EX FELIGRESES CELEBRARON AL PADRE RENATO GUERRA LARRAÍN

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En el balneario de Cartagena donde reside

EX FELIGRESES CELEBRARON AL PADRE RENATO GUERRA LARRAÍN

– Grupo de pichileminos y comunidad de Cartagena participaron de dos oficios religiosos con motivo de los 81 años del ex Cura Párroco de Pichilemu, Guacargûe, entre otras parroquias.

Una grata sorpresa le dieron más de una veintena de “ex cursillistas” pichileminos –hombres y mujeres- al otrora cura párroco de Pichilemu, Renato Guerra Larraín, quien cumplió –por estos días- ochenta y un años de edad, y que ahora descansa en una propiedad que tiene en el balneario de Cartagena.

El Padre Renato –como le dicen aún sus otrora feligreses pichileminos- aunque en forma continúa recibe a ex feligreses tanto de Pichilemu, como de otros pueblos y ciudades donde sirvió, esta vez llegaron de sorpresa, según nos contó una de las ex cursillistas que participó en el encuentro con el ex cura párroco.

Esta al ser consultada por algunos detalles, manifestó que el día sábado 28 participaron de una misa a las 19 horas y el día domingo 29, a las 11 horas en una de las iglesias del balneario de Cartagena, donde reside desde que se “jubilara” como cura párroco, lo que no le impide oficiar misa.

También nuestra informante, nos contó que hubo momentos en que compartieron activamente momentos de camaradería y tertulias donde –como siempre- estuvieron los recuerdos de la estada del bonachón sacerdote en Pichilemu. Y que –de vez en cuando- visita sorpresivamente la comuna y recorre negocios y casas de sus más fieles feligreses.

Los pichileminos, en su mayoría matrimonios y ex cursillistas de la Parroquia en Pichilemu, llegaron desde distintos lugares, algunos ya hombres o mujeres, solos, por estar sus respectivos cónyuges en otras ciudades –por razones de trabajo- lo que no quitó que la alegría y la nostalgia estuvieran presente.

ANÉCDOTA

Dentro de la historia –en lo que se refiere a la permanencia de los distintos curas párrocos en Pichilemu- hay muchos que hasta el día de hoy son recordados con mucho cariño. Entre ellos, el primero de todos –cuando el Obispado de Rancagua- le dio categoría de Parroquia a Pichilemu, lo que fue en 1953. Poco antes había sido destinado hasta la comuna el joven sacerdote Orozimbo Fuenzalida y Fuenzalida. Con los ímpetus que llegó organizó muy luego un gran Congreso Eucarístico al que asistió y presidió el propio Cardenal José María Caro Rodríguez –hijo de Pichilemu- y muy luego inició una campaña religiosa para ordenar el descarriado rebaño, al tiempo que dio dura batalla a la primera casa de Citas que funcionaba en el balneario, conocido como el “Pénjamo” y, paralelamente, a uno de los primeros pastores evangélicos llegados a la comuna: El metodista pentecostal Luis Torres Méndez.

Posterior a su traslado, llegaron diversos sacerdotes, destacándose el Cura Párroco Enrique Padrós Claret, quien ejercía para el 11 de Septiembre de 1973. Su peculiar estilo le granjeó la amistad y confianza de “moros y cristianos” compartiendo con unos y otros. Es más, a él le correspondió en su apostolado, acoger a una cantidad importante de relegados que llegaron a Pichilemu, brindándoles en sus primeros días estadía y entre sus feligreses y amistades conseguirles sus primeros trabajos para que pudieran medianamente subsistir. Paralelamente, fue un entusiasta y activo colaborador de instituciones deportivas. Incluso dirigente de la Asociación de Fútbol de Pichilemu, Capellán y dirigente de Bomberos, socio del Club Aéreo de Pichilemu, miembro del Comité Pro Provincia Cardenal Caro, y de cuanto Comité que tuviera como destino una buena causa.

Y, obviamente, el Cura y/o Padre Renato, sin que ello signifique que los demás no sean recordados –como los Cura Párrocos: José Vogiolo, Luis Ramírez, Bernabé Silva, Francisco Cáceres, entre muchos otros- pero –sin duda- la bonhomía de Padre Renato para la gran mayoría no tiene parangón. Junto con ello, tuvo el empuje para levantar con el apoyo de muchos la actual construcción de la Parroquia “Inmaculada Concepción”.

Pero hay un hecho que muy pocos conocen y que tuvimos el privilegio de presenciar y …….Este hecho ocurrió el año 1996. Y –sin duda- cuando vean el testimonio fotográfico de “pichilemunews” concordarán que realmente es único, inédito e impensable que pudiera haber ocurrido.En efecto, entre los muchos invitados al lanzamiento oficial del libro “Historia Urbana: Desarrollo y crecimiento de Pichilemu”, del joven profesional Juan Marcelo Mella –hoy académico de la USACH- permitió reunir una variopinta audiencia: autoridades provinciales, comunales, dirigentes de distintas instituciones de la comuna, del Cura Párroco, y uno de los Pastores Evangélicos en la comuna. Este último no era cualquiera, sino el decano: el inefable y simpático pastor evangélico pentecostal Luis Torres Méndez, entre muchos otros invitados.

Posterior al acto principal y mientras las visitas degustaban exquisiteces en el salón comedor del Hotel “Ross”, “pichilemunews” que estaba invitado en la ocasión –incluso a ser parte de los oradores- le pidió al Padre Renato y al Pastor Torres, posar junto al autor en algunas fotografías. De muy buena gana aceptaron y nos retiramos un poco de los invitados.Una foto por aquí, otra por allá –mientras la simpatía de los personajes se hacía patente- nos atrevimos tímidamente pedirle a ambos “pastores” una foto juntos. Cuánta no fue nuestra sorpresa, puesto que se produjo el milagro en forma muy cordial. Ambos se unieron y posaron en forma exclusiva para nuestro medio.Y por primera vez lo consignamos públicamente y la fotografía la mostramos a la luz pública.

Un testimonio que presentamos en forma espontánea, pues no sabíamos del cumpleaños del Padre Renato, de los cual nos enteramos por casualidad al conversar con una de las partícipes de esta celebración. Y como este hecho es coincidente en el año del Bicentenario y se da casi cincuenta años después en que los pastores tenían una particular guerra santa en Pichilemu, estimamos oportuno “desclasificar” este testimonio gráfico que muestra un hecho distinto y diametralmente opuesto a lo que es parte de la historia en Pichilemu.

Una beligerancia “heavy” –como diría hoy la juventud- que Marcelo Mella muy bien cuenta en su libro y que tuvo como protagonistas y enfrentados al primer cura párroco de Pichilemu y al Pastor Luis Torres Méndez.Desde un lugar, de cualquier lugar, Padre Renato vaya también un saludo de “pichilemunews”.


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