CO DUEÑO DEL HOTEL Y BAR “DUCAL” DEL BALNEARIO PICHILEMINO FALLECIÓ HOY
Un nuevo empresario hotelero –Rubén Espinoza Moreno (81)- murió en Pichilemu luego de sufrir un paro cardio respiratorio en su hogar, el propio Hotel y Bar Ducal, hecho ocurrido pasadas las 14 horas de hoy, según nos informa un colaborador; lo que nos impacta, por cuanto sabíamos que su esposa Ena Yañez Gaete está en delicado estado de salud.
El destacado empresario, padre de cinco hijas: Amanda, Pilar, la “Neney”, la “Lolo” y Alejandra; se inició en el rubro restaurant siendo muy joven. Primero, en la esquina sur poniente de las calles Aníbal Pinto con José Joaquín Aguirre, en donde alguna vez estuvo instalada ahí la Quinta “Las Brisas” en la década de los ’30 y ’40 al menos, que era de sus padres, don Armando Espinoza y de su madre Amanda Moreno.
Allá por el año 56, se instala en plena Avenida Ortúzar esquina de la actual calle Primer Centenario, donde hoy hay una Ferretería. Hasta ahí llegó con su Bar “Ducal”, reemplazando en el lugar, al establecimiento Bar “Rex” que era de su cuñado Sergio Urzúa Quezada casado con Margarita Espinoza Moreno, que se iba a la actual ubicación.
Posteriormente, y desde hace casi ya cuatro décadas, el Ducal está nuevamente en la esquina donde estuvo instalada la Quinta “Las Brisas”. Y, tras el matrimonio Espinoza Yañez, realizado en la Residencial “Tajamar” –de los padres de la Sra. Ena- el Bar Ducal fue experimentando progreso y cambios hasta transformarse en el Hotel Bar “Ducal”, mereciéndoles en el curso de 2006 un reconocimiento por la calidad de sus servicios; distinción otorgada por SERCOTEC a través de una publicación de alcance nacional, denominada “25 emprendedores, historias de esfuerzo, talento y superación”. Ahí, en esa ocasión, se distinguen a dos empresarios de la Región de O’Higgins, entre los que estaba la Sra. Ena Yañez co propietaria del establecimiento de hospedaje y gastronómico.
“pichilemunews” entrega sus condolencias a su esposa Ena, a sus hijas y familiares, entre ellos a los hermanos del empresario fallecido, Margarita y Oscar que le sobreviven; como a sus relaciones y amigos.
Como asimismo, al club de sus amores, el “Unión Pichilemu”, del cual fue uno de sus destacados jugadores de las décadas del ’40 y ’50 junto a sus hermanos. Y muy especialmente, a la institución Círculo de Amigos Eméritos, de la que era hasta hoy un socio activo y con la cual junto a su esposa disfrutó de los paseos y vacaciones del Adulto Mayor a varias ciudades del norte y sur del país.
