PARACAIDISTA AUSTRIACO CAERÁ DESDE 37 KILÓMETROS A 1.100 KM/H

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Paracaidista caerá a 1.100 km/hr.

Fuente: Cristián Bustos  –  www.lasegunda.com

– El paracaidista austríaco Félix Baumgartner tiene todo listo y dispuesto para lanzarse en los próximos 50 días desde 37 kilómetros de altura en salto libre.

Desde niño que en Salzburgo, Austria, Félix Baumgartner leía todo lo que caía en sus manos sobre Joe Kittinger —el mítico paracaidista que en 1960 dio el salto más alto en la historia, a 32 kilómetros— y desde entonces se propuso hacer una caída libre que superara esta marca.

Hoy, a los 41 años, se apresta a quebrar este récord sólo que será a 37 kilómetros de altura y atravesando la barrera del sonido, hazaña en la que varios que lo han intentado han muerto. Félix no es un recién llegado al mundo de los saltos. Tiene a su haber proezas como el récord mundial en paracaídas desde la Torre Petronas en Kuala Lampur, Malasia (1999) y en 2003 fue la primera persona que cruzó el Canal de la Mancha con un ala hecha de fibra. Y, por si fuera poco, estableció la marca planetaria de saltos base al lanzarse de la mano del Cristo Redentor en Río de Janeiro (2009).

Hoy se entrena en Estados Unidos en el proyecto Red Bull Stratos y nos relató cómo se está preparando para este salto, el que si logra salir todo perfecto será un increíble avance para la exploración espacial.

–¿Cómo y por qué surgió la idea de intentar este salto a 37 kilómetros en caída libre?
–Esta misión ha sido mi sueño desde pequeño. Recuerdo haber crecido escuchando historias sobre Joe Kittinger y su increíble hazaña, por lo que hacer algo similar se convirtió en un desafío.

–¿A su juicio, cuáles son los principales riesgos que presenta llevar a cabo este intento?
–La hostilidad de la alta estratósfera hace que sea una prueba más parecida a una misión al espacio que un salto base. A diferencia de cualquier otro de mis saltos, si algo sale mal tendré tiempo para activar un paracaídas de reserva. Mis mayores miedos tienen que ver con el momento previo al que pueda alcanzar una velocidad lo suficientemente lenta como para abrir el paracaídas, incluyendo la posibilidad de quedarme sin oxígeno o tener problemas de descompresión. Las temperaturas son más bajas que en el Ártico, la tendencia a girar incontrolablemente en altura es una posibilidad y el hecho de no saber qué ocurre con el cuerpo humano al atravesar la barrera del sonido. Si puedo romper la barrera del sonido, imagínate el valor de este proyecto para el futuro vuelo humano.

–¿Tiene elegido el lugar y fecha donde saltará o cuáles son las probables localizaciones en los Estados Unidos?
–Estamos buscando locaciones en Norteamérica. Basamos esta decisión en una combinación de factores. Este sector tiene buenas condiciones terrestres y concentra a los mejores expertos en el tema. Nuestro proyecto está aún definiendo la locación a través de un sistema de prueba de múltiples locaciones posibles, realizando pruebas indoor con túneles de viento y cámaras de baja presión para saltos de altura progresiva. En base a esto definiremos la locación exacta. La fecha aún no está definida, pero será antes de que termine 2010.

–¿Qué clase de condiciones meteorológicas requerirá para que sea exitoso?
–Las condiciones climáticas deben ser monitoreadas de cerca. Si es que llega a haber una mínima posibilidad de lluvia el salto será suspendido hasta que se presenten condiciones climáticas más favorables. Dos variables importantes serán el viento y la cobertura de nubes que existan, ninguna de ellas es deseable. Los vientos en cualquier momento del vuelo podrían impedir el lanzamiento y causar que el globo cambie su curso o afectar mi descenso. Un cielo despejado me permitirá tener una mejor orientación visual en mi descenso y facilitar mi búsqueda por parte del equipo en tierra una vez que aterrice en la superficie.

