PROYECTO HIDROAYSÉN: COMUNIDAD PICHILEMINA “NO ESTÁ NI AHÍ”. ¿Y LOS POLÍTICOS?
Salvo dos o tres personas de la comunidad pichilemina y residente se preocuparon de manifestar su rechazo a la aprobación de la primera etapa del proyecto energético Hisroaysén. Mejor dicho, “intentaron” hacerlo, pero pese a tener el permiso para realizar una marcha –autorizada por la Gobernación Provincial de Cardenal Caro y visada por Carabineros- no llegó nadie, a excepción de las dos o tres personas organizadoras.
Así nos lo informa radio “Entre Olas” FM a quien consultamos por el resultado de la marcha anunciada para ayer a las 12 AM, en las esquinas de Aníbal Pinto y Daniel Ortúzar.
Desde ahí, estaba planificado marchar pacíficamente hacia la Avenida Costanera, rodear la Gobernación Provincial y subir por calle Ángel Gaete hasta Aníbal Pinto, siguiendo por Avenida Agustín Ross hasta arribar al Parque Municipal.
Ahí estaba contemplado el término de la marcha, no antes de leerse un comunicado relacionado con el Proyecto Hidroaysén.
Todo programado, pero sin tener en cuenta la modorra costina –adquirida por los residentes, activos y jubilados- que muy pocas veces se pegan el alcachofazo de que hay que demostrar que están vivos, que son seres pensantes, que tienen sangre y no horchata en sus venas.
EXCEPCIÓN
El ejemplo más claro de una excepción en cuanto a demostrarse que quienes viven en la denominada “República Independiente de Pichilemu”, si son seres pensantes, que les interesa un destino y mejor calidad de vida, fue cuando se descubrió que todo lo prometido por las autoridades –parte de muchos, que aparecen hoy adalides contra el megaproyecto de Hidroaysén- mintieron una vez más a la comunidad, en relación a la solución integral de las aguas servidas.
Le empresa sanitaria presentó un proyecto de Tratamiento de Aguas Servidas en base a la construcción de un Emisario Submarino, para que fuera la propia naturaleza la que eliminara las “aguas servidas”.
Todo contrario a la promesa que –sobre el puente en construcción en la laguna de Cáhuil- hizo el Presidente Ricardo Lagos, quien señaló en su oportunidad: “No se condice en los tiempos que estamos viviendo que una comuna balneario como Pichilemu, no tenga solucionado el problema de las aguas servidas”, agregando acto seguido, “antes que termine mi mandato, estaré en Pichilemu inaugurando el Alcantarillado Integral y una Planta de Tratamiento de Aguas Servidas”.
Se fue Lagos y no inauguró lo prometido. Llegó la Presidenta Michelle Bachelet y pese a que siguió vigente el proyecto, la comunidad tuvo que despertar y unirse a través de la Agrupación Ciudadana por un Pichilemu Limpio, ACPL, para hacer respetar lo prometido y para que la empresa cambiara el proyecto de Emisario Submarino por una Planta de Tratamiento de Aguas Servidas.
La ACPL debió luchar, pelear no solo con la empresa sanitaria ESSBÍO, sino también con el alcalde DC, Jorge Vargas, con el Supeintendente de Servicios Sanitarios, el DC, Juan Eduardo Saldivia, que eran abiertamente partidarios del proyecto del Emisario Submarino.
Incluso estos dos personajes llegaron a anunciar públicamente, a través de medios de comunicación, la “iniciación de las obras” aún antes que la propia empresa. Es más, antes que la empresa hubiera sometido el proyecto a evaluación de impacto ambiental.
Cuando algunos dirigentes –como fue la Cámara de Turismo de Pichilemu- expresamos nuestra opinión en contrario por el proyecto de Emisario Submarino a través por los medios de comunicación, el Superintendente Saldivia nos trato de “miserables” por oponernos al Emisario Submarino y exigir que se cambiara el proyecto por una Planta de Tratamiento de Aguas Servidas.
