EN EL NOMBRE DEL PADRE …., ¡SALUD!
Tantas razones como para destacar el día de la madre, hay también buenas razones para destacar a los padres, por cierto con una que otra excepción; pero al fin y al cabo igual, para todos sin distinciones de ninguna especie les saludamos en su día.
A quienes aparte de ser padres, son abuelos. Y a todos esos padres que ya no están, sino –quizás- observando todo y ver cómo actuamos, sin que –como a las madres- nadie nos haya enseñado nada.
A quienes tienen aún a sus padres vivos, muchas felicidades. Y a quienes no lo tienen, el recuerdo para esos “viejos”, con esa sentida canción del cantautor argentino, Piero, que en más de alguna ocasión nos ha hecho saltar una lágrima o más de una cuando la oímos por ahí.
Asimismo, a quienes llevan el nombre Luis y Raúl, que hoy están –también- de onomástico. Felicidades …
Es un buen tipo mi viejo
que anda solo y esperando,
tiene la tristeza larga
de tanto venir andando.
Yo lo miro desde lejos,
pero somos tan distintos;
es que creció con el siglo,
con tranvía y vino tinto.
Viejo, mi querido viejo,
ahora ya camina lerdo,
como perdonando el viento.
Yo soy tu sangre, mi viejo;
soy tu silencio y tu tiempo.
Él tiene los ojos buenos
y una figura pesada,
la edad se le vino encima,
sin carnaval ni comparsa.
Yo tengo los años nuevos
y el hombre, los años viejos;
el dolor lo lleva adentro
y tiene historia sin tiempo.
Viejo, mi querido viejo,
ahora ya camina lerdo,
como perdonando al viento.
Yo soy tu sangre, mi viejo;
soy tu silencio y tu tiempo.
Yo soy tu sangre, mi viejo;
yo soy tu silencio y tu tiempo.