CLAUDIA GAETE, ARTESANA DE PICHILEMU: "HAY QUE SALIR ADELANTE COMO SEA"

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Claudia Gaete, artesana de Pichilemu: “Hay que salir adelante como sea”

Fuente: www.elrancaguino.cl

“Lo bueno es que conozco diferentes técnicas para hacer cosas. Eso es muy importante, a la hora de diversificar mi trabajo”, explicó Gaete.

El rubro en el cual se desempeña es la artesanía. Ahí se incluye la tarjetería española, pintura en tela en papel y las muñecas de cochayuyo. Claudia Gaete –madre de dos hijos- conversó con Diario El Rancagüino acerca de su emprendimiento, que la tiene con variados proyectos por desarrollar. Pero siempre, volviendo a su historia. Una historia no exenta de sacrificios, pero que vista en perspectiva, ha tenido episodios más buenos que malos. Habla Gaete.
¿Hace cuanto tiempo se dedica a este trabajo?
-“Pinturas en tela, hace como 15 años. Después empecé a pintar lo que es madera hace doce años. Y lo último que aprendí fue tarjetería española. En ese lapso, aparecieron también las muñecas de cochayuyo”.
¿Y las muñecas han sido su producto estrella?
-“Podría decirse que sí. Han tenido mucha aceptación, sobre todo con los turistas. Además que es poco conocido este arte. Hubo un tiempo que estuvieron muy en boga –sobre todo el tiempo que mi abuelita las vendía- . Mi abuelita ya es centenaria, tiene 105 años, y ella aprendió a los 70 años. Ella se llama María Calderón Vargas, más conocida como ‘La Chelita’”.
¿Cómo aprendió? ¿De manera autodidacta? ¿Hizo algún taller?
-“A ver. Me enseñó una profesora que da clases. Ella era amiga de mi mamá, y como yo no tenía dinero para pagar las clases, me enseñó gratis. Ahí fui comenzando lo que era pintura. Y de a poco, me empecé a armar de material. Hacía algunas pinturas en pañitos, y los vendía. E iba comprando más material. Ana Covarrubias, la profesora, me seguía enseñando gratis. Ella me entregó todas las herramientas para trabajar. Y me ha seguido apoyando. Cualquier consulta, cualquier tropiezo, yo acudo a la profesora Ana. Y ella me ayuda. Incluso con las muñecas”.
¿Y cómo aparece el FOSIS en su emprendimiento?
-“A mí, FOSIS me ha ayudado bastante. Estoy muy agradecida de la Institución. Me han ayudado con maquinaria, me ha ayudado con capacitaciones. He tenido un muy buen apoyo”.
¿En qué programas ha participado?
-“Estuve en el Programa de Apoyo al Microemprendimiento (PAME), y ahora estoy en el Programa de Actividades Económicas (PAE)”.
¿Cómo vende sus productos?
-“En invierno, los vendo casa a casa. Tengo clientas que necesitan, y además vendo pintura en telas. Y en temporada de verano, me instalo con un puesto, y ahí vendo las muñecas, la papelería. Vendo más surtido”.
¿Y cómo andan las ventas?
-“En invierno me defiendo, y en verano salgo” (Risas).
¿Cuánto se demora en hacer sus productos? ¿Por ejemplo, un set de tarjetas?
-“Todo depende de las tarjetas que se elijan. Hay unas más sencillas, que me puedo demorar un día en hacer una docena. Y hay otras que son más complicadas, donde me puedo demorar una semana. Todo depende del tipo de puntillas, donde el trabajo es más meticuloso. Los partes de matrimonio se demoran más, porque hay que hacer hoyito por hoyito. Sin embargo hay otros más simples de hacer”.
¿Y se los piden más para matrimonios? ¿Para bautizos?
-“Para ambas fiestas. Igual se piden santitos para la Primera Comunión, pero eso es en noviembre”.