Felizmente, el Intendente Carlos Bravo Barros entendió a la comunidad y se comprometió a intervenir para exigir –primero- que la empresa sanitaria presentara un Estudio de Impacto Ambiental y no una mera Declaración de Impacto Ambiental. Y más tarde, frente a las acciones pacíficas pero contundentes de la ACPL, a través de documentos que rebatían las fortalezas de su proyecto; decidieron cambiar al proyecto de Tratamiento de Aguas Servidas, que finalmente se aprobó y se construyó. Modernas instalaciones que tampoco inauguró la Presidenta Bachelet, sino el Ministro de Obras Públicas de la actual gobierno, aunque –hay que señalarlo- las obras estaban terminadas y solo habían detalles de por medio que solucionar.
Otras excepciones, son el año 1995 cuando los problemas de abastecimiento de agua potable eran insuficientes, el Comité Ciudadano por el Progreso de Pichilemu, CCPP, logró motivar a gran parte de la comunidad y presionó para que la empresa -después del “racionamiento de agua potable”- que impuso a la comunidad en pleno verano, buscara una solución DEFINITIVA al problema de abastecimiento de agua potable, incluso dándole la idea de un Embalse en el estero Nilahue y hacer pasar por ahí –sobre su cortina- la anunciada Carretera Costera.
Pero metieron la cuchara los políticos -particularmente DC- y se la jugaron por una aducción, mediante el uso de “punteras” en el lecho del estero “Nilahue” (el que, en verano, se seca en el sector previsto, a decir de los propios habitantes del lugar); pero así y todo siguieron adelante.
Construyeron una tubería de cerca de 20 kilómetros que significó en esos años, más de 2200 millones de pesos. Hay que hacer notar que ellos, con esa inversión cuidaron el “bolsillo” del Fisco.
Las obras –es decir la tubería subterránea- pasaron por varias localidades rurales, pero a NINGUNA le solucionaron el problema de agua potable.
Y, para Pichilemu, la solución fue un fiasco porque hubo que buscar soluciones paralelas para tener el agua necesaria para la comunidad local y flotante. No pasó mucho tiempo para que las bombas impulsoras “se quemaran” al estar chupando aire en lugar de agua; agua que los expertos ingenieros de la empresa vieron en sus cabezas pero no en la realidad, tal como lo habían advertido los modestos habitantes del sector.
Para qué decir, el alcalde Vargas (DC), obvio, actuó como sus camaradas parlamentarios y estuvo al lado de la solución planteada por la empresa que, cómo no, tenía ejecutivos nombrados por los partidos políticos de la coalición gobernante.
Es más, el alcalde DC llegó, en un momento a politizar al tal extremo que realizó una movilización ciudadana en donde denostó a quienes se oponían a esa solución.
Hoy, siendo los mismos que aprobaron centrales termoeléctricas, proyectos como Pascua Lama, y otros, que contaminan y destruyen zonas de nuestra naturaleza, no se acuerdan de esos veinte años y aparecen –sin que se les mueva el pelo- como los defensores del medio ambiente.
Estamos contra el proyecto Hidroaysén, pero da cosa estar en la misma con caraduras concertacionistas. Y más aún, que sea un reconocido concertacionista quien está al frente –como cara visible- del megaproyecto, Daniel Fernández, ex director de TVN, entre otros cargos.
Lo primero que debían haber hecho los partidos de la Concertación, partiendo por el PPD, es haberle dado un PLR y ahí, gran parte de la comunidad nacional, les podría creer que están en contra de verdad.
Por otra parte, quienes dicen que será un beneficio para el crecimiento y desarrollo del país, no creemos un ápice. Más adelante saldrán con otros proyectos que también –dirán- que son imprescindibles, ineludibles, mientras que las tarifas eléctricas seguirán subiendo.
Y será así porque es un negocio que no terminará nunca …..
