió a Vialidad.
En efecto, don Alberto, partió con esta labor a principios de la década del año 1970, cuando se optó poner una balsa en Cáhuil para unir en forma más expedita la ruta desde esta localidad lacustre hacia la comuna de Paredones.
Un hombre humilde como dijimos y con una “voluntad de oro” no obstante, hubiera un temporal en marcha, un aguacero “pelando” los caminos o ya entrada la noche, siempre estaba -como un boy scout- siempre listo para “pasar” en la balsa de un lado a otro a un conductor con mucha prisa o uno rezagado que se estaba quedando botado a altas horas de la madrugada.
Don Alberto -avisado- aparecía “por arte de magia” pese a las incomodidades que ello significaba, sobretodo a una persona ya anciano; pero a su férrea voluntad unida a los casi dos metros de estatura no le hacían el quite a esa responsabilidad de balsero.
Pero lo más notable de todo, era que esa actividad la realizaba TOTALMENTE GRATUITA, solo su pago era una propina que en muchos casos, se remitía a “un muchas gracias” o “después se la doy”. Si éstas se hubieran cumplido quizás nunca hubiera reclamado, como cuando literalmente Vialidad lo cambió por una persona más joven a la que si le pagaban un sueldo.
Pero pese a esos reclamos, a los políticos de “todos los pelajes” nunca se le dio una compensación o algo que le permitiera pasar sus últimos años.
Don Alberto -casado con la señora Ema Díaz- se fue hace unos días, sepultándosele el 20 de diciembre recién pasado. Todo ello -como dijimos al principio- lo confirmamos recién hoy en la mañana. Aunque de seguro contó con una gran despedida, es muy posible -quizás- que muchos de aquellos que solo dieron las gracias y/o “después se la doy” no estuvieron presente.
“pichilemunews” le conoció por los años setenta, pero entablamos una relación más de amistad cuando le llevamos un Tour en Semana Santa, el año 1981. En la ocasión, le entrevistó el periodista Raúl Palma Vera del programa “Que lindo es Chile” y al domingo siguiente en la Radio Minería de Santiago, salió aquella nota, como las realizadas a cocheros, Cura Párroco, un pescador deportivo, entre muchas otras personas que fueron entrevistadas.
Aquel tour, debemos recordar, fue organizado por el Centro de Hijos y Amigos de Pichilemu, que fundáramos junto a otros pichileminos -el año 1978- para ayudar a nuestra comuna. Estudiantes y empleados que trabajaban en Santiago u otras ciudades eran los integrantes que decidieron aglutinarse para coordinar acciones en beneficio de Pichilemu.
Ese tour, como una exposición fotográfica en la Plaza de Armas de Santiago, la campaña para el Monumento Nacional al Cardenal Caro, operativo médico-dental al campo, etcétera, etcétera, fueron algunas de aquellas acciones que -desgraciadamente- murieron cuando un pichilemino bueno para el bla-bla tomó las riendas a solo poco más de cuatro años de su fundación.
A la familia de don Alberto Guajardo Leyton vayan nuestras condolencias y los sentimientos de admiración hacia vuestro padre, abuelo, entre otros.
Lo mismo para otra familia cahuilina, de don Gustavo Quinteros González, que también -a raíz de lo anterior- nos enteramos que una hermana de él falleció en días pasados.
También, nuestras condolencias para los familiares de la Sra. Irene, esposa de don Antonio Alvarez que falleciera semanas atrás y que recordáramos en una nota pasada.
Y, por último, a la familia de doña Olga Jorquera Ortiz -viuda de Manuel Aliaga González- nuestras condolencias por la muerte de su hijo mayor Manuel de Jesús (Q.E.P.D.), quien fue compañero en la escuela parroquial “Cardenal Caro” en los años sesenta.
Sus funerales, según se nos informó, fueron ayer a las 19 horas.
“pichilemunews” le recuerda como un entusiasta dirigente de la rayuela y del Sindicato del Rodado “Tracción Animal” (más conocido como los coches y cabritas) pichileminas.