Tiempo de la caída…

–¿Cuánto tiempo debiera durar la caída libre desde el momento del salto hasta que toca el suelo?
–La caída libre durará aproximadamente cinco minutos y treinta segundos. En el segundo 35 de mi caída espero convertirme en la primera persona en atravesar la barrera del sonido con el cuerpo humano. En otras palabras, estaré viajando a más de 1.110 kilómetros por hora avanzando más de 17 kilómetros por minuto. Para tener una idea, un Boing 747-400 alcanza 900 kilómetros por hora y una situación normal se mueve a 193 km/hr. A aproximadamente 1,5 km del suelo abriré el paracaídas, desde ese momento serán aproximadamente entre 10 y 15 minutos más hasta aterrizar. En total, desde el salto hasta tocar el suelo, el salto durará entre 15 y 20 minutos. El día del lanzamiento pasaré horas preparándome y subiendo hacia el lugar del salto hasta el momento que considero el más peligroso y el que más me asusta: el momento de saltar desde la cápsula e iniciar la caída libre a velocidad supersónica.

–¿Cuántas personas participan como equipo de apoyo en este desafío?
–La misión se ha desarrollado por muchos años. Un proyecto de este tipo requiere dedicación y tiempo para progresar. Tenemos un equipo increíble, gente que me enorgullece. El solo hecho de que Joe Kittinger sea un miembro clave lo dice todo.

–¿Cómo se despertó en usted esta pasión por los saltos extremos?
–Desde pequeño me gustaron las alturas, escalar árboles. Siempre fue mi sueño volar como los superhéroes. Mi primer salto fue hace 25 años, cuando tenía 16. Sin embargo, no fue hasta mediados de los años 90 que comencé a realizar salto base. Me inspiró ver personas que se tiraron desde El Capitán, en el parque Yosemite, luego vi a Rainer Nowak saltando desde la torre del Parque Olímpico de Múnich y quedé fascinado con la idea de poder hacer paracaidismo desde un punto fijo, sin usar un avión. Es lo más cercano a mi sueño de poder volar.

–¿Cuál es el mayor aporte científico que representará este salto?
–Lo que esperamos es lograr que inspire la innovación en la seguridad aeroespacial. Sería increíble que los datos que reunamos sirvan como base para desarrollar equipos y protocolos médicos que permitirán a astronautas a hacer saltos en paracaídas en situaciones de emergencia.

–¿Ha pensado cuáles serán sus pensamientos cuando vaya cayendo o solamente se concentrará en los movimientos que deberá realizar para tener éxito?
–Para lograr mi objetivo del salto final tengo que estar 100% concentrado durante mi descenso. Desde el punto en que salga de la cápsula y comience la caída libre, mis pensamientos deben estar totalmente centrados en controlar mi cuerpo. Me imagino que perderé la noción del tiempo. La verdad es que no me puedo dar el lujo de perder la concentración ni por una fracción de segundo si quiero tener éxito en esto y salir vivo.

–¿De niño qué deportes practicaba y cuáles son hoy los deportistas que más admira?
–No vengo de una familia muy apasionada por los deportes, pero siempre fui muy activo. Toda mi vida he preferido los deportes en solitario. Y en cuanto empecé a ganar mi propio dinero me metí en el motocross. Sin embargo, desde pequeño he querido estar arriba y ver las cosas desde esa perspectiva. Apenas cumplí la edad legal me lancé en paracaídas (16) y en el primer segundo supe que era para mí. Siempre he admirado a las personas que quiebran los límites como Joe Kittinger y Neil Armstrong, quienes traspasaron fronteras en el vuelo humano. Si es que Red Bull Stratos puede probar que un humano puede sobrevivir el hecho de traspasar la velocidad del sonido podríamos beneficiar la futura exploración espacial e inspirar a jóvenes y niños de seguir sus sueños. 


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