
Minutos más tarde, cerca de las 4 de la madrugada, reinició sus transmisiones Radio Entreolas 93.1, gracias a un grupo electrógeno que su director, Jorge Nasser Guerra, precisamente adquirió en caso de que aconteciese un movimiento telúrico de gran magnitud.
Con Patricio Maureira en los controles, Nasser se dio a la tarea de informar a la comunidad, entregar orientaciones y llamar a la calma. En las primeras horas contó con despachos en directo desde otros puntos de la región, que daban cuenta de la devastación producida.

La radio, además, ayudó a muchos a cargar sus celulares, y desde el domingo 28, instaló una pantalla gigante en el frontis de los estudios, ubicados en calle Dionisio Acevedo 1018, para todos quienes quisieran ver las consecuencias del terremoto, a través de la televisión. Cientos se agolparon allí, por varios días.
La tarea informativa continuó de manera ininterrumpida hasta el miércoles 3 de marzo, cuando retornó la energía eléctrica a Pichilemu. Tras el apagón del 14 de marzo, la radio volvió a activar sus equipos de emergencia para informar a la comunidad de los hechos.
El gesto de la radio Entreolas es verdaderamente loable, y hasta ahora es ampliamente valorado. Un medio que realmente cumple con su rol social, sin pretender sacar dividendos políticos como otros buscan.