
El matutino consigna que la propiedad —perteneciente a la familia Bradley— contempla 4 mil 200 metros cuadrados construidos en un paño de 10 mil metros cuadrados, albergando al histórico edificio, conocido antes de 1885 como La Posada, y remozado por Agustín Ross Edwards tras adquirirlo ese año, y al ver frustrados sus planes de construir un puerto en Pichilemu; misma motivación que le impulsó a construir el edificio del actual centro cultural, llamado falsamente el «primer casino» de Chile.

El antiguo hotel se encuentra emplazado en plena Zona Típica de Pichilemu, monumento nacional desde el 22 de diciembre de 2004, lo que podría frenar cualquier intervención mayor por su valor histórico. La firma encargada de la licitación, P&G Larraín, señalaron que sólo «se debe resguardar el frontis de la construcción»; mientras que el municipio correctamente afirmó que cualquier obra debe contar con previo permiso del Consejo de Monumentos Nacionales.