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Aunque lo Legal no siempre es justo -como tampoco lo EVIDENTE es lo que se ve o se quiere ver- sacamos a colación estos términos para referirnos a situaciones poco gratas –no solo para las personas que vienen siendo afectadas a través del tiempo por las opiniones y comentarios de desquiciados (as), mal nacidos (as) e incluso mal paridos (as) que han hecho mal uso de instrumentos destinados a proporcionar Opinión responsable, Debate de Ideas, Sugerencias y Críticas con altura, por el “pelambre barato”, mal intencionado, calumnias y bajas pasiones de imbéciles de allá, de acullá; reflejando la BAJA MORALIDAD, como EL BAJO NIVEL de educación, RAYANO en la indecencia y varios metros más abajo de las personas y víctimas del odio, envidia, veneno y resentimiento que profieren.

No obstante a las medidas y cambios que estamos haciendo, aquellas “víctimas” no son los primeros, ni serán los últimos, porque de una u otra manera quienes usan el pelambre, la injuria y calumnia para saldar cuentas, seguirán en su labor. Y ello es porque no tienen remedio.

En el pasado eran las cantinas, los restaurantes, las carnicerías –por dar solo algunos lugares- como también una vez lo fue, justamente, la PIEDRA del PELAMBRE para que hombres (¿?) y mujeres hicieran de las suyas con sus lenguas. Hoy las lenguas mordaces hacen uso del modernismo y de las herramientas de la tecnología, aunque estos medios no hayan sido creados para eso, precisamente.

Usamos todo tipo de textos “disuasivos” para hacer entender a la masa inconciente, pero ya se ve, éstos nunca entendieron y tampoco nunca entenderán.

Hoy, aquellos pocos que –aunque en la mayoría de los casos lo hacían anónimamente- comprendían que el espacio dado era para un fin superior, están sin un espacio para opinar, debatir, contribuir. No obstante, buscaremos la forma –para éstos últimos- para que hagan llegar responsablemente sus opiniones, sugerencias o quieran poner en discusión; pero identificados plenamente, caso contrario no serán publicados.

Creíamos en la LIBERTAD de EXPRESIÓN, de OPINIÓN, pero –repetimos- por aquellos imbéciles de ambos sexos, hemos tenido que suprimir el Libro de Visitas. Por voluntad propia, no por orden judicial –como esperamos en su momento- y como lo hemos señalado en varias oportunidades y que hoy, volvemos a decir: Nuestros archivos están disponibles para que –con los medios especializados que la Justicia dispone- se busque a los responsables de aquellas incursiones que afectan a las personas.

Podríamos, quizás, haber CENSURADO aquellas “incursiones”; pero ello requería estar vigilantes las 24 horas. Y eso requiere recursos que no los tenemos.

Ya bastante nos cuesta mantener este Portal, pese a que nuestros colaboradores –como el propio webmaster- trabajan gratuitamente.

No obstante a ello, seguimos innovando a fuerza de voluntad y esfuerzo personal de quienes trabajan, con un solo norte: de informar –muchas veces de lo que otros no son capaces de informar- y de decir lo que pensamos, duela a quien duela. Moleste a quien moleste en aras de que nuestro país no siga avanzando en ese camino -paralelo al progreso y desarrollo- que es de corrupción, deshonestidad y que se evidencia, por desgracia, día a día.

 

Hemos sabido indirectamente que -en el caso del Libro de Visitas de este medio- hubo uno o dos personajes –como también todos o parte de los concejales de Pichilemu- dispuestos a realizar demandas judiciales para PARAR o CERRAR “pichilemunews”.

 

Hasta ahora no lo hicieron, pero aún es tiempo. Aprovechen, si aún tienen ganas, de denunciar a los VENDEDORES DE DROGAS o a aquellos personajes que FACILITAN el COMERCIO de éstas y contribuyen a que nuestra juventud tenga más facilidades para acceder a ellas; a quienes venden alcohol a la juventud sin importarles hagan y deshagan después (infrinjan normas de buena conducta en la vía pública o atenten contra la propiedad privada o pública).

Asimismo, con sus demandas logren parar las VENTAS DE TERRENOS MUNICIPALES (Bienes Nacionales de Uso Público: Áreas verdes, calles) y FISCALES en nuestra comuna. Que las calles -bienes nacionales de uso público- no sigan ocupados por privados o los vendan a quienes están dispuestos a comprarlos.

Sí así lo hacen, aparte de felicitarlos, estaremos dispuestos a pagar “nuestra culpa” enfrentando a la justicia.

             


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