OLAS GIGANTES DE PUNTA DE LOBOS SERÁN ESCENARIO PARA COMPETICIÓN MUNDIAL QUE OTORGA 35 MIL DÓLARES DE PREMIO
Premios por un total de US$ 35.000= (35 mil dólares) se repartirán entre los surfistas que se animen a cabalgar en la cresta de olas espectaculares de todo el mundo; en un período de tiempo que va desde el 15 de abril próximo hasta e 15 de julio de 2008.
Así lo señala una información recabada por uno de nuestros colaboradores, José Luis Arraño Lizana.
El torneo denomimado TOW IN se realizará en dicho período en las espectaculares olas de Punta de Lobos, escenario que es conocido internacionalmente desde los años 90 y que -cada vez- es visitado por deportistas de todos los continentes.
El torneo cuenta con el patrocinio oficial de entidades deportivas, como de la Gobernación Cardenal Caro, del municipio pichilemino y otras entidades.
El premio ya obtenido pel 2005 por el surfista chileno Diego Medina –ganador también de la última versión del XI Ceremonial de Surf en Punta de Lobos- lo ganó hace algún tiempo justamente al surfear una ola gigante en las olas de Punta de Lobos.
VARIENTE COMPETITIVA
Para lo que no conocen bien esta variante del surf, se trata de un surfista remolcado e impulsado por una moto de agua, a olas que por su magnitud se hace imposible tomarla a remo. Esta variante, espectacular por cierto, ha logrado gran notoriedad dentro del mundo del surf profesional y Chile, al parecer este año va a ser un centro de atención importante, al menos así lo deja entrever los nombres de los surfistas conformados para este evento.
Los más connotados deportistas del orbe en esta disciplina están “movilizándose” hacia Chile para alcanzar la gloria y obtener, obviamente, el premio por ello. Y nuestro escenario natural más importante y reconocido internacionalmente es el lugar elegido para esta competición, por lo cual hay que estar atento a las olas grandes, características de este período ya señalado.
Si hay olas fuera de lo habitual es signo seguro que habrán surfistas tratando de remontarlas y surfearlas y –el fotógrafo- atento para dejar inmortalizado ese testimonio gráfico que permitirá a los jueces evaluarla y sancionarla.