En las noches veraniegas, es común ver tradicionales cabritas pichileminas circular por calles céntricas de la comuna. Pero también es común ver cómo algunos abusan de los caballos que le dan el sustento a sus familias. Generalmente, estos animales se encandilan y se desesperan; también es cotidiano ver coches sobrecargados de gente, exigiendo en demasía a los caballos. Sin embargo, el viernes recién pasado nos tocó presenciar una situación aún más abusiva.

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