HOY EN PICHILEMU PUEDE PASAR CUALQUIER COSA, EN INSTALACIÓN DE NUEVAS AUTORIDADES COMUNALES

HOY EN PICHILEMU PUEDE PASAR CUALQUIER COSA, EN INSTALACIÓN
DE NUEVAS AUTORIDADES COMUNALES

¿Hay alguien que pueda decir –con certeza. Qué va a pasar en
Pichilemu, hoy a las 11 horas cuando deban jurar las nuevas autoridades
comunales? Lo único claro y categórico es que quien resultó electo, Marcelo
Cabrera Martínez, no podrá hacerlo porque está acusado de Fraude al Fisco en el
denominado caso Boletas Adulteradas y deberá enfrentar próximamente un Juicio
Oral cuya preparación ya fue postergada.

En consecuencia, no asume el alcalde electo. Y ante la
reclamación del candidato que resultó con la segunda mayoría, Fortunato
Bobadilla, el TRICEL regional optó por irse por otro camino y soslayando el
cuestionamiento de fondo: que entre cosas decía que el “ciudadano” Marcelo Cabrera
–si bien se había inscrito como candidato sin impedimentos legales, ya que aún
en ese momento no estaba acusado por la Fiscalía de Pichilemu que llevaba
adelante una investigación- había ejercido el sufragio estando ya acusado y
notificado el mismo candidato de su nueva condición, como los organismos
involucrados y relacionados con la elección. No obstante a ello, Marcelo Cabrera
siguió adelante con su campaña y el día de las elecciones se presentó a
sufragar y después de sortear algunas dudas de los integrantes de la Mesa, pudo
hacerlo finalmente.

Para el TRICEL no hubo problema y los cuestionamientos
destinados a que ese organismo sentara un PRECEDENTE JURÍDICO fallaron –como ellos-
y la situación es tan incierta hoy que cualquier cosa puede pasar. Porque
aunque la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades dice que ante el
impedimento –por varias razones- de ejercer el cargo el alcalde titular, debe
hacerlo el funcionario municipal de más alto grado en el escalafón, con algunas
excepciones, por espacio de 40 días como máximo y si persiste el impedimento que
ha ocasionado la subrogancia, entonces debe elegirse de entre los concejales en
ejerció a un alcalde suplente.

Pero Pichilemu es Pichilemu. Una república independiente en
este tipo de procedimientos, donde lo legal es interpretado a entero arbitrio
de las “fuerzas políticas”.

Para recordar un poco de esto, basta con señalar que el ex
alcalde Jorge Vargas cuando hacía campaña para su primer período como tal,
prometía que la Municipalidad sería convertida en la “casa del Pueblo”, pero
¿qué pasó? A no mediar mucho tiempo, esa Casa del Pueblo fue convertida –primero-
en “El crucero del amor”; terminando en el reducto de los “Piratas del Pacífico”.
Hoy, a pocas horas del término del alcalde suplente –Hernán Garrido Salas, PPD,
ex DC- en menos de un mes de gestión y con un proceso de Juicio Simplificado –por
el delito de Cohecho- a días de efectuarse (30 de diciembre) estuvo consolidando
esta categoría, al contratar –entre otros- a uno de los más reputados piratas
de la comarca pichilemina.

Vamos bien, mañana mejor. Todo esto a días de que las
fuerzas políticas se aprestan a dar un “nuevo golpe” a la cátedra, donde
seguiremos gobernados a nivel comunal por los mismos que han llevado a
Pichilemu a estar en la palestra nacional, como una comuna innovadora en
escándalos municipales.


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