REINAS Y MISSES DE LA SEMANA PICHILEMINA –EN LA HISTORIA- QUE DESDE AYER SE EMPEZÓ A REVIVIR

REINAS Y MISSES DE LA SEMANA PICHILEMINA –EN LA HISTORIA- QUE DESDE AYER SE EMPEZÓ A REVIVIR

Según el calendario de actividades anunciado por el municipio pichilemino, ayer 18 se inició oficialmente la Semana Pichilemina, la que tradicionalmente –con algunos lapsus interrumpida- se celebra en la tercera semana del mes de febrero de cada temporada estival.

Una de las actividades centrales –desde sus inicios allá por los primeros años del Siglo pasado, era la elección de reina, evento que era como el motor central de la festividad, por cuanto mediante la elección –vía venta de votos- permitía recaudar recursos para diversas causas sociales principalmente de la comuna. Incluso, en la década del cuarenta, se reunieron recursos para pavimentar la Avenida Ortúzar, con las actividades de la Semana Pichilemina, hecho que aparece en las actas municipales revisadas por “pichilemunews”.

Así entonces, veraneantes y habitantes de Pichilemu formaban “comandos” y levantaban candidaturas, dos o tres, los que se ingeniaban para recorrer junto a sus candidatas los diversos establecimientos hoteleros, vendiendo votos de sus candidatas, llevando algún número artístico para lograr “sacar mejores resultados”, entre otras actividades: kermese, bailes con disfraz, etcétera.

No obstante, con el correr de los años –aproximadamente unos treinta- fue evolucionando el mecanismo de elección; dejándose de lado la venta de votos. Puesto que ello permitía a veces que un “padre generoso” se ponía a última hora con el billete o cheque para “sacar de reina a la hija”. Y no siempre resultaba reina quien trabajaba más, quien se esforzaba más; dejando naturalmente a muchos descontentos y sin ánimos de seguir o terminar de fiesta.

A lo largo de la historia muchas son las reinas que se han convertido soberanas de la Semana Pichilemina. Y, desde los años ochenta, se adoptó el nombre de Miss Playa.

“pichilemunews” tiene a varias en sus archivos fotográficos, pero obviamente no a todas. Sin embargo seguimos recolectando imágenes de antaño que, algún día, serán parte de la historia del balneario.

Por ahora nos remitiremos a recordar las más recientes, de las últimas tres décadas, por ejemplo a Carla Araneda (1998), a Claudia Andrea Carvajal (1988) y Patricia Troncoso (1978).

Esta última presidió –como Reina- el Primer Festival de Cantautores donde Pichilemu tuvo durante dos días en su escenario a más de una veintena de artistas (compitiendo a doce). Y en el show a Fernando Ubiergo (ganador de ese año en Viña), a José Alfredo Fuentes (Mejor Interprete de ese año en Viña), a Buddy Richard (que estará este año despidiéndose en Viña), a Tito Fernández, a Tommy Davis (humorista, desaparecido el año pasado). Asimismo, a Patricio Renán, Luis Alfonso Venegas, Arturo Millán (estos tres últimos miembros del Jurado). Aparte de ellos, al músico Reinaldo Urbina, al productor musical de Canal 13, José Martínez; José María Palacios, reconocido hombre de radio y crítico de arte. Los demás miembros del jurado eran el poeta y escritor José Vargas Badilla, el alcalde Eduardo Parraguez y Waldo Kaid, Director Regional de Turismo. En la animación, Enrique Malvenda. En la orquesta festival varios destacados músicos como Patricio Salazar (batería), Urquiza, entre otros, dirigidos por el saxofonista David Estanovic.

El recuerdo nos lleva a la Miss Playa 1998 Carla Araneda –hija de Roberto, un compañero de colegio de Cáhuil, que estudió en la Escuela “Cardenal Caro”- quien presidió la Semana Pichilemina y donde en el show culmine estuvo una Banda Cumbianchera, el humorista Hermógenes Conhache y un grupo de Tunas, quizás el mejor número de esa jornada. Y la animación, si no nos equivocamos, de Félix Calderón, locutor y director del periódico “El Expreso de la Costa”.

1988

El solo evento –de por sí- tenía una atmósfera diferente que alcanzaba un atractivo, que no tiene parangón con los actuales, donde las candidatas recibían un trato digno, al que se merecen todas, y que por desgracia ha ido disminuyendo año a año, sin que las autoridades y organizadores tengan la capacidad de entender, de comprender.

El trato desde varios años a la fecha, es poco digno. ¿Por qué?, porque sencillamente no existe una consideración mínima, al hacerlas desfilar en traje de baño a altas horas de la madrugada al aire libre. Tampoco en condiciones confortables, cómodas, sino en “camarines” improvisados y una serie de aspectos que en lugar de hacerles agradables su participación, las hace estar –a las candidatas- tensas, nerviosas, y –como si todo fuera poco- propensas a que un desubicado les lance una palabrota fuera de lugar.

Por cierto que no se descarta la presentación de las candidatas en la playa o lugares públicos –paseo en coche- por dar dos ejemplos; pero por los riesgos y condiciones que atentan contra los “derechos humanos” de las participantes es que, sin lugar a dudas, se añora una elección con otro status, con clase y bajo techo, como debe hacerse un evento y espectáculo de ese tipo.

Recordemos la elección de 1988. Nueve candidatas –seis de Santiago, una rancaguina, una melipillana y una pichilemina (María Verónica Rojas Hernández)- llegaron a la elección final del Jurado. Este estuvo integrado por la modelo Claudia Casagrande, el diseñador y publicista Hernán Martínez, el arquitecto Gerardo Sepúlveda, el Director Regional (S) de Sernatur Jorge Espinoza, y el Director del periódico “Pichilemu”.

El animador fue el profesional de Los Angeles, Iván Hernández (creador de los 40 Principales) y la estrella del show de esa noche (19 de Febrero), la escultural Maria José Nieto, quien –como decía el periódico PICHILEMU- estuvo más de una hora en el escenario, “interpretando su repertorio con señorío, garbo y salero” y “matizándolo con sabrosos chistes”, celebrados por el público con un estribillo que ella misma se encargó de enseñar al público para que lo aprobaran o rechazan.

Pero no solo eso mostró la “Maripepa” Nieto, sino toda su hermosa humanidad que la hizo famosa en todo Chile; dejando un agradable y perdurable recuerdo.

Claudia Andrea –de Rancagua- fue la que se llevó la corona y banda de Miss Playa de ese año; en tanto Daisy Reyes Negrete fue electa segunda Miss Playa, y Pamela Pereira León, tercera Miss Playa.

Aparte de bouquet de flores y los premios considerados por el municipio y casas comerciales, el Club Aéreo de Pichilemu –como en otras ocasiones- brindó a las tres ganadoras un tour aéreo, para que conocieran los principales atractivos desde el aire; ocasión donde la lente del periódico “Pichilemu”, hoy www.pichilemunews.cl estuvo presente para entregar los detalles gráficos e información.

Sin duda, eran otros tiempos ….


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