Sanación en la Playa
Fuente: El Guardián de la salud
Por generaciones las personas han optado por escaparse al mar, cada vez que se sienten estresadas o enfermas.
En el ambiente de playa hay tres elementos que son diferentes a los que podemos tener en la gran ciudad y todos ellos nos dan salud.
1. – El aire marino es diferente.
2. – El agua de mar está llena de ingredientes especiales que aportan minerales y remueven toxinas.
3. – La arena absorbe toxinas y limpia el cuerpo.
Está claro que no podemos recibir cobertura médica para este tipo de tratamientos porque la industria médica todavía no se ha dado cuenta de que nuestras playas tienen más potencial sanador que el 90 % de de sus fármacos.
Pero no se ría porque hay una campaña por privatizar gran parte de nuestras playas, aunque esa es otra historia.
¿Qué es lo que hace que el aire marino sea diferente? ¿Por qué las personas toman grandes bocanadas de aire cuando llegan por primera vez a las playas, después de no haber ido por algún tiempo?
Es como recibir agua verdaderamente pura después de haber pasado meses bebiendo agua tratada.
Si nos damos cuenta las nubes transportan un tipo especial de agua que refresca a las plantas y las vigoriza mucho más que el agua potable. Esa agua siempre esta emanando de la superficie del mar, especialmente cerca de la orilla y nos rodea cuando estamos en la playa.
El agua de mar es buena para nuestra piel. Algunas clínicas las usan para terapia y el precio es bastante alto. ¿Por qué esta agua es superior al agua potable con la que uno se baña? La sal presente en el agua de mar extrae las impurezas del cuerpo. Esto es bien sabido, pero ningún farmacartel permitirá nunca que se hagan pruebas clínicas para el público. La sal de mar y otros nutrientes contenidos en esta agua neutralizan todo tipo de toxinas. Ciertamente la vida marina es más energética que la vida del agua dulce y la razón está en los abundantes recursos naturales que han sido arrastrados al océano por miles de años.
Y además tenemos la arena que, en contacto con el agua, es muy húmeda. En Hile, fue Manuel Lezaeta Acharán, quien descubriera el gran valor de las cataplasmas o baños de barro, y en la playa, podemos caminar por la arena, acostarnos en ella y si tenemos el ánimo, hasta enterrarnos en ella, dejando sólo la cabeza afuera. Esta es una excelente cataplasma y los minerales que hay aquí hacen un trabajo maravilloso al sacar las toxinas acumuladas de una gran porción de nuestro cuerpo. Dependiendo del calor que haya, puede elegir entre arena húmeda o seca, o mejor aún una mezcla de las dos.
