“Que veinte años no es nada, que febril la mirada ..” dice en parte la letra del tango “Volver”. Frase que nos sirve para recordar algunos hechos sucedidos en la comuna, basado en la historia patria, como también otros que coincidentemente ha ocurrido en un día como hoy, de diferentes años.
Primero, recordar que hace ya un poco más de veinte años, durante unos años en nuestra comuna se distinguió a una serie de pichileminos, con motivo de conmemorarse el Día del Roto Chileno; instituido en homenaje a la Batalla de Yungay, Perú, donde los “rotos” dieron una vez más prueba de su arrojo y valentía en el campo de batalla.
¿Por qué rotos? No se recuerda el término con tono despectivo, sino de admiración a una clase de chilenos que, pese a ser eminentemente de bajo nivel cultural, social, de pueblo, sacaba lo mejor de sí cuando debía enfrentar el peligro en la defensa de su patria.
Muchos hechos dan cuenta de ellos en la historia.
En Pichilemu, en el año 1987, el alcalde René Maturana junto con destacar esta efeméride, durante los primeros años de su gestión, aprovechó la ocasión, también, para distinguir a algunas personas que se destacaban en diversas áreas del acontecer comunal.
¿Qué escribimos en aquel entonces? Aquí un párrafo de muestra: “El jefe del Departamento de Educación Municipal Fernando Velasco al hacer uso de la palabra, resaltó los valores patrios y las características tan propias de la gente de trabajo -del campo y la ciudad- y que indicó, lo hacen destacar sobre todo cuando la patria necesita de ellos; recordando de paso las gestas heroicas de Chorrillos y Miraflores, entre otras, en donde el espíritu del Roto Chileno se manifestó una y mil veces, escribiendo páginas de gloria en nuestra historia patria”.
Nos tocó cubrir en algunas ocasiones tales actos. La del año 1987. Y de 1988 por ejemplo -veinte años atrás- donde se distinguió a dos poetas populares pichileminos en las personas de Antonio Alvarez Gaete (“Ganchete”) y a Raimundo León Morales. Asimismo, al buzo y pescador artesanal Crescente Bozo Pérez y el agricultor José Pavez González.
En otras ocasiones, en 1987 fueron el multifacético José Romero Saavedra (zapatero, pescador, peluquero, etcétera), el cochero Humberto Vargas Cabrera, y el operador de máquina pesada Julio Morales Bozo.
Posteriormente, también, a el cantante Ismael Carrasco (El “Negro Pelé”), al pescador Evaristo Vasquez Sanhueza, entre otros, cuyos nombres no tenemos a mano.
AVIACIÓN
Hemos tocado el tema aviatico; pero no estas coincidencias que señalo a continuación:
El 20 de Enero de 1951 un avión Catalina Nº 405, de la FACH, bautizado “Manutara hizo su primer vuelo a Isla de Pascua, aterrizando después de volar -por primera vez a esa lejana posesión chilena- 19 horas y 22 minutos sobre el Océano Pacífico. Habían despegado de La Serena el día anterior para cubir una distancia de 2.047 millas, la más larga en un vuelo sin escalas sobre el océano intentada jamás.
El día 19 de Enero en el aeropuerto La Florida una muchedumbre de 25 mil personas despidió a la tripulación del histórico intento. Despegaron a las 19.20 horas y aterrizaron a las 14.42 del día siguiente.
En Isla de Pascua habían cientos de isleños esperándolos quienes con la tripulación en tierra firme entonaron el himno nacional, el que concluyó con un ¡Viva Chile! Entre los abrazos y felicitaciones por la misión cumplida.
Para los isleños, representaba más que una hazaña: la posibilidad cierta de terminar con el aislamiento y acercarse al continente. Aparte de ello, se abría la posibilidad cierta de constituirse en una futura ruta hacia Australia, Nueva Zelandia y países del lejano oriente, todo lo cual se fue cumpliendo al abrirse rutas de exploración -primero- y luego la instauración de rutas comerciales.
La aeronave anfibia fue comandada por el piloto Roberto Parragué Singer, secundado por el Comandante Barrientos. Además viajaban tres oficiales y cuatro suboficiales de diferentes especialidades, como mecánicos, radiooperadores, entre otros.
Asimismo, el 20 de Enero de 1954, un avión C-47 de Lan Chile une a Arica y Punta Arenas sin escalas, en 15 horas y 33 minutos ambos puntos. El aparato un Curtis bimotor fue pilotado por el comandante Alfonso Cuadrado y su copiloto A. Fernández. El ingeniero J. Ortiz. Y como único pasajero de la hazaña, el director de la Revista VEA, G. Medina.
