ABOGADO CONSTRUYE EN ZONA CON RESTRICCIÓN, PERO CON VENIA DEL D. O. M., SU CLIENTE
Con la venia del director de obras municipales, el arquitecto Boris Sanhueza –experto en hacer meter las patas- el abogado santacruzano Aquiles Toledo empezó a construir en un sector con restricciones justo en el cabezal norte del Aeródromo Municipal pichilemino.
Aquiles Toledo, quien obtuvo ese sitio como pago al «trabajito» que le hizo a Luis Aliaga Jorquera, y que inscribió alrededor de cinco o seis sitios en el curso del año 1996, todos los cuales formaban parte del Aeródromo Municipal, desde los años cuarenta aproximadamente hasta la fecha en que dejaron de serlo.
Debemos recordar que aquellos sitios -seis en total- pasaron a ser parte del Aeródromo tras una Permuta que hizo por aquel entonces el «caballero» José Bianchi Molinari dueño de éstos y el alcalde de Pichilemu, cuyo nombre habría que enmarcarlo según la fecha exacta.
¿Por qué el Director de Obras Municipales es experto en hacer meter las patas?
Autorizó la construcción de viviendas en un Loteo medio brujeli en el sector de Playa Hermosa, para lo cual –finalmente- se tuvo que hacer un “arreglo” al Plano Regulador.
Hizo un informe diciendo que la calle Alberto Browne está totalmente habilitada y dispuesta al tránsito peatonal y vehicular, el que firmó el ex alcalde suplente Marcelo Cabrera Martínez y éste se lo envió al Contralor Regional. Este, tras ser informado del engaño, comprobó en terreno –según él mismo informó- que le habían mentido. Esa calle, de dos cuadras, está habilitada en solo una cuadra.
Sanhueza ha sido sumariado, ha sido “despedido” pero pataleó y sigue haciendo sus gracias … ¿Hasta cuándo?
Ahora, le ha autorizado a su abogado para que construya en un zona que tiene restricciones para construir, ya que es justo frente al cabezal norte del Aeródromo. Es más, el sitio en cuestión formaba parte del Aeródromo Municipal; sitio que finalmente se le dio en pago por su excelente trabajo en el despojo de sitios que tal como lo señalamos eran parte de una permuta a favor del municipio.
PERMUTA
¿En qué consistió la mencionada Permuta? A que el Sr. José Bianchi Molinari entregaba esos seis sitios a poder del municipio pichilemino para ser AMPLIADA LA PISTA DE ATERRIZAJE, en tanto el municipio le entregaba seis sitios –por igual superficie, lo que se llama «metro a metro cuadrado» en este caso- en el PARQUE SAN ANTONIO, área verde que el mismo propietario –José Bianchi- había dejado en el Loteo de las poblaciones El Bosque y María Luisa, de acuerdo a la Ley General de Urbanismo y Construcciones. El artículo correspondiente obliga al Loteador de terrenos, a contemplar espacios para áreas verdes, calles, avenidas, plazas, zonas de equipamiento.
A la fecha de esa Permuta, los Loteos indicados estaban debidamente inscritos en el Conservador de Bienes Raíces de Santa Cruz. Aún así, el municipio CUMPLIÓ con hacer entrega de los seis mencionados sitios en el parque San Antonio.
Y por ambas partes, Bianchi y Municipalidad tomaron posesión de aquellos sitios. Fue así, como el municipio amplió el Aeródromo Municipal. Y por otra parte, Bianchi –o sus herederos- regularizaron años después la posesión de esos sitios en el año 1972 en el Conservador de Bienes Raíces de Santa Cruz; pero NO SE CONTENTARON solo con volver a reinscribir los seis sitios –producto de la Permuta con la Municipalidad- sino que INSCRIBIERON TODO EL PARQUE SAN ANTONIO (algo así como 6.400 m2 en total).
La municipalidad, en tanto, con respecto a los seis sitios del cabezal norte del Aeródromo siguió actuando como caballero y no los reinscribió a su nombre que era lo que correspondía.
No con el fin de justificar la administración municipal de los primeros años de la década del ’70 –que no supo de la reinscripción del parque San Antonio- debemos recordar que la Planta Municipal de aquellos años no sobrepasaba las quince personas entre administrativos y obreros. Y un Asesor Jurídico en esos años era impensable.
En la actualidad, desde el advenimiento de la democracia tras el período militar, la Planta Municipal sube con cada alcalde y se incrementa año a año. Hoy, fácil son más de 70 funcionarios entre administrativos y obreros. Aparte debemos agregar a funcionarios a contrata y honorarios. Y entre estos últimos, desde hace años el municipio puede contratar un profesional abogado para que asesore al alcalde y defienda los bienes públicos.
¿Ocurre?
Por desgracia en este aspecto han sido muy poco diligentes. No le echaremos toda la culpa a ellos, porque dependen de un jefe que es el alcalde de turno. Y uno en particular –Jorge Vargas González- actuó en más de una oportunidad («tirándole las riendas») para que el abogado municipal no actuara, o fuera de plazo, o no dando instrucciones precisas para pelear por el interés municipal, pese a que el Concejo Municipal lo instaba al respecto.
Pero en el caso específico del Aeródromo Municipal –por iniciativa del otrora concejal Washington Saldías González- quien expuso la situación ante el Concejo, y recomendaciones de por medio, se buscó un abogado externo al que había en ese momento en el municipio.
¿Por qué un abogado externo? Sencillamente se optó por otro, por cuanto el asesor jurídico de ese entonces –el abogado Donoso, que había sido Director Regional del Trabajo- ante la situación de la disputa de los seis sitios del cabezal norte del Aeródromo, parecía más interesado en defender a quienes estaban disputándolos, cosa que el concejal indicado se lo dijo a la cara. Tras ello, el Concejo acordó contratar los servicios del abogado Pedro Valdivia Zamorano.
Este profesional –con el apoyo de antecedentes aportados por el concejal Saldías y de particulares reunieron documentos y testigos a favor municipal- elaboró la demanda. Y el alcalde Vargas tras firmarla, ésta se presentó al tribunal respectivo. Sin embargo, la autoridad comunal se desentendió y el abogado ante el nulo interés demostrado, abandonó la demanda y el Juez de entonces resolvió a favor de la inscripción de los seis sitios a favor de los privados.
La “mascada” al patrimonio municipal fue significativa. La del abogado, un sitio, en el que hoy se está intentando construir. De hecho ya hicieron los heridos para los cimientos. Avisados socios del Club Aéreo de Pichilemu, éstos han informado de los hechos para que se ponga orden en esta situación.