Muñecas de Cochayuyo: la tradición sigue
¿Cómo se confeccionan las muñecas de cochayuyo?
-“Yo lo hago con una muñeca típica, y prácticamente la visto. Pero también se hace de puro cochayuyo. Se hace un esqueleto de alambre, se forra en diario, y luego se viste en cochayuyo. Lo que pasa es que por un tema de costo, no cancelan lo que uno pediría por la otra. Hubo un peak de gente que se puso a hacer muñecas. También se hacen otras figuras: burritos, tortuguitas. Pero como que pasó de moda. Al olvido. Ahora, yo volví a hacer las muñecas. Incluso, imparto un taller, con otras alumnas que trabajan en esto, y que después venden sus productos”.

¿Y cómo se trata el alga?
-“Se humedece el día antes. Se deja en la noche al sereno, y ahí se humedece. Y después se trabaja al otro día. Queda blandita. Se parte, y ahí uno ve como lo trabaja, pero es un trabajo a mano. El proceso de secado se demora un poco más, puede llegar a dos meses. No se seca al sol, se seca a la sombra. Una vez que está seco, se barniza la muñeca, y luego se le agregan detalles a la tela o al cochayuyo. Hace algunos años, se hizo una exposición en el Casino Ross, con una muestra de muñecas de cochayuyo. Yo fui monitora de algunas alumnas, y todos los que visitaron la muestra, quedaron maravillados con ellas”.
Además del cochayuyo, ¿qué otro material se puede trabajar?
-“Las conchas. Se pueden hacer figuras, llaveros. Las conchas son muy útiles para hacer artesanía. Es un material que se trabaja harto”.
Cómo emprendedora, ¿cuál es el consejo que usted le puede dar a las personas que aún no se atreven a emprender?
-“Lo que pasa es que hay que perseverar. Y no esperar que la ayuda llegue a la casa. En ocasiones, hay que buscarla, darse a conocer, demostrar. La ayuda no va a llegar sola. A mí me ha funcionado. Me he dado a conocer, he ido a las capacitaciones, de una u otra forma doy a conocer mi trabajo”.
¿Está feliz?
-“Si. Muy contenta”.
¿Cuáles son sus planes a futuro?
-“Yo pretendo seguir creciendo. Estoy en el grupo del Pueblito de los Artesanos. En ese grupo, se supone que vamos a tener un lugar establecido, por lo que estaríamos todo el año, frente al Casino Ross. Y más adelante, hacerme un taller, para tener el espacio donde trabajar. Y hacer mi fuente de ingreso en invierno y en verano”.
Por último, ¿algo más que agregar?
-“Quiero agradecer al Diario El Rancagüino y a FOSIS por creer en nosotros, las personas emprendedoras. Gracias por darnos una oportunidad de mostrar nuestro trabajo. Es muy importante, y la gente debe aprovechar los beneficios a los que postula, y luego gana. Porque por culpa de otras personas, a veces pagamos los platos rotos todos. Pero agradezco las capacitaciones, manejo de negocios, los costos fijos, llevar las cuentas. Todo sirve para salir adelante. Y hay que salir adelante como sea”.
Lista de Precios:
• Encintados: desde $ 2.500 a $ 7.000.-
• Souvenir y tarjetas: desde $ 500 a $ 1.200.-
• Pintura en madera (letreros): $1.000 a $ 3.000.-
• Pintura en tela (bolsa de pan): $1.500.-
• Manteles: desde $5.000 a $ 10.000.-
• Muñecas de Cochayuyo: $ 10.000.-
• Cisnes (Origami): desde $ 1.000 a $25.000.-
• Llaveros de cochayuyo: $ 500.-
• Figuras de concha: $ 500 a $ 1.000.-

Claudia Gaete, Artesana.
• Dirección: Villa Los Nogales, Pasaje Los Almendros Nº 876, Pichilemu.

• Teléfono celular: 86332162
• Correo electrónico: clarod855@hotmail.com

 


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