Alumnos de arqueología se sienten engañados por U. Bolivariana: No tenían laboratorio, libros ni salas de clases
Fuente: La Segunda online
Casa de estudios reconoció algunos “trastornos” en la carrera en el pasado, y asocia reclamo de las alumnos a morosidad en sus aranceles.
Tenían clases en casas de profesores, debieron tomar ramos en otras carreras, no poseen laboratorio y de un día para otro no tuvieron libros para estudiar.
Son algunas de las insólitas situaciones que denunciaron estudiantes de Arqueología de la Universidad Bolivariana al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) en 2010, por considerar que la casa de estudios entregó una publicidad engañosa al no cumplir con el programa ofrecido.
El hecho se conoce justo en momentos cuando en el país se da un fuerte debate por la necesidad de reformar la educación universitaria, incorporando mayores recursos y mecanismos eficientes para acreditar la calidad de los planteles.
Rocío Barrientos, alumna que lideró el grupo de seis estudiantes afectados, explicó que presentaron un recurso junto al Sernac en el Tercer Juzgado de Policía Local en enero pasado por publicidad engañosa. A mediados de junio, el tribunal se declaró incompetente: el organismo público apeló.
Los estudiantes de Arqueología sostuvieron que la primera sorpresa la tuvieron en 2007, cuando la casa de estudios anunció el cierre de la carrera, por no contar con la matrícula necesaria. “Luego de ello vinieron problemas: sucesivos cambios de sede, que llevaron a que debiéramos tener clases en las casas de los profesores o de nosotros mismos para poder recuperar, por ejemplo. Lo mínimo es tener salas”, dijo.
La joven relató que los estudiantes “tampoco tenían laboratorio, y se nos dejó sin un lugar donde realizar las prácticas”. Los estudiantes agregan que en la universidad “tampoco hay profesores guías para hacer la tesis”.
No es todo: Barrientos relata que debido a que no hay una planta de docentes -algunos habrían renunciado por no pago de sueldos– “los estudiantes deben tomar ramos en otras carreras y con contenidos que no tienen que ver necesariamente con lo que estudiamos”. Por ejemplo, les convalidaron “Culturas precolombinas” a los alumnos que cursaron “Comprensión del medio” en Pedagogía.
Otro de los problemas que enfrentaron los jóvenes fue que los libros que correspondían a la carrera fueron embalados durante los sucesivos cambios de sede y ya no estuvieron disponibles.
La polémica está cruzada por la denuncia que hace la propia universidad: que las alumnas son deudoras, por lo que quieren dejar de cancelar a través de un “acuerdo” al que se llegaría en el proceso judicial. En el caso de Rocío Barrientos, la casa de estudios informó que no ha pagado tres millones de pesos, mientras que la estudiante afirma que el monto es de $200 mil.
Colegio de Arqueólogos: “Una estafa rotunda”
El presidente del Colegio de Arqueólogos, Carlos Carrasco, explicó que “los alumnos y docentes vinieron a nosotros a pedir ayuda. Ellos atestiguan que las condiciones son malas: hay un director de carrera ausente, no poseen planillas de estudios, las clases se dictaban en casas… no había profesores. Esta es una estafa rotunda de la universidad”.
Carrasco añade que ” esta no es una carrera de papel y lápiz. Se necesita un laboratorio, ir a terreno y deben poseer una biblioteca especializada. Pensamos que la universidad no posee las condiciones mínimas para dictar Arqueología”.
Plantel dice que problemas se están regularizando
La Universidad Bolivariana sostiene que algunos alumnos vivieron las dificultades debido a los cambios de sede, pero que la situación se ha regularizado.
Su vicerrector académico, Joaquín Julve , explicó que “las alumnas nos han planteado que retiran la demanda si se les condona la deuda y que se les dé, además, una cantidad de plata para compensarlas. La universidad no contestó, porque debemos seguir lo que los tribunales determinen”.
Añadió que “la carrera efectivamente tiene un plan de cierre, conversado con el director y los docentes. Esto involucró seguramente algunos trastornos para algunas alumnas que, por los problemas de deudas, se fueron quedando atrás del curso”. Aclaró que la biblioteca y laboratorios están operativos nuevamente.
