Estaba en la oficina del pichilemino Manuel Pacheco, en Santiago, y al tiempo que comentamos diversos hechos de días pasados veíamos las imágenes del funeral de Julio Martínez y de aquellas jornadas que habíamos compartido en el Club Independiente de Pichilemu, donde todas las tardes oíamos al maestro Jota Eme. En un minuto, mi coterráneo me dijo: “Mi hijo José Manuel trabajó durante su práctica profesional con don Julio Martínez ..”.
No lo dejé seguir, ya que de inmediato le sugerí hablara con su hijo y éste escribiera parte de la experiencia con el “Maestro del Periodismo”.
– Le diré y te aviso ….
Hoy, recién, acabo de abrir mi mail y me encuentro con su nota. Breve, pero igual interesante. Además que poco tiempo libre tiene en sus responsabilidades en el diario El Mercurio donde ahora está ejerciendo.
Aquí, para los ciberlectores de “pichilemunews”.
Al maestro yo lo ayudaba a subir las escaleras. ¿En qué otra cosa lo podía ayudar?
Llegaba a la radio 45 minutos antes del programa de medio día y ahí estaba yo. Esperándolo para subir al tercer piso donde se encontraban los estudios.
Ahí, en la escalera de caracol del vetusto edificio de Manuel
Rodríguez 15, escalón a escalón, disfrutaba diariamente por 10 minutos de su presencia, sus anécdotas, frustraciones y experiencias. Un baño de cultura en la minuciosa ceremonia diaria hasta llegar finalmente a su destino.
Ahí, en la sala de producción, descansaba. Tomaba aire y bebía agua.
Revisaba el diario y conversaba. Nunca paraba de conversar.
Recuerdo un día, que un destacado deportista nacional estuvo afligido por un malestar que lo dejaba fuera de un magno evento. Lo llamé para saber de su estado de salud y ante su frustración no me quiso responder. Quien sí lo hizo fue su padre, quien, a modo de plegaria, me pidió como favor, que el maestro le diera un baño de ánimo al afligido seleccionado nacional.
Ante la plegaria, accedí encantado y programé al aire un llamado. Y el maestro, con su labia bendita exhaló un discurso, de esos a los que siempre nos tuvo acostumbrados, que provocó que el lesionado saliera al día siguiente nuevamente a luchar por la gloria, obteniendo un
positivo resultado.
– Don Julio, vamos al aire, decía el productor. Y pese a lo cansado que aún se encontraba por el magno esfuerzo previo, como al presionar un interruptor, encendía su discurso en el “momento cívico” previo al programa.
Así recuerdo al maestro, así fue mi experiencia con él. Sólo me queda agradecerle por haber dado espectáculo y disciplina a nuestra querida, pero muy cuestionada profesión Don Julio, siempre lo recordaremos y espero que en la escalera del cielo, haya también alguien que tenga el privilegio de ayudarlo a subir por sus peldaños.
NOTA DEL EDITOR: En el programa DEPORTES en AGRICULTURA, de Radio Agricultura año 2004, el estudiante de periodismo José Manuel Pacheco Guerrero, trabajó junto a varios connotados del periodismo deportivo, tales como: Milton Millas, Sergio Livingstone, Tito Fouilloux, Caco Villalta, David Oyarzun, los relatores , Tito Garrido (rancaguino), Patricio Millas.
