Una serie de acciones -para terminar con irregularidades que el municipio no ha hecho, no «ha sabido» o se ha desentendido como en muchas otras denuncias- está realizando el profesional arquitecto Francisco Jaramillo, quien como vecino y contribuyente afectado no ha dudado en enfrentar la «dinámica municipal».
En efecto, junto con preocuparse sobre las modificaciones al Plano Regulador -que busca «legalizar» varias irregularidades, entre otras razones- ha hecho llegar una serie de cartas donde denuncia las irregularidades que han contado con el aval del actual director de obras municipales, arquitecto (el «coleguita») Boris Sanhueza.
Las cartas, de fechas 8, 13 y 15 de Enero del presente, ha sido enviadas con copia a diversos servicios para que tomen conocimiento y «cartas en el asunto», aunque algunos son como la «grasa de caballo», donde se mueven según cómo se levanten y vienen a actuar cuando los hechos están más que consumados y más enredados que «moño de vieja». Es decir con una parsimonia impresionante, donde primero ven si hay viáticos de por medio, a quién benefician y a quién perjudican, pese a tener evidencias a la vista y que la Ley General de Urbanismo y Construcciones es muy clara al respecto, como en el caso de Loteos Brujos y que es el caso que se denuncia.
La carta dirigida a la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, MINVU, fue entregada ayer y se espera que el organisnmo proceda en consecuencia, de acuerdo a la normativa que cautela que el desempeño de un Director de Obras Municipales sea de acuerdo a la ley y no burlándola como se trata, al haber emitido información al Conservador de Bienes Raíces de Pichilemu, para otorgar roles a un terreno de 5.300 m2, donde de acuerdo al Plano Regulador vigente se puede subdividir en sitios de no menos de 500 m2 (Superficie Predial Mínima: 500 m2). Y en la práctica se ha subdividido en sitios de 200 m2.
El arquitecto Jaramillo, en parte de la carta a que «pichilemunews» tuvo acceso, señala: «El Director de Obras de Pichilemu autorizó y firmó planos para acoger a la Ley 19.537 a un simple loteo
“brujo” con terrenos de 200 m2, sin proyecto de construcción aprobado, y extendió certificado Municipal
de esa Dirección de Obras para que el Notario y Conservador de Bienes Raíces hiciera las
transferencias e inscripciones pertinentes».
Más adelante, en otros párrafos, dice: «Para justificar el pago de los derechos de construcción (1,5% del valor de las obras) ante el Notario, hay recibo Municipal solo por un poco más de $ 30.000.
Evidentemente ese monto corresponde a lo que se cobra por un loteo que es sobre la base de la
tasación fiscal del terreno. Otro engaño al Notario y Conservador de Bienes Raíces de Pichilemu, a la
Ilustre Municipalidad y a Impuestos Internos (Otorgammiento de roles en un plano falso)».
Y agrega: «Por reclamo del suscrito ante el Alcalde de la Comuna (3 cartas fechadas el 8, 13 y 15 de Enero 2008) se Decretó paralización de las obras que estaban en pleno desarrollo y sin permiso de construcción, y bajo el amparo de ese Director de Obras. El decreto de paralización debe tener fecha 10 de enero 2008».
Al finalizar su misiva -con copia a autoridades y servicios involucrados- el arquitecto Jaramillo expresa su confianza en «que ustedes a través de Seremi de Vivienda de la Región harán la investigación de estos hechos y pondrán los antecedentes en Contraloría General de la República para el correspondiente sumario y dando cuenta de esta situación al Alcalde y al Honorable Concejo Municipal de Pichilemu».
LOTEOS BRUJOS
La denuncia realizada por el arquitecto Jaramillo no es nueva y tampoco es el único Loteo Brujo. En sectores aledaños se han vendido varios lotes, donde a los compradores se le entrega escrutura por el Lote comprado, pero que en definitiva es por un porcentaje de la propiedad. Sin embargo, ya varios de esos «propietarios» han construido ilegalmente sin proyecto de por medio y sin pagar los respectivos derechos municipales.
Para desgracia, hay algunos Corredores de Propiedades que han vendido en esas condiciones y que -al parecer- «no se han dado cuenta que indirectamente han actuado al margen de la ley.
Por otra parte, es habitual que dueños de parcelas vendan a grupos de personas, provocando -en algunos casos- secuelas posteriores a sus adquirentes.
Lo que es peor, que tras la aprobación (Febrero de 2005) del Plano Regulador vigente (que ya se quiere modificar), hay dueños de terrenos que siguen vendiendo Parcelas a grupos de personas para que postulen al subsidio de la vivienda, sabiendo que ese terreno no se puede subdividir, a menos que sea a superficies mínimas de 500 m2.
Son esos precisamente, algunos de los que están solicitando modificación del Plano Regulador para «corregir» esas ventas irregulares o engañozas.
Informaciones entregadas por el profesional Jaramillo, indican que el proceso de modificación al Plano Regulador quedó paralizado, postergado, a raíz de las denuncias indicadas y de lo inadecuado de hacerlo en estas fechas donde los vecinos están preocupados de otros menesteres; justamente el momento buscado para «meter goles».